La primavera pasada compré unos zapatos de lona de color crema, pero una semana después me molesté mucho al darme cuenta de que tenían unas manchas horribles. Entonces se me ocurrió una brillante idea: quitarlas con espuma para limpiar alfombras. ¡Funcionó! El calzado quedó como nuevo. Esa misma semana, mientras esperaba el autobús, cayó un fuerte aguacero. Al subir y buscar un asiento vacío, noté que la gente me miraba con una sonrisa. Entonces miré hacia abajo y vi que mis zapatos de lona habían desaparecido entre una nube de espuma.
"Bea Wilkinson, Reino Unido"
Tomado de: www.readersdigestselecciones.es