Cuando uno piensa en la gastronomía española, seguramente el primer plato que se te viene a la cabeza es la paella, pero seguramente el siguiente plato estrella sea el jamón serrano.
Da igual el tipo, cuando un jamón está bien curado, está bueno. Pero como en todo en esta vida, dentro de lo bueno hay niveles, y cuando estamos hablando de jamón ahí entran las palabras Jabujo y bellota.
Cuando abrimos un jamón de bellota, que quiere decir que viene de cerdos que se han alimentado en libertad exclusivamente de las bellotas que hay por el suelo de dónde van pastando, cuando le damos el primer corte, el olor que desprende ya es suficiente para decir... este va a estar bueno...
Luego vas cortando, sacando lonchas finas y viendo como la grasa va dándole ese brillo característico que tiene un buen plato de jamón, te va entrando por los ojos, por la nariz y... afortunadamente por la boca, provocando esta bomba de sabor intenso que hace que este sea uno de los platos estrella de cualquier persona que paso unos días en España.