Esta tarde, sobre el tablero damasquinado, desde lo alto de la torre, contemplo el horizonte marino, a través de la ventana triangular, y me pierdo por los destellos presentes en las nubes violetas, de un sol oculto, que da paso a la calurosa noche. Mi diestra sostiene el flácido celular. El rectángulo cristalino fija la imagen singular que vuela en la página web, y se asienta entre el círculo surrealista de mi ojo, en el océano de café de la taza escayolada. ¡Obviamente no puede ser una fotografía! Solo sé que me cuenta el desatino de la polémica perfeccionista que gira en torno al ilustre Leonardo da Vinci. Ciertamente, el retrato de Lisa Gherardini, La Gioconda, está vivo. También, lo percibió Cristina, cuando estuvo en el Museo del Louvre. Lo cuenta este nuevo cuadro artificial, espejo que abre un portal para una ilusión mágica. Hoy, todo es tendencia, que proviene de la melodía de ayer, del flautista encantador de ratas.

Prefiero el efecto fugaz del desvarío, collage del pensamiento, que sitúa el romance utópico de un pincel y la incipiente sonrisa de Monna Lisa, en una escena profunda y perfecta, representada sobre la carta del pergamino de lienzo desafiando al tiempo.

El artista no pudo haberse equivocado, porque la tinta meditaba de la fuente de la luz solar, del centro del ser y de todo lo que es; respiraba del amor real e impoluto, tangible.

Como en aquella tabla, Anunciación, el ángel sostiene en su mano, tan delicado gesto, ofrenda de lirios blancos, de inocencia pureza y belleza, para la virgen, en medio de un despejado paisaje de ensueño, a la vez que misterioso. Captó hábilmente el rasgo propio de la naturaleza, el amor y la filosofía. Todo su arte resulta ilusoriamente mágico, tan real, como los destellos en las nubes violetas que provienen del sol oculto, te abducen.

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SURREAL EYE

This afternoon, on the damascene board, from the top of the tower, I contemplate the sea horizon, through the triangular window, and I get lost in the flashes present in the violet clouds, of a hidden sun, which gives way to the hot night. My right hand holds the flaccid cell. The crystalline rectangle fixes the singular image that flies on the web page, and settles between the surreal circle of my eye, in the ocean of coffee in the plastered cup. It obviously can't be a photograph! I only know that he tells me the nonsense of the perfectionist controversy that revolves around the illustrious Leonardo da Vinci. Certainly, Lisa Gherardini's portrait, La Gioconda, is alive. Also, Cristina perceived it, when she was in the Louvre Museum. This new artificial painting tells it, a mirror that opens a portal for a magical illusion. Today, everything is trending, which comes from yesterday's melody, the charming piper of rats.

I prefer the fleeting effect of delirium, thought collage, which places the utopian romance of a brush and Monna Lisa's incipient smile, in a deep and perfect scene, represented on the canvas parchment card, defying time.

The artist could not have been wrong, because the ink meditated on the source of sunlight, on the center of being and on everything that is; I was breathing real and unpolluted, tangible love.

As in that table, Annunciation, the angel holds in his hand, such a delicate gesture, an offering of white lilies, of innocence, purity and beauty, for the virgin, in the midst of a clear dream landscape, at the same time mysterious. He skillfully captured the trait of nature, love and philosophy. All his art is deceptively magical, so real, like the sparkles in the violet clouds that come from the hidden sun, they abduct you.

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Gracias por su lectura, hasta pronto, les deseo muchos éxitos.

Thank you for reading, see you soon, I wish you all the best.