¡Bienvenidos a mi blog!

Es un placer saludarles una vez más amigos pero está vez desde la comunidad de Catarsis éstos meses han sido una montaña rusa para mi y quiero compartirles desde mi experiencia que por primera vez desde que inició la migración venezolana me tocó separarme de mi esposo, compañero de vida, padre de mis hijas y con quien llevo más de 10 años de relación entre noviazgo y matrimonio por un tiempo indefinido, he despedido a varios miembros de mi familia pero nunca antes había tenido que separarme de alguien a quien amo, con quien he vivido un sin fin de momentos buenos, quien me hace reír tanto y hacia que mis días tuvieran un poquito más de color.

Todo inició en octubre del año 2021 cuando por fin luego de casi un año de espera a mi esposo le llegó su cita para la Visa de Responsabilidad Democrática (visa que anteriormente Chile entregaba a todo aquel que quería residir en su país) cuando tomamos ésta decisión en diciembre del año 2020 cabe destacar que yo me encontraba en gestación de mi segunda y última hija por lo tanto para ese momento no estuvo en nuestros planes viajar embarazada ni tampoco con mi hija mayor Alys por lo tanto decidimos que el viajará solo en busca de un mejor empleo porque acá en nuestro país no nos alcanzaba para poder darle todos a las niñas, alimentarnos, comprar medicinas, poder pagar todos los gastos y vivir bien, sin embargo, no fue hasta once meses después que la vida le presentó la oportunidad y decidimos tomarla al principio parecía fácil pero es que nadie te dice como es vivir separados temporalmente, por cosas del destino pudo estar para el nacimiento de nuestra pequeña Abby, 7 meses de su vida y llevar a Alys para su primer día en el preescolar.

Hasta que la visa fue aprobada y finalmente llegó el momento aquel 20 de diciembre del 2021 cuando les dio un beso a cada una de nuestras hijas, un día antes habíamos llorado tanto que no había tanta tristeza sino las esperanza, fe y la certeza de que algún día estaremos juntos los 4 ya sea aquí en Venezuela o en Chile, cuando me toco despedirme le dije: Te amo vido (así le llamo cariñosamente) feliz navidad, feliz año nuevo, feliz cumpleaños, feliz aniversario y feliz día del padre ya que no podría dárselos en persona.

Y aunque inicialmente decidimos que yo me iría con las niñas luego, Chile decidió cambiar las leyes de migración y ahorita estamos cuestionando que país eligeremos para vivir juntos, si seguir luchando acá o realizar la reunificacion familiar allá, esto lo veremos cuando tenga su residencia definitiva.

Han sido días largos, de tristeza, de muchas lágrimas, un montón de videollamadas, de contarle a mi esposo, de jugar y hablar con las niñas a través de una pantalla, como estuvo nuestros días, de palabras de aliento, de no olvidar que esto es para un propósito mayor y para nuestra familia, de no desistir.

Me ha generado ansiedad y miedos está situación por no saber que pasará, también muchas noches de lágrimas pero se que en el que tomamos una buena decisión y aunque hoy estamos separados por la distancia estamos estables económicamente él en Chile y nosotras acá en Venezuela, solo para quien ha pasado por esto sabe lo que se siente estar lejos de alguien a quien amas, no estar en su presencia pero siempre juntos gracias a la tecnología celular, esperando que llegue el día en que nuestros corazones vuelvan a unirse en un fuerte abrazo y que no tenga fin.

¡Muchas gracias por leer!