Sacrificios ante cambios

Cuando leo la palabra sacrificio en mi actualidad lo primero que se me viene a la mente es el pollo de Dores que tanto extraño. Cuando empecé mi relación con Jose, una de las comidas rápidas que siempre degustábamos por cuestiones de trabajo y ocupaciones, era ese pollo. Muchas veces le decía que seguramente tenía algún tipo de droga, pues a mi parecer no tenía nada que envidiarle a Arturo y la verdad es que yo no era de repetir tanto la misma comida.

Esa es una de las tantas cosas que de cierto modo extraño, aunque pensándolo en un punto positivo, no engordo más de lo que ya estoy tratando de rebajar.

Por cierto, hablando de rebajar, ayer mientras iba a Forum (un supermercado nuevo en la ciudad de Maturín) a comprarle a Danna papel para recoger sus necesidades fisiológicas, Jose y yo nos antojamos (como siempre) de unas merengadas que venden allí dentro.

A mi en lo particular me había llamado la atención ese batido verde, sobre todo porque a pesar que sabía que llevaba mucho monte (lol) sabia que sus aportes medicinales eran por montón, y sobre todo para las personas que están a dietas, o buscando rebajar un tantico de peso.

Bueno pues yo y la paraulata, he pedido ese batido mientras veía todo lo que le echaban me preocupaba más. Básicamente fue como medio kilo de cilantro y 25 gramos de espinaca (lol). A la primera probada frente a quien me atendió tuve que decir un "Mmmm que rico", de esos que se te salen con un sarcasmo notorio a cientos de kilómetros. Que vaina pa'mala en la vida.

Pero la cuestión es que yo acepte no como un reto, sino una forma de cambiar mis hábitos alimenticios, que por cierto se supone que iba a ser mi cena, pero ya luego Jose hizo unos panes tostados con mantequilla y queso que uff, no aguante, él fue el culpable.

Esos no han sido los únicos cambios, por allí ya había mencionado que estábamos construyendo lo que sería nuestro pequeño hogar, y que pues ha sido una tarea titánica a pesar de todo el apoyo que hemos tenido.

A raíz de esto, las comidas rápidas se han esfumado y algunas cosas hemos tenido que dejarlas a un lado, incluso ir al cine por una noche, todo con el objetivo de usar el dinero para las prioridades, que son los gastos de la construcción.

Algunas veces todo esto me ha llevado a desanimarme, incluso a querer comer solo 2 veces por día, a veces puede que no desayune y otras tantas veces suelo desayunar y almorzar muy tarde en el día.

Por supuesto se que no debo hacer esto, en teoría lo sé, pero en la práctica y el ajetreo del día a día todo cambia, la perspectiva y realidad es otra.

No se si lo había mencionado antes en algún post anterior, pero no solo me ha tocado desprenderme de mi celular, sino también de algo que considero importante, mi antena de internet.

Se suponía que al inicio iba a ser solo un traslado de la residencia de donde alquilo al sitio donde estoy construyendo. Pero entre mis cálculos no solo hay gastos, también hay deudas. La verdad es que tener esta responsabilidad, por más que yo intente estar tranquilo es algo que me agobia, necesito pagar lo más rápido posible sí, porque sí. Es decir, todo el mundo está necesitando su dinero, y el hecho que se desprendan de ello es valioso si, pero una carga enorme para quien lo recibe, o sea, yo siendo que me gusta más que me deban que deber.

Incluso Danna ha tenido que hacer sus pequeños sacrificios, al inicio nosotros le comprábamos sus sobres de carne en salsa que son muy buenos para su sistema inmune, pero ya desde hace un tiempo que no sabe qué es eso. Al igual que hemos tenido que cambiar sus cobertores absorbentes por papel reciclable parecido al periódico que venden al mismo precio pero le dura al menos 2 o 3 semanas.

La perrarina que ella suele comer tuvimos algún momento que cambiar por una más barata y fue bastante problemático porque no le gustaba en absoluto. Las cantidades de hígado tuvieron que bajar y ser reemplazados por asadura.

Y así muchas cosas, ya no hay fines de semanas para comer un helado, o entre semana comer en un buen restaurante, los mercados que hacemos son lo suficientemente limitados para comer en la semana y reduciendo las porciones.

Es fácil de decir que por ahora nos estamos comiendo las verdes y que ya luego podremos regresar a nuestra vida normal, pero el proceso de adaptación y demás efectos es bastante trabajoso.

Hay noches de desvelos, muchas discusiones por dejarnos llevar por lo agitado del día, y mi estrés. Muchas cosas han cambiado que de verdad a veces me preocupa y que pues a pesar de saber que son normales en tales situaciones, no deja de ser una preocupación importante.

Estoy más ansioso cada día por terminar la construcción, poder enseñarles todo desde un inicio y en un futuro ir mostrando cada uno de los pequeños cambios, todo eso me emociona, pero por ahora en mi cabeza con deudas hay bastante preocupación, cosa normal, aunque una cosa que lo diga no quiere decir que este desesperado, pues como ya ven cuando caigo en ese cuadro de desesperación, lo primero que hago es vender lo que tenga, incluso si eso afecta mi rutina.

Todas las cosas importantes requieren sacrificios, y mucha paciencia. Esto último es lo que más necesito en mi vida ahorita la verdad, pues Danna está creciendo y con ello su carácter va agarrando cuerpo, por lo que me preocupa que mi estrés le afecte a su personalidad o que yo en un arranque le grite, pegue o lastime, es lo último que quiero, pero como ser humano estoy consciente que puedo dejarme llevar como cualquier otro en situaciones que sienta, se me vayan de las manos.

Ahorita lo que más hago es algo que me recomendó @nelyp y nunca se me va a olvidar. Respirar, respirar y más respirar, y cuando sientas que ya casi estás bien, respira de nuevo profundo las veces que puedas. Yo le agrego a eso, un dulcito para la ansiedad y bórralo.