Sigmund Freud y el inconsciente en la novela contemporánea

in Cervantes3 years ago

El 6 de mayo de 1856 nacía en la antigua Moravia, perteneciente entonces al Imperio austríaco, Sigmund Freud, quien sería el padre del psicoanálisis, uno de los hombres determinantes con sus teorías y práctica terapéutica en el desarrollo de la psicología, un intelectual de influencia cardinal en el siglo XX, quien comenzara como médico neurólogo y luego se dedicara al campo psicológico.


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Son complejas y amplias sus tesis, que pasaron por diferentes momentos, y requieren de un conocimiento especializado que no es el mío. Sin embargo, puedo detenerme en considerar el influjo que una parte fundamental de su pensamiento tuvo en la narrativa del siglo XX en adelante. Me refiero a su concepción acerca del inconsciente. Apuntaré primero algunas generalidades.

Del inconsciente en Freud

El concepto de inconsciente ya existía; había sido usado en la filosofía alemana de inicios del siglo XIX con el Romanticismo, y luego en 1868 lo había reintroducido en su libro Filosofía del inconsciente el pensador von Hartman. Los aportes de Freud, a lo largo del decurso de su investigación, permiten una reformulación que enriquecen el concepto, y le dan un estatuto científico.

En una primera instancia, Freud formula la existencia de tres cualidades psíquicas: lo consciente, lo preconsciente y lo inconsciente; esta tesis se completará y reorientará, en cierto modo, cuando Freud introduzca la tríada: ello, yo y superyó (de lo cual pueden informarse en la referencia general que colocaré al final). Si bien lo inconsciente va a ser concebido como un "lugar" al que no accede la conciencia, esto se relativizará con la noción del preconsciente, al cual pueden "llegar" efímeramente los contenidos inconscientes, mediante un proceso complejo de evocación o traducción, como indican las fuentes consultadas.

Freud hablará de "lo inconsciente genuino" para conceptualizar los procesos o contenidos que inaccesibles directamente por lo consciente, y que funciona como un sistema conformado principalmente por contenidos reprimidos. Estos derivarían de las pulsiones que nos constituyen y han "sufrido" la represión individual y cultural, involuntaria y desconocida, generalmente. Tales contenidos, provistos de una cierta energía, intentan acceder a lo consciente; es lo que se conoce como "retorno de lo reprimido", lo que se revelaría en expresiones fisio-mentales como los sueños, los lapsus o estados fallidos, los chistes, los juegos de palabras, tal como lo anotó el psicólogo.

Aunque sea una obviedad, hay que señalar que lo inconsciente para ser conocido debe dejar de serlo; es decir, se trataría de la traducción del material inconsciente a una expresión consciente. ¿Es esto posible? Freud lo intentó con su método de interpretación de los sueños y ese recurso, base del psicoanálisis, conocido como "asociación libre", en la cual el sujeto verbaliza, sin orden prefijado ni ningún tipo de limitación, sus percepciones, sentimientos, emociones, ideas, etc. No es casual que uno de los más importantes discípulos posteriores de Freud, Jacques Lacan, haya dicho, en uno de sus famosos Seminarios, que "el inconsciente es la suma de los efectos de la palabra en un sujeto", y que está estructurado como un lenguaje.

La "asociación libre", que fuera tomada por los surrealistas y convertida en la conocida "escritura automática", también tuvo incidencia en la narrativa. Y es de lo que quiero hablar un poco, con un ejemplo central.


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El monólogo interior: la representación literaria del inconsciente

No hay duda de que la literatura asimiló mucho de lo que la investigación científica del momento aportaba (hablé en un momento de la relatividad einsteniana, de lo incertidumbre heinsebergiana, de lo fractal…). También ciertas tesis freudianas tuvieron su incidencia. Es el caso de "la asociación libre".

Esta se convertirá en la herramienta a la que el novelista estadounidense Henry James aludirá como "corriente de conciencia", pero que, sobre todo, se recogerá en el término "fluir de la conciencia", que James Joyce, el autor que citaremos, denominó "palabra interior". Existe como recurso técnico en la denominaión monólogo interior; en o por su uso, la voz narrativa y/o el personaje dejarán fluir de modo alógico, desordenado, libre, sin tapujos, sus sensaciones y pensamientos del momento. (¡Ojo! No hay que confundir el narrador -voz y perspectiva narrativa- con el escritor empírico).

Es esto lo que ocurre en gran parte de la novela que cambió la narrativa occidental: Ulises, del escritor irlandés James Joyce, uso que compartió con su contemporánea Virginia Woolf, pero que él llevó a osados extremos.


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Ulises (obra que leí en mis tiempos juveniles, y que deberían leer los que intenten ser escritores de novelas), no voy a negarlo, es un texto de difícil lectura, no solo por lo extenso, sino por su complejidad, y he allí el reto. Es considerada una de las obras más importantes de la narrativa del siglo XX, y así lo testimonio como lector. Cuenta la travesía ("epopeya") de un día (de 8 a.m. a 3 a.m.) de un ciudadano común irlandés, Leopoldo Bloom, por las calles de Dublín, presentada casi cinematográficamente, en su deriva mental y emotiva, cual viaje del héroe homérico, muy marcada por lo vivencial, en particular, lo fisiológico y sexual, aspectos de gran carga transgresora en esta novela.

Leopoldo Bloom está casado con Molly, quien queda en casa mientras él deambula la ciudad, pero el personaje no deja de estar presente, a través de la conciencia del narrador. Jugando con el paralelo Ulises-Penélope de la Odisea, que supone el par amor-fidelidad, Molly (nos) habla, especialmente, en el capítulo final de la novela. Todo ese capítulo es un monólogo interior de Molly, en el que quizás se concentren las expresiones coloquiales más atrevidas fisiológicas, sexuales, morales, amorosas, del personaje y de la novela, aparte de las propias de la escritura del monólogo interior (ausencia de puntuación y de otros elementos gráficos, por ejemplo). Citaré un fragmento no tan fuerte, pero si estuvieran interesados pueden ir a otra parte aquí:

(…) me gustan las flores me gustaría tener toda la casa nadando en rosas Dios del cielo no hay nada como la naturaleza las montañas salvajes después el mar y las olas precipitándose luego el campo encantador con sembrados de avena y trigo y toda clase de cosas y toda la preciosa hacienda paseándose por ahí eso debe de ser bueno para el corazón de una ver ríos y flores de todas las formas y perfumes y colores brotando hasta las zanjas primaveras y violetas es la naturaleza en cuanto a los que dicen que no hay Dios no daría un chasquido de mis dos dedos por toda su ciencia por qué no van y crean algo yo a menudo se lo he dicho a ateos o como sea que se llamen y vayan y pongan en orden sus remiendos primero después van lanzando alaridos clamando por un sacerdote cuando se están muriendo y por qué por qué porque tienen miedo del infierno debido a su conciencia acusadora ah sí yo lo conozco bien quién fue la primera persona en el universo antes de que hubiera nadie que lo hizo todo quién ah ellos no saben ni yo tampoco así que ahí tienes podrían igualmente tratar de impedir al sol que saliera por la mañana el sol brilla para ti me dijo el día que estábamos acostados entre los rododendros sobre la puerta de Howth con el traje de mesclilla gris y sombrero de paja el día que conseguí que se me declarara si primero le pasé el pedacito de pastel que tenía en mi boca y era año bisiesto como ahora sí hace 16 años mi Dios después de ese beso largo casi me quedé sin aliento sí me dijo que yo era una flor de la montaña sí entonces somos flores todo el cuerpo de una mujer si ésa fue la única verdad que me dijo en su vida y el sol brilla para ti hoy sí por eso me gustaba porque vi que él entendía lo que era una mujer y yo sabía que siempre podría hacer de él lo que quisiera y le di todo el placer que pude llevándolo a que me pidiera el sí y primero yo no quería contestarle sólo miraba hacia el mar y hacia el cielo y estaba pensando en tantas cosas que él no sabía (…)


No quisiera extenderme más, pues creo que con lo dicho antes puede comprenderse, y, más, interpretarse el sentido del post.

Referencias:

Joyce, James (1979). Ulises. España: Edit. Bruguera.
https://es.wikipedia.org/wiki/Inconsciente
https://literaturaalairelibre.wordpress.com/2016/05/01/el-monologo-interioruna-tecnica-de-joyce/
https://letralia.com/236/articulo05.htm

Gracias por su lectura y paciencia. Saludos.


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Hola, querido amigo @josemalavem

Interesante artículo.

Me encantan Freud y su discípulo Jung.

Freud es un gran maestro que vino a destapar la olla del Psicoanálisis y de los deseos reprimidos, para mostrar cómo sanarnos interiormente (el trabajo más importante que podamos hacer).

Me gustó mucho tu publicación.

Aprecio mucho tu buena escritura y gran conocimiento literario.

Excelente.

Un abrazo

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@josemalavem
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Hola, amigo @elfavorito

Muchas gracias, por tu valoración.

Un abrazo

Amigo muy buena publicación.👍