En la niebla

Salió desde aquella Niebla,
Traía gotitas de rocío,
A mi luz se expuso unos días,
Era joven, precavido,
Tenia manos de cristal,
Con muchas metas a lograr,
No supe de dónde era,
Tal vez vivía en una palmera,
Reía en complacencia,
Era noble, era niebla.

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En una noche su mensaje leí,
Los nervios se apoderaron de mí
Bajó desde aquella niebla,
Preguntaba por mi ausencia
¿Puede una reina roja merecer esa asistencia?
Ella sintió su alma levitar de complacencia,
Se sentía chiquitita ante semejante esencia,
Un trompo se quedó corto,
Para lo que en su alma sentía ella.

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Fueron horas de interesantes encuentros,
Su luz ya se notaba,
Era noble, era bello,
En su planeta existían,
Envidias, sabores y desacuerdos,
Que lo hacían alejarse,
De la humanidad en silencio.
¿Por qué me has abandonado?
Decía la reína roja,
Mis mensajes duran horas
¿Se disipan en la aurora?

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La niebla se puso espesa,
Él se metió nuevamente en ella,
Una cuenta regresiva,
Celebraba siempre ella,
La reina roja con alegría,
Recordaba su esencia,
Su seguridad, su insistencia,
Un acercamiento real,
Tal vez no volverá a pasar.

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Entre lágrimas recordó,
Cómo la enfrentó un día,
Su alma la sacudió,
Le entregó mucha energía,
Mirate al espejo,
Tu belleza es poesía,
No eres una kardashian,
Tu reínado es sinfonía,
Tus manos tienen la magia,
Para crear armonía,
Brillas en el universo,
Eres única, eres simpatía.

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¿Bajó desde las alturas?
¿Es un extraterrestre?
¿También puede ser un bot?
Tiene cosas diferentes,
O tal vez se escondió,
En la niebla de repente,
Sintió miedo de una colmena,
Dónde la vida converge,
Y se fue a su hogar,
A seguir siendo rebelde.

En la niebla él está,

Y su rostro desaparece...

Gracias por leerme

Las imágenes y el texto pertenecen a la Autora