Happy start of the year, dear friends of @TheWeekends!

With all the commitments in December I had a very busy few days, so these first days of the year my family and I just wanted to rest, be at home watching movies and eating something delicious.

Last Sunday provoked me to cook something different for my family. I like to do it whenever I can and if I have time I carry it out. Cooking for my family is definitely telling them that "I love them " almost tacitly because doing it means work, time invested, and a lot of love so that the food has that personal touch we call seasoning. Researching recipes, watching channels like Food Network or El Gourmet, being creative with what you have in the fridge, endless burns from inexperience and cooking, cooking a lot until you learn when the food is just right. All of this boils down to an act of serving others to make them happy for just a few minutes, but it is well worth it.

It satisfies me to see my children and my husband happy tasting what I made for them with so much love and dedication. Even more when they affirm saying "Mommy, it was delicious, tomorrow you will prepare the same for me ". That makes me proud and I like the idea that they will always remember me because I cooked so well.

So for that Sunday, I woke up with the desire to make a very typical breakfast of our country. The main star is the cachito, a rolled bread with ham, cheese, or a combination of both insides. Its appearance is similar to the croissant, but its texture and flavor are completely different. It is delicious and children and adults love it equally.

There is almost no bakery or lunch shop in our country that does not have the cachito on its menu and it is often served with coffee with milk, malt, or orange juice.

I chose the cachito as breakfast because for us Venezuelans it is synonymous with sharing with our friends and family. In fact, one of my friends reminded me of an anecdote when she commented on my post, where I shared the preparation of this delicious stuffed bread. Immediately after seeing my post, she told me that she remembered when we used to eat cachitos as an excuse to get together after work to talk about things with friends and share.

To see the recipe and method of preparation of the famous cachito, click here.

I had already thought about how I would make the recipe and how I wanted to get out of the routine. Since we are fortunate enough to live in a ground-level apartment and have a few extra meters where we can be outdoors I decided that I didn't want to eat in our traditional dining room. Thank goodness, a few years ago before we moved in, we had expanded our apartment to have a patio where we could grill and invite our family and friends over. So we set up our space with a table and four chairs for breakfast in the sunshine listening to the birds sing.

While having breakfast, we shared and talked about different topics with our children. They are philosophers. Sometimes I wonder how they can reason about such complex things in life if they are seven and eight years old. To give an example, my youngest son has the following phrase "we have to overcome our fears " 🤓. He said it the first time being at the beach. His older brother didn't want to go to the beach alone and he said: "Matthew, you have to overcome your fears. " Instead my older son talks about very serious topics, about how the earth was before humans, about global warming, endangered animal species and extraterrestrials 🤣.

Her dad and I simply let them talk and express themselves. We answer their questions and we all begin to participate on the topic. My husband and I love that they can express themselves without being afraid to speak their minds. Many times they even know more than I do. They are geniuses.

The truth is that doing these activities at home, such as cooking something different and making family time fun, makes us achieve an extraordinary connection with our children, fostering greater family unity. It brings happiness, learning and well-being. For a moment we forget about our daily worries and enjoy with joy that quality time with our family.

I hope you liked my content and see you in the next post.

All photos are my own.

• Photographer and cameraman: @charsdesign
• Camera: Canon EOS 40D
• Photo editing: Adobe Photoshop
• Banner creation: Canva
• Jomy Life logo design and dividers: @charsdesign with Adobe Illustrator
• Location: My apartament
• Translator free version: DeepL

Ahora en Español

¡Feliz inicio de año, queridos amigos de @TheWeekends!

Con todos los compromisos de diciembre tuve unos días muy ajetreados, así que estos primeros días del año mi familia y yo solo hemos querido descansar, estar en casa viendo películas y comiendo algo rico.

El domingo pasado me provocó cocinar algo distinto para mi familia. Me gusta hacerlo cada vez que puedo y si tengo tiempo lo llevo a cabo. Cocinar para mi familia definitivamente es decirles que “los amo” casi tácitamente porque hacerlo significa trabajo, tiempo invertido y un montón de amor para que la comida quede con ese toque personal al que llamamos sazón. Investigar recetas, ver canales como Food Network o El Gourmet, ser creativo con lo que tienes en la nevera, infinitas quemaduras por inexperiencia y cocinar, cocinar mucho hasta aprender en que momento la comida queda en su punto. Todo esto se resume en un acto de servir a los demás para que sean felices por apenas unos minutos, pero bien vale la pena.

A mi me satisface ver felices a mis niños y a mi esposo degustando lo que hice para ellos con tanto amor y dedicación. Mas cuando afirman diciendo “mami te quedó delicioso, mañana me preparas lo mismo”. Eso me enorgullece y me gusta la idea de que siempre me recuerden porque cocinaba rico.

Así que para ese domingo me levanté con muchas ganas de hacer un desayuno muy típico de nuestro país. La estrella principal es el cachito, un pan enrrollado que en su interior lleva jamón, queso o una combinación de ambos. Su aspecto es parecido al croissant, pero su textura y sabor son completamente distintos. Es delicioso y a los niños y adultos les encanta por igual.

Casi no existe panadería o lunchería en nuestro país que no tenga dentro de su menú al cachito y frecuentemente se le puede degustar acompañado con café con leche, malta o jugo de naranja.

Elegí el cachito como desayuno porque para nosotros los venezolanos es sinónimo de compartir con nuestros amigos y familiares. De hecho, una de mis amigas me recordó una anécdota cuando hizo un comentario en mi post, donde compartí la peparación de este delicioso pan relleno. Inmediatamente después de ver mi post me dijo que se acordaba cuando comíamos cachitos como excusa para reunirnos después del trabajo para hablar cosas de amigas y compartir.

Para ver la receta y el método de preparación del famoso cachito, pueden hacer click aquí .

Ya tenía pensado como haría la receta y como quería salir de la rutina. Como tenemos la fortuna de vivir en un apartamento en planta baja y unos metros extras donde podemos estar al aire libre decidí que no quería comer en nuestro comedor tradicional. Gracias al cielo, hace unos cuantos años antes de mudarnos, habíamos ampliado nuestro apartamento para contar con un patio donde pudieramos hacer parrillas y de esa manera poder invitar a nuestros familiares y amigos. Así que ambientamos nuestro espacio con una mesa y cuatro sillas para desayunar a la luz del sol escuchando los pajaritos cantar.

Mientras desayunamos, compartimos y hablabamos de temas diversos con nuestros niños. Ellos son unos filósofos. Algunas veces me pregunto como pueden razonar cosas tan complejas de la vida sin son unos niños de siete y ocho años. Para dar un ejemplo, mi hijo menor tiene la siguiente frase “tenemos que superar nuestros miedos” 🤓. Lo dijo la primera vez estando en la playa. Su hermano mayor no quería entrar a la playa solo y él dijo: “Matthew, tienes que superar tus miedos”. En cambio mi hijo mayor habla sobre temas muy serios, de cómo era la tierra antes de los seres humanos, sobre el calentamiento global, la especies animales en peligro de extinción y extraterrestres 🤣.

Su papá y yo simplemente dejamos que hablen y se expresen. Respondemos sus preguntas y todos comenzamos a participar sobre el tema. A mi esposo y a mí nos encanta que ellos puedan expresarse sin miedo de decir lo que piensan. Muchas veces hasta saben más cosas que yo. Son unos genios.

Lo cierto es que hacer estas actividades en casa como cocinar algo distinto y hacer ameno el momento en familia hace que logremos una conexión extraordinaria con nuestros hijos impulsando una mayor unión familiar. Nos proporciona felicidad, aprendizaje y bienestar. Por un momento nos olvidamos de las preocupaciones diarias y disfrutamos con alegría ese tiempo de calidad con nuestra familia.

Espero que les haya gustado mi contenido y nos vemos en el próximo post.

Todas las fotos son propias.
• Fotógrafo y camarógrafo: @charsdesign
• Cámara fotográfica: Canon EOS 40D
• Edición fotográfica: Adobe Photoshop
• Creación de banners: Canva
• Diseño de logo Jomy Hive y separadores: @charsdesign con Adobe Illustrator
• Traductor versión gratuita: DeepL
• Locación: Mi apartamento