Ayer paseando me fijé en estos árboles, más bien arbustos descontrolados, que han terminado secándose y que no han llegado vivos al otoño. Plantas que, cuando usamos el blanco y negro, dejan una imagen de decrepitud bastante asombrosa.
Me encanta jugar con el blanco y negro cuando edito las fotografías, ya que de una imagen que no dice mucho, de pronto nos encontramos con otra que realmente trasmite mucho, concretamente esta imagen da esa sensación de muerte o de tristeza.
Naturaleza muerta.