El Barça impone su jerarquía
el Barça aprovechó todos los detalles para poner una renta tranquilizadora de cara al Olímpico. Hasta esos autogoles que tanto rédito le han dado este año. Dos en unos cuartos de final son una ventaja más que considerable. Y oportuna, en un día menos brillante de Messi. Que ya es noticia. Al final no apareció él sino Suárez para aprovechar un regalo impropio de una defensa de Champions.El desenlace fue más propio de lo que esperaba el Camp Nou, enfriado en el primer tramo. Saltó al verde el Barça confiado en su superioridad y encontró una maraña complicada de desenredar. A pesar de las bajas notables, el zurdo Ünder y el guerrillero Nainggolan, la Roma de Di Francesco se desenvolvió con aplomo, restando espacios al rival para evitar que corriera.
Y como Valverde optó por doblar el lateral diestro y dar vuelo a Sergi Roberto, al fin interior, la primera parte puso a prueba la paciencia azulgrana. Venían los culés de sufrir sin Busquets en el Pizjuán. El regreso del 5 junto a Rakitic fortaleció la medular azulgrana, pero no volcó el juego sobre la parcela visitante. De hecho, tras un gol bien anulado a Luis Suárez por fuera de juego -imponente el pase de Iniesta de primeras-, la Roma combinó bien hasta colocar a Dzeko en el área. El bosnio se trabó, cuerpeado por Semedo, y reclamó penalti que el colegiado holandés no cobró, con buen criterio.
La aplicación del bloque romanista redujo al mínimo las llegadas azulgranas hasta el descanso. Es sólido el Barça, mucho más que en años anteriores, pero cuando te abrigas los pies destapas la nariz. El marcaje escalonado a Messi en la parcela central desactivó los cables para detonar el partido.
Pese al equilibrio aparente por el esfuerzo del bloque de Di Francesco, la diferencia entre ambos conjuntos es abismal, y cuando el Barça redobló la presión y aceleró las combinaciones interiores las cartas quedaron boca arriba. En el esfuerzo de De Rossi por evitar el último pase de Iniesta a Messi desvió con tanto ímpetu que doblegó a Alisson. Antes del descanso respondió la Roma con polémica. Cayó Florenzi sobre el borde del área, interceptado por Umtiti. Puede que el derribo empezara dentro y acabara fuera. Es imposible que el árbitro en directo viera exactamente dónde ocurrió. Lo pitó fuera. Nada que objetar.
Es complicado pensar que el Barça no te va a marcar en 180 minutos. Lo de la Juventus en los cuartos de final del año pasado fue una gran sorpresa. Por lo tanto, sabiendo que los azulgranas dominarán, la Roma tiene que encontrar maneras para llegar a Ter Stegen si quiere seguir soñando en la Champions. Si no, el talento de uno de losmejores equipos del mundo le sobrepasará.
Un portero frío
La portería sin duda es una de las posiciones que mejor cubiertas tiene la Roma. Alisson es un guardameta de gran estructura física y está haciendo una gran temporada. Difícilmente pierde la posición y la concentración porque tiene la mente fría, que es algo muy valioso en su demarcación. También es constante y domina casi todas las facetas del juego. Para mí está entre los mejores del mundo, aunque es cierto que el hecho de jugar en la Roma le resta la publicidad que le da ser internacional con su país de cara al Mundial de Rusia.
Una zaga compensada
Di Francesco cuida mucho la defensa. Kolarov siempre ha estado a un a un gran nivel en Italia, como hace unos años en la Lazio antes de irse al Manchester City. Tiene mucha proyección en ataque y atrás también cumple. Pero si hace falta, Florenzi le compensa en la otra banda. El italiano es un jugador muy polivalente, de esos más valorados dentro de un vestuario que fuera. Su figura puede compararse a la de Sergi Roberto en el Barcelona. Los centrales también se complementan a la perfección. La dupla Manolas-Fazio forma con Alisson un triángulo de mucha seguridad para la Roma. El argentino no es rápido, pero sale muy bien desde atrás y tiene muy buena colocación, mientras que el griego es un marcador más especialista, un maestro en el choque con los atacantes rivales.
El hombre clave de la medular Si analizamos hombre por hombre, la línea más floja de la Roma es la medular. Y más aún teniendo en cuenta que Nainggolan no jugo hoy por una lesión. El belga es un jugador clave en el esquema giallorosso, uno de los medios más completos que hay en el fútbol italiano. Es un genio en los cambios de juego, es intenso y llega a portería con peligro. Su baja es muy sensible para la Roma. Gerson, Gonalons y Strootman no están a su altura, mientras que De Rossi es un jugador de otro perfil, más veterano y que poco a poco va perdiendo regularidad y condiciones sobre el campo. De las alternativas que hay, Strootman tiene que recuperar el nivel que tenía antes de lesionarse. Ahora le falta presencia. Y los minutos de Gerson contra el Bolonia no invitan demasiado al optimismo. Será interesante ver cómo contrarresta Di Francesco el dominio de Messi entre líneas.