Las babosas no tienen antenas

Apenas comienza el temporal de lluvia y las babosas inician su peregrinase hacia esos sitios húmedos del suelo, entre el pasto y bajo las piedras en búsqueda de alimentos de cualquier naturaleza, ya que son omnívoros provistos de 2 mandíbulas con dentadura para comer los bordes de las hojas, roer las raíces de algunas plantas y si se presenta un platillo animal también pasará a su tracto digestivo.

Se valen de sus tentáculos sensoriales y ópticos para olfatear, tocar y observar todo a su paso, que por cierto no es tan rápido, alcanzando una rapidez entre 10 y 100 metros en una hora, dependiendo de la especie y sobre todo de las condiciones del terreno.

Este espécimen lo encontré subiendo una pared de la casa, hacia el lado que da al jardín, siendo que sus hábitos de alimentación son nocturnos me pareció algo extraño verlo cerca del mediodía en ese lugar, luego me di cuenta que la lluvia que caía era un factor a favor de su desplazamiento diurno.

En este miniBoletín resalto su anatomía en el manto y cabeza de esta Gastropoda, pues como se trata de un molusco de tierra, éste respira aire a través de su sistema pulmonar (Pulmonata) que se inicia con la abertura llamada neumostoma, ubicada en la parte derecha de su manto. Aprovecho de comparar su morfología con el caracol que posee una concha que sirve de hogar y protección de órganos vitales, mientras que la babosa carece de esta concha y en otras especies apenas se ha desarrollado una estructura semejante. En las babosas marinas se pueden distinguir los rinóforos en su cabeza, los cuales constituyen sus órganos sensoriales equivalentes a los tentáculos sensoriales y ópticos que vemos en las babosas terrestres.

Sigo comparando con los gasterópodos marinos que tienen un sistema respiratorio por branquias, mientras que esta babosa terrestre la tiene pulmonar. En algún momento, durante la grabación, sentí que observaba mi celular, aunque no tiene los ojos tan desarrollados como para distinguir y formar imágenes nítidas sino que usa su fototropotaxis para diferenciar la intensidad de luz en sitios iluminados y oscuros para proteger su delicado y mocoso cuerpo.