Mosca Grulla de la Familia Tipulidae

Observaba entre los arbustos para ver si encontraba alguna especie animal que pudiera captar con mi lente fotográfico y hallé a un insecto volador posado en una hoja. Sus largas patas y sus alas desplegadas le hacen resaltar en la vegetación.

Además de sus delgadas, frágiles y largas patas, también destacan sus 2 alas membranosas (venosas) en lugar de 4 alas. Se observan las alas principales (anteriores) desplegadas mientras se encuentra en reposo y sus alas secundarias (posteriores) son modificadas en forma y tamaño, son llamadas halterios.

Este insecto tipúlido no es un experto aviador y su vuelo algo errático está bajo el dominio de la torre de control llamada los órganos cordotonales, donde se genera la información de la posición relativa de las alas, el cuerpo, las patas y programa automáticamente la dirección espacial en la que se va a dirigir.

Estos halterios constituyen la parte esencial para controlar el desplazamiento aéreo de la mosca grulla, ya que su fisiología es la que determina el giro y estabilidad del cuerpo mientras vuela. Como se puede deducir rápidamente al detallar su cuerpo, no tiene un diseño aerodinámico que le favorezca como insecto volador, pues sus largas patas y alas cortas producen un desbalance que se puede controlar con este tipo de balancines (halterios).

Presenta ojos compuestos del tipo dicóptico, pues no llegan a tocarse. No tengo una imagen ampliada distinguible para ver sus ocelos, aunque sí observamos su cabeza alargada con su par de antenas.

Como puede verse en todas las fotografías que les presento en este miniBoletín, sus alas permanecen desplegadas mientras está en reposo, lo cual es una característica asociada a los insectos con alas del tipo Palaeoptera.