My dad has always had a knack for seeing potential in things that others overlook. Ten years ago, when he retired and achieved financial freedom, he decided to turn his passion into a hobby: buying houses in less than perfect condition, completely renovating them and then selling them. This hobby has allowed him not only to stay active but also to channel his creativity and love of design.
His latest work is a house he bought at a fairly low price, but with endless possibilities hidden beneath its unkempt appearance. Located in a quiet, tree-lined neighborhood, the house was structurally sound, but needed a lot of work to restore it to its former glory. My father, with his usual enthusiasm, saw beyond the walls and roof in need of repair, envisioning a modern and welcoming home.
The project took him nearly a year, a time in which every corner of the house was transformed. First came a meticulous planning process. My father spent weeks drawing plans and designing every detail, from the layout of the spaces to the colors of the walls and the type of flooring. He loves being involved in every step of the process, making sure his vision becomes a reality.
They started with the exterior, restoring the garden and facade. They replaced the old windows with larger, more efficient ones, allowing natural light to flood the interior. The roof was completely renovated, ensuring not only its functionality, but also a harmonious aesthetic with the rest of the house. Every plant and shrub in the garden was carefully selected, creating a green and welcoming space.
Inside the house, the transformation was even more remarkable. They knocked down some walls to create an open space on the first floor, connecting the kitchen, dining room and living room into one large, bright room. My father chose a neutral, warm color palette, with touches of natural wood that brought a sense of warmth and comfort. The kitchen was outfitted with state-of-the-art appliances, and every cabinet and surface was precisely selected to combine functionality and style.
The master bathroom became an oasis of relaxation, with a modern-style shower, freestanding tub and marble accents. Each room was decorated with comfort and design in mind, with built-in closets, carefully selected lighting and windows offering views of the renovated garden.
My father also paid attention to details that many might overlook. He installed an efficient heating and air conditioning system, renovated all electrical and plumbing, and added sound and thermal insulation to ensure the house was comfortable and energy efficient.
As the project progressed, each visit to the house became a discovery of new details and improvements. My father's passion and dedication were reflected in every corner, in every room, in every little detail that had been carefully thought out and executed.
Finally, after almost a year of hard work, the house was ready. What had started out as an aging, neglected structure had been transformed into a modern, welcoming and lively home. My father, with a mixture of pride and satisfaction, put the house on the market. But beyond the sale, what really mattered was the process, the opportunity to create something beautiful and functional, and the satisfaction of seeing his vision come to life.
This project is a testament to the talent and dedication of my father whom I love dearly. Each house he renovates not only becomes a valuable property, but also a reflection of his passion for creation and design. The latest of his works is not just a house, but a work of art that encapsulates years of experience, love and dedication.
SPANISH VERSION (click here!)
Mi papa siempre ha tenido una habilidad para ver el potencial en cosas que otros pasan por alto. Hace diez años, cuando se retiró y alcanzó la libertad financiera, decidió convertir su pasión en un hobby: comprar casas en condiciones menos que perfectas, renovarlas completamente y luego venderlas. Este pasatiempo le ha permitido no solo mantenerse activo sino también canalizar su creatividad y amor por el diseño.
Su última obra es una casa que compró a un precio bastante bajo, pero con un sinfín de posibilidades escondidas bajo su aspecto descuidado. Ubicada en un barrio tranquilo y lleno de árboles, la casa tenía una estructura sólida, pero necesitaba mucho trabajo para devolverle su antigua gloria. Mi padre, con su habitual entusiasmo, vio más allá de las paredes y el techo que necesitaba reparación, imaginando un hogar moderno y acogedor.
El proyecto le llevó casi un año, un tiempo en el que cada rincón de la casa fue transformado. Lo primero fue un meticuloso proceso de planificación. Mi padre pasó semanas dibujando planos y diseñando cada detalle, desde la disposición de los espacios hasta los colores de las paredes y el tipo de suelo. Le encanta estar involucrado en cada paso del proceso, asegurándose de que su visión se haga realidad.
Comenzaron por el exterior, restaurando el jardín y la fachada. Reemplazaron las ventanas antiguas por otras más grandes y eficientes, permitiendo que la luz natural inundara el interior. El techo fue completamente renovado, garantizando no solo su funcionalidad, sino también una estética armoniosa con el resto de la casa. Cada planta y arbusto en el jardín fue seleccionado cuidadosamente, creando un espacio verde y acogedor.
Dentro de la casa, la transformación fue aún más notable. Derribaron algunas paredes para crear un espacio abierto en la planta baja, conectando la cocina, el comedor y la sala de estar en un solo ambiente amplio y luminoso. Mi padre eligió una paleta de colores neutros y cálidos, con toques de madera natural que aportaban una sensación de calidez y confort. La cocina fue equipada con electrodomésticos de última generación, y cada gabinete y superficie fue seleccionado con precisión para combinar funcionalidad y estilo.
El baño principal se convirtió en un oasis de relajación, con una ducha de estilo moderno, una bañera independiente y detalles en mármol. Cada habitación fue decorada pensando en la comodidad y el diseño, con armarios empotrados, iluminación cuidadosamente seleccionada y ventanas que ofrecían vistas al renovado jardín.
Mi padre también prestó atención a detalles que muchos podrían pasar por alto. Instaló un sistema de calefacción y aire acondicionado eficiente, renovó toda la instalación eléctrica y de fontanería, y añadió aislamiento acústico y térmico para garantizar que la casa fuera cómoda y eficiente en términos energéticos.
A medida que avanzaba el proyecto, cada visita a la casa se convertía en un descubrimiento de nuevos detalles y mejoras. La pasión y dedicación de mi padre se reflejaban en cada esquina, en cada habitación, en cada pequeño detalle que había sido cuidadosamente pensado y ejecutado.
Finalmente, después de casi un año de trabajo arduo, la casa estaba lista. Lo que había comenzado como una estructura envejecida y descuidada se había transformado en un hogar moderno, acogedor y lleno de vida. Mi padre, con una mezcla de orgullo y satisfacción, puso la casa en el mercado. Pero más allá de la venta, lo que realmente importaba era el proceso, la oportunidad de crear algo hermoso y funcional, y la satisfacción de ver su visión hecha realidad.
Este proyecto es un testimonio del talento y la dedicación de mi padre a quien amo profundamente. Cada casa que renueva no solo se convierte en una propiedad valiosa, sino también en un reflejo de su pasión por la creación y el diseño. La última de sus obras no es solo una casa, sino una obra de arte que encapsula años de experiencia, amor y dedicación.