Fantasma: Al pronunciar esta palabra con suavidad pareciera salir por la boca una espesura fantasmagórica. Además, la vida esta llena de fantasmas. Las palabras mismas a veces son fantasmas. Es una palabra metafísica.
Árbol: es una palabra rara, como los àrboles. Lo que pasa es que tanto la palabra como el árbol se ven tanto que no se nos hacen extraños, como pasa con muchas rarezas de todos los días.
Madera: es una palabra con olor y textura, con color también. Como una tarjeta de presentación.
Libertad: decirla es liberarse un poco. Con la “d” surge un gesto subversivo. Hay palabras que transforman por si solas.