Había una vez, una hermosa niña de 16, Josefina, que como cualquier otra estaba en su último año de bachillerato y se preocupada por la admision a la universidad, así que decidió hacer un curso pre universitario. Sin embargo, por mi parte, yo no pensé que me hiciera falta, bien equivocado que estaba, pero mi mamá no pensó así y me inscribió.

El primer dia del curso decido sentarme de último hacia un lado y en eso llega ella, se sienta de primera en el extremo opuesto del salon, la vi con su pollina de medio lado y sus ojos miel tan brillantes, me dejo hipnotizado el resto de la clase, no pude dejar de admirar su belleza desde ese instante, aunque pareciera difícil, habia un hueco entre todas las personas sentadas que me permitia ver su perfil, y solo pensaba que ella no estaba a mi alcance y que alguien como yo no podría conquistar tal belleza.

La semana pasaba, el jueves nos preguntaron a uno por uno en que universidad queríamos estudiar y que carrera, llegó mi turno y dije ingeniería mecánica en la UCV, un rato después le tocó a ella y no pude creer su respuesta, quería la misma carrera que yo en la misma universidad. Pasé el resto de la clase imaginando que una vez en la universidad lograria hablarle y que con algo de suerte y esfuerzo, capaz lograría algín día ser su mejor amigo, pero con verla me bastaba.

Paso la primera semana y en la segunda semana me habló para que me sentara junto ella y sus amigas para hacer una prueba del curso, lo hice y fue la primera vez que hablamos y hasta intercambiamos teléfonos. Para mí sorpresa me escribe como a las 7pm para preguntarme algo acerca del curso, tardé un poco en responder de modo que no notara mi interes en ella, me hice el "duro". Aunque un rato después decidí sacar tema de conversación y no paramos de hablar, eran al menos 3 o 4 mensajes por minuto, estuvimos asi algunas horas. Sentí durante todo ese tiempo mi corazón acelerado, era inevitable por la emoción.

El mismo viernes de esa semana, el grupo de amigos del curso deciden ir a un centro comercial que estaba cerca para comer y pasar el rato, yo tenía un compromiso al cual no podía faltar, pero ni siquiera eso me impidió ir, ya que al terminar fui a donde estaban. Todos paseábamos y nos sentamos en un banco para conversar un rato, ella se puso al lado mío y no sabía que hacer, nunca sentí interes de su parte, pero eso no quita los nervioso que estaba. Empezamos a hablar ella y yo, y nos desconectamos de las personas con quien estábamos, la salida grupal habia pasado a ser una cita con algunos amigos acompañando, donde los únicos que sabían realmente que sucedía eran esos amigos. La tarde pasó y llegó la noche, ya estabamos esperando la hora de irnos y en ese momento todo se paró, ella rodeaba mi cuello con sus brazos y yo tenía mis manos en su cintura, habalabamos muy concentrados en lo que decía el otro y era imposible desviar la mirada, ya me había venido a buscar, y no la bese por miedo a ser rechazado y que todo fuera un mal entendido, pero ella se pusó en puntillas se acerco un poco y así fue nuestro primer beso, muy breve pero inolvidable, ya que ese fue el momento en que todo comenzó, el inicio de la historia sin fin.

-Josefina y yo

Todo esto ocurrió 4 años atrás, hoy por hoy seguimos juntos, a pesar de que estudiamos en universidades y carreras diferentes, eso no es obstáculo para nuestro amor, su casa queda de camino a mi universidad y siempre que puedo me paró a darle un beso. Josefina es mi princesa y aún hoy sigo sin entender como alguien tan hermosa como ella se fijó en mí, simplemente doy gracias por todo lo que ocurrió y como pasó porque gracias a eso hoy soy la persona mas feliz del mundo porque tengo la suerte de compartir mi vida con alguien como ella, carismatica, generosa, hermosa y sobre todo muy amorosa. Simplemente, la amo!