CAPÍTULO I
VIVIENDO A PESAR DE TODO
Rachel, en sus inicios escolares, no fue inscrita en Kínder (denominación que se le daba al preescolar en esa época de la infancia de Rachel) fue a una escuelita, donde enseñaban lo básico leer, escribir, sumar y restar, eso le permitió entrar a primer grado a los 6 años, recuerda que su primera maestra se llamaba Elvia. Rachel entra a la escuela de primaria, su maestra María por cuatro años seguidos, es su mejor modelo a seguir, allí conoce a sus amigas que hoy considera hermanas y recuerda con mucho cariño a pesar de no tener mucho contacto por el tren de vida que lleva cada una, en un vagón distinto, todas alzaron vuelos a sus destinos. Sus amigas en el presente: Kley, Carmela, Darlen son las amigas de la primaria que siguieron hasta la secundaria juntas, donde conocen a las otras que forman parte del clan: Betty y Arily. Rachel recuerda muchos momentos de la escuela, allí disfrutó mucho, perteneció al equipo de voleibol y al grupo de danzas, eso lo recuerda muy bien, así como a su profesor Peter. De manera especial recuerda, el último baile de sexto grado, que fue sobre las guerras de las galaxias, la cual se estrenaba para ese entonces en el cine. Recuerda que recibió su certificado de sexto grado, que le daba paso a entrar a secundaria, en ese tiempo se hacían graduaciones de sexto grado como las de bachillerato hoy en día. Sobre su interés por el baile, Rachel recuerda que en una Semana Santa participó en un concurso y ganó un premio de un cuadro de la Última Cena, su mamá Angelis, tuvo ese cuadro guardado por mucho tiempo
Rachel, de su secundaria recuerda que fue muy aplicada, aunque muy temerosa y presentaba miedo escénico a las evaluaciones orales, en especial las exposiciones, pero, gracias a una profesora de Educación Artística, quien vio su potencial desde primer año, le dio no solo a ella, sino a todo el grupo tips de cómo hacer exposiciones e ir venciendo poco a poco el miedo escénico. Les dijo en esa oportunidad, recuerda Rachel “deben ir acostumbrándose a exponer, secundaria no es igual que primaria, y ustedes en el último año debe defender su proyecto de investigación o de ciencias” ”, eso le quedó grabado y fue trabajando eso poco a poco, para tener más confianza en ella misma, reconociendo que el miedo lo podemos vencer, si tenemos seguridad de lo que estamos hablando. Sobre ese proyecto de investigación, recuerda Rachel, que defendió en forma magistral. Por cierto, recibió mucho apoyo de su padre para hacer el experimento, su profesora preferida de biología Zaida la felicitó, hoy han mantenido contacto a pesar del tiempo, incluso Rachel adulta, la invitó a su defensa de tesis de maestría en orientación de padres. A pesar que a Rachel ya le ha tocado muchas veces hablar en público, su mejor aliado es la escritura, allí siente más libertad, las palabras fluyen como cual polvo mágico en el papel, dando forma a su pensamiento.
Otro momento de la secundaria, que recuerda Rachel es su último año, tenía tanto planes para su acto de grado, pero para ese tiempo cual difícil era el sistema educativo, era súper rígido. Sin embargo, Rachel añora esa forma de educar tan exigente, claro con la flexibilidad de acuerdo a las circunstancias; pero la misma fuerza para exigir, pues en ese tiempo no se daban tantas facilidades como ahora. Rachel considera que el hecho de que les exigieran todos sus maestros la forjaron para ser una mejor persona, para sobrellevar todas sus penas, para salir adelante, con sus palabras, los recuerda con gran admiración por la vocación que le transmitieron y le hicieron una mujer de bien. No fracasa en la universidad gracias a las bases sólidas que le dejaron cada uno de sus maestros y profesores. Rachel recuerda de ese 5to año, como fue aplazada en física y esa fue la razón de su tristeza, lloró hasta el cansancio.
Piensa que hoy en día esto no se aplica en secundaria, si hoy fuese adolescente, hubiese podido asistir a su acto, pues todas sus materias las había aprobado en los tres lapsos. Algunos profesores que le tenían gran aprecio, el profesor de Ciencias de la Tierra, quien era amigo de su padre, le dijo: “no te preocupes, ni llores, tú sacaras esa materia, y con tus excelentes notas entrarás a la universidad, ya verás” y así fue, en verdad. Lloraba, porque soñaba con ese acto de graduación y su baile, todo se frustró y también sus vacaciones, pero su conducta y dedicación le garantizaron el éxito, su familia no le regañó, todo lo contrario, le dijeron que solo debía esforzarse más en las que no eran sus materias fuertes. Rachel sintió mucha rabia y tristeza, porque a pesar que hizo un curso, porque conocía de su debilidad, nadie aprobó el examen, ni siquiera los que estaban muy bien calificados. La calificación más alta fue 08, todos estaban llorando, los delegados fueron hablar con el Director del liceo y en un consejo docente extraordinario aprobaron a todos los que tenía 08, lamentablemente Rachel tenía 07 y tuvo que reparar. Eso la deprimió mucho y no pudo graduarse con sus compañeros de clases, pero sus amigas de toda la vida también quedaron aplazadas y Darlen que siempre reparó y en quinto año logro aprobar todas las asignaturas, se solidarizó con sus amigas y dijo: “ustedes fueron siempre excelentes estudiantes, yo no voy al acto académico y se graduó por secretaría”, eso fue un hermoso testimonio de amistad. Ser un verdadero amigo, es tender la mano en los momentos más difíciles, poder sacrificarse para apoyar a su amigo, cuando se le ha tratado en forma injusta, pero, en especial “ser amigos es estar a su lado en los peores momentos o más difíciles, dando apoyo sincero y muestras de solidaridad” pero, el profesor Malavé, de Ciencias de la Tierra, y quien le dio Química en tercer año, tenía razón, Rachel fue asignada por el Consejo Nacional de Universidades y salió en Biología como ella solicitó y muchos de los que se graduaron, no entraron porque su promedio no les dio. Esa son las razones de la vida, cada uno cosecha a su tiempo y su cosecha fue el esfuerzo de cinco años, no el de un solo año y en una asignatura, y menos aún, donde el docente no fue justo.
Hoy en día, entiende que cada acontecer es necesario, que cada experiencia vivida es una lección de vida, el hecho de no poder ir a su acto académico, le sirvió para hoy como docente apoyar a cada uno de sus discípulos del último año, orientándolos a dedicar a aquellas materias donde tienen debilidades, aunque hoy no es tan difícil como en los tiempos de Rachel. Cuando te autorevelas a tus estudiantes, ellos ven que no te la sabes toda y que también puedes cometer errores y que también fuiste adolescente y que no se puede ir por la vida dejando cabos sueltos, porque tarde o temprano, nos pasarán factura de nuestras acciones. El descubrirse con tus debilidades y fortalezas te hace más humano, ante el otro, no el hacerte un héroe o victimizándote, sino el hecho mismo, de ser humano como cualquier otro con errores y defectos, con derecho a equivocarse. Pero también con ganas de volar hacia un mejor destino, a ese horizonte que en algún lugar te espera a que aterrices para brindarte un abánico de oportunidades y una llave para que abras esa puerta que te conduce a tu nueva vida. Por tanto, el docente cual escultor del conocimiento, debe tener claro sus principios y valores, debe poseerlos, no se da lo que no se tiene. Pero, vale destacar, que se adentra en el sentir de sus estudiantes cuando se muestra sincero, el verbo debe ir con el accionar. Cuando se miente al estudiante, se pierde su confianza y su respeto. Esto son principios básicos para una adecuada relación docente-estudiante.
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CAPÍTULO I
https://steemit.com/spanish/@rakupp/el-aguila-blanca-en-busca-de-su-destino
Excelente, me gusto mucho.
Gracias por leerme, te sigo,te voto