La Familia siempre será prioridad en el desarrollo integral de una persona y de la sociedad misma. Todos manejamos ese concepto de que la familia es la base de la sociedad. La Palabra de Dios contiene una serie de consejos útiles tanto para los padres como para los hijos de manera que la relación sea armoniosa, basada en principios que harán de cada integrante un ser capaz, completo, pleno, que pueda incidir de manera positiva en los diferentes espacios donde se desenvuelve. Definitivamente la Biblia representa un manual de vida.

Creo que necesitamos siempre la dirección de Dios para las diferentes facetas o roles que llevamos o ejercemos en la vida. Ya sea como padre, madre, esposo, esposa, hijo, hija y más.

Fuente

El Papel de los Padres.

Colosenses 3:18-20 cita:

Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.

A los padres se les confía la responsabilidad de desarrollar el potencial dado por Dios a los niños. Entonces, deben criar a sus hijos en una forma piadosa (Efesios 6:4). En efecto, el propósito de los padres debería ser de presentar a sus hijos maduros en Cristo para su servicio a Dios. Los niños bien entrenados en los caminos de Dios no se aparatarán de ellos cuando sean mayores. Es conveniente resaltar que los padres no son dueños de sus hijos, sino que Dios les ha confiado la custodia de esos niños.

La Responsabilidad de los Padres hacia sus Hijos.

✔ Los niños deberían ser queridos y amados. El amor compartido entre los miembros de la familia es esencial para la supervivencia de la misma. Sin amor, un hogar se convierte en una casa donde la gente meramente come, duerme y se va lo antes posible. Los padres dirigen mal su amor cuando demuestran más preocupación por proyectos familiares, por ejemplo, mejorar la casa, que por los miembros de la familia y cuando favorecen a un miembro de la familia ante otro.

✔ Dios considera a los niños una bendición, pues son herencia del Señor, es decir, dados por Dios (Salmo 127:4-5). Cada padre debe considerar a su hijo una bendicón y no una maldición, deben ser vistos como una recompensa, una corona, como plantas de olivo alrededor de tu mesa (Salmo 128:3).

✔ Impartir corrección cuando sea necesario. Los padres deberían disciplinar a sus hijos para evitar mimarles. Proverbios 29:15 dice: "La vara y la corrección dan sabiduría, más el muchacho consentido avergonzará a su madre". Los niños deben aprender que el comportamiento malo será disciplinado, no en ira sino en amor.

✔ No provocar a ira a sus hijos. Los padres estan llamados a "moldear" el carácter por la práctica de la disciplina, el entrenamiento, la repetición. El poder del entrenamiento eficaz está no en aquello que un padre pueda decir y enseñar sino en lo que es y hace. No podemos enseñar a los niños ideales con los que nosotros no cumplimos. Cuando vivimos lo que enseñamos podemos enseñar a otros a vivir. El amor de los padres, inspirados por el amor de Dios, ejercita una gran influencia en el hogar e inspira la crianza eficaz de los niños. El amor que atrae es más que la ley que exige.

✔ Permitirles crecer y establecer independencia. Los padres necesitan confiar sus hijos al Señor y permitirles que crezcan. Esto se tiene que hacer con sensibilidad de parte de los padres en el momento adecuado. Es bueno establecer pautas a los hijos, pero los padres no han de ser legalistas acerca de ella, en especial cuando los niños se hacen mayores. Se tiene que desarrollar comunicación entre padres e hijos, comunicación que permita averiguar razones detrás del comportamiento y comprensión de actitudes llevando a un ajuste de las pautas si hace falta.

A veces los niños sienten y declaran que sus padres son demasiados protectores, que se preocupan demasiado, que no escuchan, que profesan algo que no son. Estas cosas no se podrían decir de padres que aman a sus hijos en forma piadosa. La manera de Dios es que los niños sean criados de tal forma que se hagan cristianos ellos mismos y que sigan adelante a vivir su propia vida, todavía con amor y respeto hacia sus padres.

Recuerda la rebelión de un joven no es sólo una fase por la que todo niño pasa. La rebelión contra los padres es un pecado. Para evitar esto, los padres deberían permitir a sus hijos que tengan independencia en el momento preciso.

El Papel de los Hijos.

Fuente
✔ Dios espera que los hijos obedezcan, honren y respeten a sus padres. Este es su papel de relación. Exodo 20:12 declara el siguiente mandamiento: "Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se larguen en la tierra que Jehová tu Dios te da". Este representa el primer mandamiento con una promesa adjunta.

✔ Los niños deberían esforzarse por ser como Jesús, especialmente en sus actitudes y reacciones. Jesús estuvo sujeto a la autoridad de su padre y de madre, aunque a veces parecía que iba contraria a los asuntos de su Padre. Jesús, por su obediencia, creció en sabiduría (mentalmente) y en estatura (físicamente) y en el favor de Dios (espiritualmente) y como hombre (socialmente). Lucas 2:46-52.

✔ Los niños necesitan esforzarse por mantener una actitud positiva, sin enfado ni amargura hacia sus padres. Deberían buscar el perdón de Dios y el de sus padres si las actitudes han llegado a ser malas.

✔ Deberían desarrollar confianza en la habilidad de sus padres y someterse a lo que los padres creen que es bueno para ellos.

✔ Obedecer a sus padres en el Señor y cuidar de ellos cuando sean mayores.

Todos estos consejos aplicados sabiamente harán de nuestro ambiente familiar un espacio donde se forjarán hombres y mujeres de bien, levantando así generaciones sanas que bendigan la tierra.
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