En mi post anterior hablamos de lo mal que estamos tratando el problema de las drogas. Como si fuera un problema individual, puramente cientifico, y que no tiene ninguna otra causa que no sea, "las drogas son malas". También descubrimos nuevas maneras de tratar a los adictos, maneras irrefutablemente, mejores y más eficientes. Tanto para los adictos como para la sociedad.
Estas formas 'revolucionarias' de algunos paises, parecen no tener sentido si vemos a las drogas como siempre las hemos visto; "si consumes heroina por unos dias, cuando dejes de consumirla, te volveras un adicto". Esta forma de pensar no está completamente errada, solo que falta contexto. Mucho contexto.
Fuente
Creando La Adicción
Creo que todos estamos de acuerdo en decir que somos simplemente sorprendentes. Hemos pasado de crear la rueda, a quejarnos en redes sociales sobre el sabor de nuestro café, en tan poco tiempo. Estamos en la cima del mundo. Y lo que nos ha traído aquí son 2 simples cosas, nuestros pulgares -que no tienen nada que ver con este post- y nuestros cerebros.
Los mecanismos de defensa y recompensa dentro de nuestros cerebros son increíbles. Sabemos por simple intuicíon cuando hacer o no hacer algo, y que cosas nos traeran placer o dolor. Desde no meter tu mano en una licuadora -encendida- hasta no dejarle la clave de tus redes sociales a tu pareja, somos simplemente unas maravillas de la naturaleza.
Pero hay ocaciones donde nuestros cerebros pueden ser muy inteligentes para su propio bien. Hemos creado artificialmente maneras de satisfacer las condiciones de 'trabajo y recompensa' con fines recreativos, a diferencia de cuando cazabamos para comer, escapar de animales peligrosos, o cuando teniamos sexo con el solo proposito de tener descendientes. De está manera, hemos creado la adicción.
FuenteNeurotransmisores
Para entender por qué las drogas - y otras cosas - son tan adictivas, tenemos que entender que ocurre en nuestro cerebro cuando las consumimos. Y todo esto tiene lugar principalmente en el sistema límbico del cerebro, la zona que controla nuestras respuestas emocionales y nuestras respuestas a cualquier información en general que nos llega. El sistema limbico tiene un apodo bastante conocido, el "centro de recompensa" del cerebro. Las respuestas que nuestro "centro de recompensa" emite, son mediante mensajeros quimicos, los llamados neurotransmisores.
Los neurotransmisores son los encargados de enviar señales, ya sea a otros de su mismo tipo o a celulas que nuestro cerebro desea activar. Tenemos muchos neurotransmisores, pero nos enfocaremos en los que se ven alterados cuando estamos bajo la influencia de alguna droga o bajo ciertos comportamientos. Estos neurotransmisores se liberan cuando estamos bajo una situación difícil, algún peligro, o, cuando necesitamos ese empujon para hacer algo que luego nos beneficiará. Y cabe destacar que estos mensajeros no se quedan permanentemente dando vueltas por nuestro cuerpo, luego de cumplir su proposito, las neuronas que las produjeron, las 'reabsorben'.
La mejor forma de entender como funcionan estos 'mensajeros', es entender sus tipos. Están los excitadores, que activan células, y los inhibidores, los que calman estas células. Seguramente habrás oido nombres de varios de estos neurotransmisores, por ejemplo la famosa endorfina, la que tiene lugar cuando sentimos mucho dolor, como cuando hacemos ejercicio o cuando estamos bajo mucho estres, la endorfina nos ayuda a calmarnos. O el neurotransmisor más famoso de todos, la dopamina; la maxima representante del placer.
FuenteDopamina
Han habido ciertos debates en el mundo medico sobre su función exacta, algunos dicen que simboliza esa sensación placentera cuando logramos algo, otros se inclinan hacia que su trabajo principal es el preambulo a esa sensación. Sea como sea, la dopamina se libera en 2 tipos de ocaciones, cuando hacemos algo que nos gusta, como tener sexo, comer, jugar, o cualquier otra actividad que consideres 'agradable', y, cuando algo peligroso está ocurriendo. Ya sea, cruzar cuando el semáforo está en rojo y casí nos atropella un carro, o cuando nuestra pareja nos encuentra engañando. Nuestro cerebro libera la dopamina como una manera de decir, "esto es sumamente importante, no se te ocurra olvidarlo"
Cuando nuestros niveles de dopamina están muy altos, nos ayuda a recordar todo lo importante relacionado a nuestra supervivencia. Ya sea recordar cual fruta te provoca dolor de estomago y cual es deliciosa, o saber que cuando hacemos un buen trabajo, nos recompensaran de alguna manera. Y esto es gran parte de lo que impulsa la adicción.
Teniendo en cuenta lo importante que son nuestros neurotransmisores a la hora de controlar nuestras emociones y nuestro propio cuerpo, sumado a su gran influencia en nuestra memoria, no es difícil entender lo peligroso que pueden ser sustancias que alteran este equilibrio. En otras palabras, las drogas.
Debido a que nuestro cerebro recuerda todo lo que se siente 'bien', algunos tipos de droga aumentan nuestra cantidad de dopamina muy por encima del nivel normal, haciendo que nuestro cerebro recuerde vividamente todas estas maneras artificiales de sentirnos bien, y nos motiva a seguir haciendolo. "¡Si se sintió bien la primera vez, la segunda o tercera debería ser igual o mejor!".
FuenteUn Ciclo Difícil De Romper
De aquí proviene, en parte, el debate acerca de si en verdad la dopamina nos hace sentir bien, o si solo nos hace querer más. En experimentos, la mayoría en ratas, siempre el sujeto repite actividades que aumenten sus niveles de dopamina, sea cual sea. No es 100% claro que tanta satisfacción da la dopamina por si sola, pero el hecho de que sujetos de prueba sigan repitiendo actividades, indiferentemente de si terminan en placer o no, indica que la dopamina tiene una gran influencia en la creación del deseo, no en placer como tal. Y puede que esta sea una de las razones que muchas adicciones continúen mucho después de que desaparezca cualquier placer real.
Las drogas afectan directamente nuestro sistema limbico y todo su control en nuestro cuerpo, y como cualquier otro sistema, nuestro cuerpo tiene metodos de defensa para restablecer un balance. Esto se traduce a que después de usar medicamententos o drogas por ciertos periodos de tiempo, nuestro cerebro reduce la cantidad de neurotransmisores y/o receptores disponibles para tratar de equilibrar los efectos. Esto lleva a que nuestro sistema de recompensa este de cabeza, lo que hace que esas sensaciones agradables, luego de hacer algo bueno para nuestro cuerpo, sean más difíciles de lograr, tanto natural como artificalmente.
Tecnicamente hablando, un cerebro en drogas no está "dañado", solo que está... digamos, alterado. Estás son las razones por las que desarrollamos tolerancias a algunas drogas y el por qué adictos terminan con desordenes psicologicos cuando antes de su adicción, no los padecian. Ahora, hay ciertos metodos mediante los cuales las drogas alteran nuestro cerebro.
FuenteOpioides, Nicotina, Alcohol...
Hay veces que las drogas se camuflan como neurotransmisores naturales. El ejemplo más claro de este metedo es el de la heroína y otros opiáceos como la codeína y la morfina. Estas son algunas de las sustancias más adictivas que existen, simplemente porque su estructura es muy similar a la endorfina. Se unen a receptores de células nerviosas reservados para endorfinas en grandes cantidades, lo que magnifica el efecto analgésico de las endorfinas, creando una fuerte sensación de euforia. Es por esto que los opiáceos crean reacciones mucho más poderosas que cualquier estímulo natural; una vez que se experimenta está euforia artifical, el cerebro anhela ese sentimiento, produciendo así la adicción.
Otro ejemplo sería la nicotina, está tiene un patrón diferente: Empieza imitando a un neurotransmisor llamado acetilcolina que desencadena una gran liberación de dopamina. Luego, activa la liberación de otras sustancias químicas que aprovechan su efecto, como el glutamato, que desempeña un papel importante en la formación de la memoria. Así que, además de la dopamina (la encargada de decirte "¡recuerda esto y hazlo de nuevo!"), el glutamato también está enviadole recordatorios a todas las neuronas cercanas, creando un ciclo de memoria que refuerza solidamente el habito de consumirla.
También tenemos el alcohol, que en vez de atacar un neurotransmisor como tal, altera el equilibrio de los mismos. Se une a varios receptores diferentes, incluidos los encargados de recibir la acetilcolina y serotonina, lo que explica que inicialmente es agradable y, más tarde, tenga efectos sedantes. Esto dificulta que nuestro cerebro y nuestro cuerpo trabajen como uno solo; más alcohol implica una comunicación más lenta entre las neuronas.
A medida que el cerebro ingiere más alcohol, trata de compensar liberando neurotransmisores excitatorios para acelerar la transmisión de la señal. Por lo tanto, después de una fuerte ingesta regular, si el flujo de alcohol se detiene, el cerebro se queda sin control y sin nada para calmarlo. De aquí viene la resaca.
Fuente... Cocaína, Metanfetamina y Sales de Baño
Pero hay algunas drogas que ni siquiera se molestan en imitar a un neurotransmisor, en cambio, simplemente suben los niveles de los neurotransmisores naturales hasta el techo. La cocaína, metanfetamina, extasis, sales de baño, o cualquier otra anfetamina, son muy eficientes estimulando a su consumidor.
Por ejemplo, la cocaína impide la reabsorción de 2 quimicos excitatorios sumamente importantes, la norepinefrina y la dopamina. Se crean concentraciones sumamente altas de ambos e impide que se reabsorban; las celulas se estimulan muy por encima de lo normal, haciendo que el consumidor tenga un subidón de energia y mucho placer. El problema viene cuando el cuerpo no puede mantener este alto consumo de ambos neurotransmisores y se terminan agotando. Cada vez nuestro cuerpo necesita más cocaína para producir la misma cantidad. De aquí proviene la adicción.
Ahora, los efectos de fumar metanfetamina pueden llegar a durar 12 veces más que el de la cocaína, su capacidad para producir adicción está en otro nivel completamente. En lugar de bloquear la reabsorción de la dopamina, como ocurre con la cocaína, la metanfetamina provoca lo contrario, hace que el cuerpo libere cantidades insanas. Está vez el cerebro del adicto toma medidas más drasticas de autodefensa, llega un punto que obliga a las neuronas a liberar una enzima que destruye toda esa dopamina adicional, así como la capacidad del cerebro para producir más. Esto resulta en consumidores que continuan aumentando su dosis, buscando algo que es imposible de alcanzar.
Ahora, un nivel más alto que la metanfetamina o la cocaína son las sales de baño. Estas contienen un grupo de estimulantes sintéticos llamados "catinonas sustitutas" que combinan los efectos de la cocaína y la metanfetamina al mismo tiempo. Tu mismo podrás imaginar el daño causado.
FuenteAdicciones Conductuales
Ahora que entendemos como funcionan la mayoría de las drogas, hace mucho más interesante el mecanismo detras de otros tipos de adicción, ya sean juegos de azar, sexo, comida, video juegos, etc. Y es que se está descubriendo que estas mismas reacciones químicas producidas por el abuso de este tipo de sustancias, son muy parecidas a las causadas por está serie de comportamientos, causando lo que podriamos denominar como una adicción conductual.
Por ejemplo, en los juegos de azar, las neuronas manipuladas al apostar dinero en el blackjack, maquinas traga-monedas, apuestas y otros juegos de azar, son en realidad los mismos que originalmente nos ayudarnos a evaluar cualquier recompensa teniendo en cuenta el riesgo. Como si llevaras varios dias perdido, y no recordaras el camino, tienes que "apostar" en tu mente, "¿me quedo aquí y espero que me rescaten?, o si me muevo, ¿qué dirección eligo?"
Pero algo importante: a diferencia de elecciones de vida o muerte, el caso de juegos de azar, no es ganar lo que nos produce mayor probabilidad de convertirnos en adictos, sino son esas ocaciones donde casi ganamos. Perder por un número, por una cifra, por una diferencia muy pequeña. Estos momentos de "casi lo logro", son lo que mejoran la transmisión de dopamina en nuestro sistema límbico.
Casi obtener la recompensa hace que sucedan nuestro cerebro se comporte de manera extraña cuando piensa en recompensas futuras. Esto proviene de nuestra capacidad para encontrar patrones, y a su vez, predecirlos. Cuando intentamos buscar patrones en lugares donde es simplemente imposible que esten, ahí es cuando nos volvemos adictos al juego.
Como este, existen muchos otros tipos de adicciones conductuales. Ya sea el sexo, los video juegos, la comida, o cualquier actividad a la cual podamos estar adictos, funcionan generalmente de la misma manera, giran al rededor de la dopamina.
Algunos estudios en ratas han demostrado que, cuando se les da un acceso fácil a alimentos altos en azúcares y grasos como tocino o tarta de queso, las ratas no solo ignoraron su comida normal, sino que siguieron comiendo las meriendas poco saludables... incluso cuando se les electrocuto en el proceso.
Con el paso del tiempo, las ratas presentaron desensibilización en sus receptores de dopamina, lo que se tradujo a una tolerencia a la comida chatarra. Bastante similar al daño en el sistema de recompensa presentes en todos los adictos a las drogas.
FuenteCausas Sociales
Ahora, luego de quien sabe cuantos parrafos hablando sobre la quimica detras de las drogas, si te pregunto, "¿qué causa la adicción a la heroína?" te debería ser fácil de responder, ¿cierto?.
"Si consumes heroína por unos días, te joderá el equilibrio en tu sistema limbico y una semana despues serás un adicto a ella"
Pues, no. O mejor dicho, no siempre. Vamos a ver, imagina que tienes un horrible accidente que te deja unos meses en cama, necesitarás un par de operaciones, unas cuantas medicinas y mucha fuerza de voluntad. Pero, ¿nunca te has preguntado, por qué nadie se vuelve adicto a la medicina que te dan cuando te operan? En general, se usa un quimico llamado, diamorfina, la prima que está más chevere de la heroína. Es más potente, más pura, y por lo tanto, debería ser mucho más adictiva, ¿no?
No, eso no ocurre. Esto se ha estudiado detenidamente y ningún paciente se vuelve a adicto a ella en ocaciones normales. Y para entender esto, regresemos a hace más de un siglo, en uno de los primeros experimentos sobre la adicción. El experimento fue bastante simple, colocabas a una rata en una jaula con dos tipos de agua. Una era agua común y corriente, y la otra era una poderesa mezcla con heroína.
¿A caso un hueso roto te puede convertir en un adicto?Como podrás imaginar, en la gran mayoría de las veces, la rata se vuelve adicta al agua con heroína. Se obsesiona y siempre toma más y más, tanto que se mata a si misma. Pero en los 70', un profesor de psicología con el nombre de Bruce Alexander, plantea el mismo experimento pero con un pequeño cambio. La rata está vez no estará sola.
El profesor planteó el famoso "Parque de Ratas". El nombre es bastante parecido a lo que puedes imaginar, era una jaula gigante con docenas de ratas y juguetes. Los objetos de investigación ahora no estaban solos, tenian compañeros tanto para jugar como para tener sexo, y, de la misma manera, también les colocaron ambos tipos de agua. Pura y con heroína. ¿Qué crees que ocurrió?
En el Parque de Ratas, las ratas casi nunca tomaban el agua con drogas. Ninguna la utilizó de forma compulsiva, 0 casos de sobredosis. Y no, esto no se limita a ratas.
FuenteMás Que Sólo Quimicos
Regresemos a los 70', especificamente, al final de la guerra de Vietnam. En está guerra, muchos de los soldados de USA utilizaban heroína (aproximadamente el 20%). Había panico en los Estados Unidos debido a esto, "¿cientos de miles de soldados adictos a las drogas, regresando todos al mismo tiempo?"
Pero se les hizo seguimiento cercano a todos las tropas cuando regresaron y se encontró que el 95% de los consumidores de heroína, dejaron de utilizar la droga cuando llegarón a su hogar. No presentaron ningun sintoma de abstinencia ni nada parecido. Simplemente se detuvieron. Esto concuerda con el experimento del "Parque de Rata", que realizo el profesor Alexander. La guerra que duró cerca de 20 años era la primera jaula, se sentian solos, bajo presión, no tenían nada que les impulsará a no tomar la droga. Luego de años en la primera jaula, regresan a su "Parque de Rata" y la heroína pierde su significado.
Aquí se vuelve confusa la evidencia si no la examinamos con cuidado. Ya sabemos exactamente como las drogas, y ciertos comportamientos, convierten a una persona en adicto. A simple vista, todo indica que los quimicos son un veneno incurable, pero al mismo tiempo, solo son así cuando nos encontramos en una jaula metaforica. No son solo los quimicos, también nuestra situación. Si no fuera así, veriamos miles de abuelitas drogadictas luego de sus reemplazos de cadera.
Nosotros, los humanos, tenemos una necesidad innata de crear lazos y conectarnos. Cuando estamos felices y saludables, formamos lazos con cualquiera a nuestro alrededor. Pero cuando no podemos, porque estamos traumados, aislados, o derrotados, formaremos lazos con algo que nos de alguna sensación de alivio. En muchos casos, está conexión son las drogas, los video juegos, redes sociales, pornografia, juegos de azar, y pare usted de contar.
Es por esto que el metodo "clasico" de combatir las drogas es tan poco efectivo. No está tratando la raíz del problema, lo que sucede por debajo de esa adicción al alcohol o al internet, sino que hace que la "jaula" sea más difícil de abrir. Piensa como se trata a los drogadictos y comparalo con toda está evidencia. El camino para deshacerse de lazos no-saludables, es bastante obvio: formar lazos saludables, estar conectados con personas con las que quieres estar. Esto lo demuestra tanto el experimento del "Parque de Rata", tanto lo que ocurrio en 1975 con los soldados de la guerra de Vietnam. La adicción es sólo uno de los síntomas de la crisis de desconexíon.
La guerra contra las drogas que hemos estado peleado por casi un siglo ha empeorado todo. En vez de ayudar a la gente a curarse y reparar sus vidas, los hemos alejado de la sociedad. Hemos hecho que sea más difícil que consigan trabajos y se vuelvan estables, les quitamos los beneficios y el apoyo. Ponemos a gente que no está bien en una situación que los hace sentir peor y los odiamos por simplemente no recuperarse. ¿Por qué crees que los metodos de Suiza o Portugal son tan efectivos? Porque hacen exactamente lo opuesto a eso.
Referencias.
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http://bigthink.com/going-mental/your-brain-on-drugs-dopamine-and-addiction
https://www.livescience.com/15563-addiction-defined-brain-disease.html
http://www.scripps.edu/newsandviews/e_20100405/kenny.html
https://www.economist.com/node/16056339
Desde el hallazgo en el parque de ratas se ha visto que el ambiente influye muchísimo al momento de buscar algo para ser ''felices'' (dopamina). Si tu cuerpo ya recibe esa dopamina naturalmente cuando estas en un ambiente socialmente agradable no sientes la necesidad de buscar ''felicidad'' más allá. Por ello la nula cantidad de ratas adictas y prácticamente al igual que con ellas a nosotros nos pasa igual (El genoma de ratón posee más del 95% de coincidencia con el del humano).
Y teniendo en cuenta el trato hacia los adictos en muchos países, desde rechazo familiar hasta la separación de la sociedad, estamos llevándolos por un espiral de consumo que no acabará nunca. A menos de que se les dé un trato digno y se empiece a implementar métodos como los de Suiza y Portugal.
Me encanta que hayas resumido uno de mis peores parciales en información concreta y fácil de digerir. Muy bueno tu post!
:) fue un post super entretenido de investigar, me alegra que te haya gustado. Es un poco terrorifico todo este tema... teniendo tanta evidencia de que existe un metodo mejor, se sigue tratando el problema de las drogas a "la vieja escuela". Saludos!
Hoy buscando información sobre el universo, me topé con un post tuyo que me resultó muy interesante (pero que no era lo que estaba buscando) sin embargo me resultó tan claro en su explicación que me metí a ver que otras cosas escribías, me encontré con éste: excelente post con mucha información y aportes valiosos. Gracias.
https://steemit.com/spanish/@ericausaury/5-juegos-al-aire-libre-para-bebes upvote