Despertar siempre es un regalo. Estar vivos y poder continuar nuestro viaje es increible.

Sólo nosotros decidimos si queremos compañía o si queremos disfrutarlo con nuestro YO.

Sólo nosotros decidimos si el día es gris o a todo color.

Sólo nosotros decidimos si salimos con nuestro mejor traje o nos quedamos en pijamas.

Sólo nosotros decidimos si reimos o lloramos.

Sólo nosotros decidimos si amamos u odiamos.

Sólo nosotros decidimos si seguimos o paramos.

-¡Es que todos los días son distintos! (Me dice mi conciencia).

Pero yo le respondo:

-Tengo en mi vida personas hermosas que hacen mi viaje placentero, emocionante, divertido e inolvidable; aveces agotador y estresante, pero las nubes grises también forman parte del paisaje.

Les comparto una imagen que puede decir más que mil palabras.