Basado en Marcos 8:23-25
La Escritura a menudo compara a los hombres con los árboles. Esta comparación es muy acertada por las razones que en los siguientes párrafos se detallarán.
El texto áureo de inicio describe con exactitud lo que es cada hombre que viene a esta tierra. Cada uno de nosotros somos arboles que andamos de un lado a otro. Es sorprendente que aquel que otrora fuese ciego pudiera hacer una descripción tan exacta espiritualmente hablando. El salvador generalmente daba la sanidad de una manera total he inmediata, sin embargo, este no fue el caso. Esto demuestra que solo con un poco de luz se puede percibir la la naturaleza del hombre. Los hombres son “como árboles que caminan”.
Isa 61:1-3
El hombre al igual que los arboles debe producir fruto así como de manera semejante las hojas de muchos de los árboles son de carácter medicinal, por ejemplo el eucalipto. Las Sagradas Escrituras dicen que las palabras de los sabios son medicina.
Eze 47:12 Y junto al río, en la ribera, a uno y otro lado, crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas nunca caerán, ni faltará su fruto. A su tiempo madurará, porque sus aguas salen del santuario; y su fruto será para comer, y su hoja para medicina.
El hombre al igual que el árbol es plantado en esta tierra para llevar fruto. El árbol requiere estar cerca a una fuente de agua para poder crecer. Nuestro redentor dijo a la Samaritana que el es la fuente de aguas de vida. Juan 4. El fruto de los arboles provee alimento y vida a los demás como las buenas obras del creyente son provisión de vida a los que nos rodean. (Salmos 1:1-3)
El fruto es precisamente la forma de reconocer a los arboles, el manzano da manzanas, el durazno da duraznos etc. Análogamente el creyente produce frutos que le identifican como tal.
(Lucas 6:43-44) El fruto del creyente es uno en esencia pero plural en nutrientes:
Mas el fruto del Espíritu es: caridad, gozo, paz, tolerancia, benignidad, bondad, fe, Mansedumbre, templanza: contra tales cosas no hay ley. (Gálatas 5:22-23)
Muchos hermanos equivocadamente dicen:”los frutos del Espíritu” mas la Escritura es clara en decir “el fruto”, en singular, porque si bien se mencionan muchos elementos del fruto, el tal es solo uno.
Las raíces de los árboles buscan el agua así el espíritu del creyente busca las aguas de vida del Salvador. Además las raíces contribuyen a evitar la erosión de la tierra. El creyente , árbol alegórico, evita la erosión de este mundo de manera que no se convierta en un desierto o a lo menos forman un hermoso oasis en medio de la sequedad de este mundo. El árbol produce el fruto; el fruto no produce el árbol.
* El fruto no determina qué clase de árbol un cierto árbol será. Más bien, el fruto sirve para identificar el tipo de árbol que es a las personas de afuera.
* El pecador necesita reconocer que no es un pecador porque peca; él peca porque es un pecador.
* El problema verdadero no son las manifestaciones del pecado en su vida.
* El problema verdadero es su corazón malo y perverso, de donde salen todos estos pecados (Marcos 7:20-23). No aprovechará mucho usar el hacha para cortar solo los frutos. Necesita ser puesta a la raíz del árbol.
* El pecador necesita confesar ante Dios que está totalmente perdido y necesita dejar que Dios haga una obra profunda en su corazón, permitiendo que el Espíritu Santo destruya el dominio del pecado en su mismo trono donde reina: el corazón.
* Cuando el corazón haya sido purificado por fe (Hechos 15:9) a través del Evangelio por un poder real y sobrenatural obrando en él, el amor para los deleites pecaminosos será dominado y remplazado con un amor para las cosas santas.
* El viejo árbol del amor al pecado necesita ser cortado, y el poder sobrenatural del Creador necesita crear un nuevo árbol, un nuevo corazón que ama y desea todo lo que es santo y puro. Entonces, y solo entonces, dejará el fruto corrupto de manifestarse exteriormente
Los árboles son importantes a la hora de producir oxigeno, aire puro, y reducir el dióxido de carbono en la atmósfera. El creyente trae la frescura del viento del Altísimo a su entorno y reduce los niveles de maldad en el ambiente
¿Cuántos árboles hay en un fruto? Dos tres , cuatro? Les digo que millares de millares. Si usted siembra un árbol y frutal, cada fruto es portador de al menos una semilla que también potencialmente producirán otros árboles si se les siembra y así sucesivamente hasta el infinito.
Hemos sido llamado para llevar el mensaje de salvación, esa semilla que a su tiempo daría su fruto, esforcémonos por ser arboles de buen fruto, le doy gracias a Dios, de poder compartir este pequeño sermón, citando varios versículos de la Santa Biblia espero puedan recibirlo y aplicarlo en su vida.
Bendiciones a todos...
Hermosa reflexión ♥