Para aquellos bautistas chilenos de septiembre de 1943, y otros que les seguían, por ejemplo en noviembre de 1944, los gobiernos de Nerón, Hitler, Domiciano, Stalin, y otros monstruos fueron buenos para sus sociedades. En este último mes, H. Cecil McConnell declaró en La Voz Bautista (noviembre de 1944, página 20), como material de la Escuela Dominical se refirió a Romanos 13:1-6:
Escribía precisamente [el Apóstol Pablo] durante el reinado del infame Nerón. Sin embargo, pedía a los cristianos cumplir con las leyes del imperio. Sabía que, si bien algunas eran malas y no debían obedecerse, sin embargo, tomándolo todo en cuenta, las leyes romanas servían en bien de los súbditos. El gobierno podría reconocer a Dios, pero, en ese sentido, siempre es un servidor de Dios en mantener el orden en su territorio. Cualquier gobierno es mejor que cualquier gobierno.
Lamento mucho este locura entre algunos Bautistas. Creo que la gran mayoría de personas viviendo bajo el terror de Stalin, Hitler, Nerón y otros monstruos preferirían tener ningún gobierno que un Estado tan vil y destructivo. McConnell estuvo equivocado. Simplemente es alucinante leer una visión tan ridícula en donde la gente prefiere vivir con el asesinato de millones liderado por el Estado, junto con la destrucción extensa de propiedades e iglesias, y el encarcelamiento de pastores, en lugar de la anarquía política. Este es el increíble sentido que proviene de la mala interpretación da a las Sagradas Escrituras. Sin embargo, no todos los Bautistas chilenos fueron afectados por esta visión errónea; hubo Bautistas chilenos que escribieron en junio de 1942 y marzo de 1943 mencionados en el artículo, que fueron fieles seguidores de Pastor John Leland quien vivió durante la primera parte de la historia de los Estados Unidos.