El origen de esta frase es de Venezuela. Es muy utilizada por los empleados de una misma empresa, Ministerio o cualquier tipo de ámbito laboral y que desean reunirse ese día de la semana cuando termina la jornada de trabajo en un sitio cercano o en casa de uno de los integrantes para celebrar el inicio del fin de semana y compartir momentos de felicidad. En algunas oportunidades debido a la situación económica se propone una reunión en casa de algún amigo pero cada quien lleva la bebida y pasa palos o chucherías que desea consumir.
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Gracias amiga maluvid...