El 15 de noviembre celebramos un año más de vida de este emplumado endemoniado que ya es conocido por hacer maldades, así es, estoy hablando de Buhito quien celebro su cumpleaños número 6 (seis) invitando a su archi enemigo Bizcochito a comer, que ironía, y queremos compartirles como lo ha celebrado y las cosas que sucedieron, aunque en las fotos queda en evidencia que lo único que hicieron estas aves fue comer y comer sin cesar, ¡voy a tener que llamar un atmosférico para que me vacíe el pozo del baño!

Primero servimos el almuerzo, aquí podemos ver a dos aves endemoniadas en completa armonía disfrutando de unos ricos ravioles que preparo la abuela de Buhito, o sea mi mamá, uno al lado del otro entre charlas y risas, ¡estaban deliciosos!

Parecen pacíficos y pareciera que la fiesta se llevaría a cabo sin que ambos se agarren de las alas y empiecen a volar plumas por todas partes, pero sería muy ilusa si creyera que estos dos se mantendrían quietos y tranquilos y no montarían un espectáculo.

La primera agarrada de plumas se dio cuando Buhito intentaba soplar su velita de cumpleaños. Luego del almuerzo, le dimos a Buhito una mini torta para que pidiera sus deseos y soplara la vela, pero el desmadre comenzó antes de que pudiéramos encenderla.

Al parecer Bizcochito se quedó con hambre y no quería esperar a que termináramos de cantarle el feliz cumpleaños, pidiera sus deseos y soplara la vela, en la foto se ve claramente que tiene intenciones de robarle su torta, pero también vemos que Buhito no estaba dispuesto a entregársela sin agarrarlo de las plumas, ¡y así comenzó la primera pelea, que alguien los separe, por favor!

Con Bizcochito fuera de combate, como podrán ver en la fotografía a un pingüino todo desplumado en el piso, encendimos la velita y Buhito ya estaba listo para pedir sus deseos, pero...

¡Oh, oh! Parece que Bizcochito recobro el conocimiento y le soplo la vela como venganza por arrancarle las plumas a picotazos.

¡CORTEN!

Aquí Bizcochito se había ido al baño a hacer sus necesidades fisiológicas, espero no me tape el baño, así que aprovechamos para cortarle una porción a Buhito para que no sea saboteada por el pingüino, no estoy tratando de hacerlo ver como la victima... bueno sí.

¡Por las dudas le cortamos el pastel nosotras, por protección para Bizcochito!

Llegando al final de la fiesta podrán ver otro pastel más grande que es para mí porque también es mi cumpleaños, aunque Buhito y Bizcochito se robaron todo el protagonismo y de todas formas quisieron salir en la fotografía posando junto al pastel luego de haber culminado con sus peleas, supongo que ahora si podremos terminar la fiesta de cumpleaños en son de paz, aunque no confío en la forma en la que miran mi pastel, se lo quieren devorar.

¡El que adivine mi edad, le envío una porción de torta!

¡Les tuve que servir una porción de torta porque estas aves son insaciables, se la pasaron peleando y comiendo, a ver si así ya se quedan quietos!

Aquí parecen dos angelitos, ¿quién puede creer que esas caritas lindas y tiernas ocultan seres emplumadamente endemoniados? Si me miran así, no les puedo negar un pedazo de torta y encima actúan como si no hubiesen hecho nada malo y ya todos sabemos el desmadre que hicieron, así que para finalizar les dejare esta pregunta:

¿Buhito deberá seguir invitando a su fiesta de cumpleaños a Bizcochito? ¡Los estaré leyendo!