El pasado viernes tuve un día de muchas emociones y… ¡muchas calorías quemadas! Después de visitar la Loma de la Cruz con mi hermano, el hambre nos atacó sin piedad, así que decidí invitarlo a un lugar que tenía en mi lista desde hacía tiempo: Bar Cafetería Luna. Me habían hablado maravillas de sus pizzas y espaguetis, y además quería conocer el sitio por su decoración, que simplemente me encanta.
Desde que entré, quedé fascinada con el ambiente. Es un local pequeño y acogedor, pero lo que más me atrapó fue la enorme Luna iluminada con LED y las estrellas brillando en las paredes. Un lugar perfecto para unas buenas fotos, sin duda.
Para empezar, pedimos unas bolitas de queso… ¡y qué cosa más deliciosa! Quedamos con ganas de repetir, pero queríamos guardar espacio para lo principal: una pizza napolitana. Desde que la trajeron a la mesa, supe que iba a estar increíble, y no me equivoqué. La cocinan al carbón y con una promoción de doble queso que la hizo simplemente perfecta. Sin exagerar, la mejor pizza que me he comido en la vida.
Para acompañarla, pedí un capuchino, aunque tengo que admitir que me supo más a café con leche y la presentación no me convenció. Mi hermano, más práctico, se fue por una malta. Aun así, el buen servicio de la dependiente y la posibilidad de pagar por transferencia (algo que en estos tiempos se agradece muchísimo) hicieron que la experiencia fuera aún mejor.
Definitivamente, Bar Cafetería Luna se ganó un lugar especial en mi lista de lugares favoritos. No solo por la comida, sino por el ambiente, la atención y ese toque mágico que hace que quieras volver. Y créanme… ¡voy a volver!
English Version
Last Friday I had a day of many emotions and... many calories burned! After visiting Loma de la Cruz with my brother, hunger attacked us mercilessly, so I decided to invite him to a place I had on my list for a long time: Bar Cafetería Luna. I had been raving about their pizzas and spaghetti, and I also wanted to get to know the place for its decoration, which I simply love.
From the moment I walked in, I was fascinated with the atmosphere. It's a small and cozy place, but what caught my attention the most was the huge LED lit moon and the stars shining on the walls. A perfect place for some good photos, no doubt.
To start, we ordered some cheese balls... and what a delicious thing! We wanted to order more, but we wanted to save room for the main thing: a Neapolitan pizza. From the moment it was brought to the table, I knew it was going to be amazing, and I wasn't wrong. They cook it over charcoal and with a double cheese promotion that made it just perfect. Without exaggeration, the best pizza I've ever had in my life.
To go with it, I ordered a cappuccino, although I have to admit that it tasted more like a latte and the presentation didn't convince me. My brother, more practical, went for a malt. Even so, the good service of the clerk and the possibility of paying by transfer (something that in these times is very much appreciated) made the experience even better.
Definitely, Bar Cafeteria Luna earned a special place in my list of favorite places. Not only for the food, but for the ambiance, the service and that magical touch that makes you want to come back. And believe me... I will be back!
Source
All the photos are taken and edited on Snapseed by me.
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