An intense week||Una semana intensa

Greetings friends of @silverbloggers.

I am one of those people who need to be in constant activity, therefore not doing it, not having plans, let's say for the week, makes me feel that something stops, that I am not living my life with the intensity with which it takes place, I feel that I am missing something valuable.

From the start this seems very positive for me, if it were not like this maybe I would be trapped in few positive thoughts, built from unkind realities and within a bubble of possibilities without actions: something like: if I were, I would like, I would have liked and endless expressions that are born from the impossibility, which leads to dreams, and unfulfilled desires.

I titled this post: An intense week, but it is not one, it is not that the past week has been full of activities, it is that all my weeks are intense, as they say, I fill the agenda with personal and group commitments, each day begins with the routine that I have established, that I am comfortable with and I like.

For example, if I get up very early I sit down to write, that is my best time, but at six in the morning I stop writing because at 6:40 I have to be on the street on my way to yoga, dance therapy or on Saturdays to the biodanza meeting. Three actions that nourish me and fill me with a special energy.

I return to my home, continue doing the post for Hive, creating content for my WhatsApp groups, I run two formally, the biodanza group and the group of workshops that I dictate, or I do something for Instagram that I am trying to be more constant in this network, between six in the afternoon and eight at night if I have any coaching client, on-line I attend them at that time and if not it is time to return to Hive to curate content.

Let's say that these are my routine activities, which of course I complement in an interspersed manner with the so-called “home activities”, which I will not detail because we all know what the matter is about, which takes time and can be exhausting.

To alleviate these routines, I usually get some time to distract myself with some manual activity, these weeks I have been painting my granddaughters and daughter some beach bags, I do it calmly, it is part of the ritual to calm my mind and body.

However, I also complete my days with various commitments, for example: yesterday I finished the on-line workshop entitled: Knowing my client and his problem, there were six afternoons with a demanding schedule and in each class there was a task to deliver the next day, on Thursday there was no workshop, so I had planned a recreational meeting with some of my clients of biodanza, in a park near my house.

On Wednesday we were given the guidelines of the final work of the workshop I was doing, I found the coincidence very interesting, because I had to interview several clients to know their problems in depth. So the walk also became a work session where I highlight the willingness of my clients to collaborate with me.

On Saturday at the biodanza I had planned a special activity as part of the celebration of Mother's Day, we really enjoyed that time of dance and sharing, culminating the week with the family celebration of Mother's Day.

Sunday afternoon-evening I was exhausted, a pain here and a pain there, but happy and grateful, because when I evaluate my week I know what I did with my time, that I valued it, for me that is part of what satisfies me and gives me the joy of living.

I leave you with this wise phrase from Benjamin Franklin:

Do you love life? Well, if you love life, don't waste time, because time is the good that life is made of.

Saludos amigos de @silverbloggers.

Soy de las personas que requiero estar en constante actividad, en consecuencia el no hacerlo, el no tener planes, digamos para la semana, me hace sentir que algo se detiene, que no estoy viviendo mi vida con la intensidad con que ella transcurre, siento que me estoy perdiendo algo valioso.

De entrada esto me parece muy positivo para mí, si no fuese así quizás me quedaría atrapada en pensamientos pocos positivos, construidos a partir de realidades poco amables y dentro de una burbuja de posibilidades sin acciones: algo así como: si yo fuese, yo quisiera, me hubiese gustado y un sinfín de expresiones que nacen desde la imposibilidad, que lleva a sueños, y deseos no cumplidos.

Titulé este post: Una semana intensa, pero no es una, no es que la pasada haya estado llena de actividades, es que todas mis semanas son intensas, como dicen, lleno la agenda con compromisos personales y grupales, cada día comienza con la rutina que he establecido, que me quedan cómodas y me gustan.

Por ejemplo, si me levanto muy temprano me siento a escribir, esa es mi mejor hora, pero a las seis de la mañana paro la escritura porque a las 6:40 ya debo estar en la calle camino al yoga, a la bailo terapia o los sábados al encuentro de biodanza. Tres acciones que me nutren y llenan de una energía especial.

Retorno a mi hogar, continuo haciendo el post para Hive, creando contenido para mis grupos de WhatsApp, llevo dos formalmente, el grupo de biodanza y el grupo de talleres que dicto, o hago algo para Instagram que estoy intentando ser más constante en esta red, entre seis de la tarde y ocho de la noche si tengo algún cliente del coaching, on-line lo atiendo a esa hora y si no es el momento de regresar a Hive para curar contenido.

Digamos que estas son mis actividades de rutina, que por supuesto complemento de manera intercalada con las llamadas “propias del hogar”, que no se las voy a detallar porque todos sabemos de qué se trata el asunto, que quita tiempo y pueden ser agotadoras.

Para alivianar estas rutinas, normalmente consigo un espacio de tiempo para distraerme con alguna actividad manual, estas semanas he estado pintándole a mis nietas e hija unos bolsos playeros, lo hago con calma, es parte del ritual para aquietar mi mente y mi cuerpo.

Ahora bien, mis días también los completo con compromisos variados, por ejemplo: ayer culminé el taller on-line titulado: Conociendo a mi cliente y su problema, fueron seis tardes exigentes en horario y que en cada clase había una tarea para entregar al día siguiente, el día jueves no había taller, así que tenía planificado un encuentro recreativo con algunas de mis clientas de biodanza, en un parque cercano a mi casa.

El día miércoles nos entregaron los lineamientos del trabajo final del taller que estaba realizando, me resultó muy interesante la coincidencia, pues debía entrevistar a varias clientes para conocer sus problemas a fondo. Así que el paseo se convirtió también en una sesión de trabajo donde resalto la buena disposición de mis clientas para colaborar conmigo.

El sábado en la biodanza tenía planificada una actividad especial en el marco de la celebración del Día de la Madre, disfrutamos mucho ese rato de danza y compartir, culminando la semana con la celebración familiar del Día de la Madre.

El domingo por la tarde-noche estaba exhausta, un dolor aquí y otro más allá, pero feliz y agradecida, pues al evaluar mi semana sé qué hice con mi tiempo, que lo valoré, para mí eso es parte de lo que me satisface y que me da la alegría de vivir.

Te dejo esta hermosa frase de Benjamin Franklin:

¿Amas la vida? Pues si amas la vida no malgastes el tiempo, porque el tiempo es el bien del que está hecha la vida.