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¡Saludos, Hive!

Hace un par de días, por pura casualidad, me topé con un post de @ochitoalreves en el que habla acerca de lo que le apasiona, y resulta que dicho post forma parte de una iniciativa de la comunidad de @aliento y @eddiespino. Este tema despertó un profundo interés en mí ya que, podría decir que los dos últimos años de mi vida han sido una montaña rusa de emociones en todos los sentidos (amistades, trabajo, vocación profesional, amor, etc.) y llegué a pensar en muchas ocasiones que las cosas que me daban vida en un momento ya no lo hacían y que debía encontrar pasiones nuevas. No puedo decir que ya llegué al fin de esa montaña rusa, pero las cosas han estado en relativa calma lo que me ha tenido el tiempo de pensar acerca de todo esto y creo que he encontrado una respuesta más que válida a este dilema.

Así que sin más preámbulos, ¡comencemos!

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Es más que valido decir que mi primera pasión, mi primer hobbie, mi primer entretenimiento, fueron los videojuegos, tanto así, que el resto de mis pasiones son una consecuencia directa de ellos, pero no nos adelantemos a los hechos. He contado muchas veces esta historia, pero el primer acercamiento que tuve a los videojuegos (o al menos que recuerdo) fue con The Legend of Zelda: Ocarina of Time, sencillamente fue una experiencia que definió el camino que seguiría el resto de mi vida. Desde ese momento imploré a mi mamá para que me regalara mi propia consola, y así fue, en Diciembre de ese año (no recuerdo con exactitud, quizás año 2000 o 2001) mi mamá me regaló mis dos primeras consolas, un Game Boy Color y un PlayStation One. Lo tenía todo, no podía desear más, jugué incontables maravillas que hoy en día son clásicos de la industria y a medida que jugaba más me interesaba en obras que fueran más allá del simple entretenimiento, fue así como descubrí Final Fantasy, Chrono Cross, The Legend of Zelda, la saga Tales of, entre muchos otros que honestamente no recuerdo. Cada vez me emocionaba más este mundo y gracias a que aprendí a apreciar los soundtracks de los videojuegos también aprendí a apreciar la música instrumental, y de ahí se desprende otra de mis grandes pasiones: la música.

Desafortunadamente mi constancia en el mundo de los videojuegos no ha sido la mejor, diría que la razón principal de esto es el hecho de que Venezuela siempre ha sido un país económicamente complicado, y para el momento que tenía 17 años y comencé a trabajar, empezaron diversas crisis políticas y económicas que no me permitían ahorrar dinero para comprar consolas actuales de videojuegos, por lo que hay muchos juegos nuevos (y no tan nuevos) que no he podido disfrutar por lo complicado que puede ser comprar una consola aquí, aunque siendo sincero no pierdo las esperanzas de más pronto que tarde mejorar mi situación económica y ponerme al día con todos los juegos que tengo pendiente. Otra de las razones que me tuvieron un poco alejado de este mundo es la vida adulta: trabajar, pagar deudas, trabajar, tener amigos, trabajar, cuidar la salud mental, trabajar, tener novia, trabajar, ayudar a tu familia, trabajar, seguir pagando deudas y seguir trabajando… Ustedes me entienden. Incluso llegó un momento en el que pensé que la pasión de los videojuegos había acabado, pero afortunadamente no fue así…

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Mi segunda pasión (de alguna manera también derivada de los videojuegos) es el anime. En una de mis primeras publicaciones aquí en Hive hablé acerca de ello, de cómo conocí este mundo y de lo que me apasiona acerca de él, tanto que se ha vuelto un tema muy recurrente en mi blog. Es difícil explicar pero el anime tiene algo que no tiene ningún otro tipo de entretenimiento audiovisual, o al menos causa algo en mí que no lo causa ninguna película ni serie, no sé si es la manera en que son retratados los sentimientos en este arte, o como sus historias recurrentes acerca del heroísmo me hacen sentir la luz de la esperanza en los momentos más oscuros de mi vida, pero sea lo que sea el hecho es que ver anime es una de las actividades que más disfruto en mi vida. Al igual que los videojuegos, por una etapa de mi vida me mantuve muy alejado del anime, y aunque fue por una razón superficial, lo cierto es que estoy más que feliz de haber retomado este hábito y poder llevarlo a otro nivel gracias a Hive.

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Como dije hace unas líneas atrás, gracias a que aprendí a apreciar la música instrumental por escuchar los soundtracks de mis videojuegos favoritos me interesé en la música, por lo que mi mamá me inscribió en una escuela de música que había en su trabajo. Para hacer el cuento corto, desde que supe que se podía trabajar y vivir de la música decidí que era a lo que me quería dedicar el resto de mi vida, comencé a estudiar arduamente mi instrumento, la tuba, y tuve muchas experiencias increíbles tocando en distintas orquestas juveniles y profesionales del país. Tchaikovsky, Mahler, Shostakovich, eran nombres que me emocionaba escuchar porque era sinónimo de tocar obras de increíble magnitud e importancia para la historia de la música. La plenitud muchas veces fue estar sentado en la orquesta tocando, viviendo la música junto a mis compañeros, que sentían lo mismo que yo, aprendí el lenguaje de la música, y con “lenguaje” no me refiero a teoría y solfeo, no… Me refiero a expresar lo que está dentro de tu alma a través de un instrumento, así como los grandes compositores se expresaron a través de sus sinfonías, nosotros reinterpretábamos su sentir y lo transformábamos en algo nuevo pero irrepetible. Y quizás al leer todo eso se pueda pensar que todo siempre ha sido perfecto… Pero por desgracia no. En este lado del charco la música (y el arte en general) siempre ha sido increíblemente desprestigiada, decirle a mi familia que quería dedicarme a la música fue casi como decirles que había cometido un asesinato, el apoyo fue nulo o casi nulo, a excepción de mi hermosa madre que siempre creyó en mí. El camino fue largo y difícil, llegué a dedicar días enteros a sesiones de estudio de 8 horas, no hacía más que tocar y pensar en tocar, a medida que elevaba mi nivel de ejecución también elevaba mi nivel exigencia porque no aspiraba menos que el éxito, durante la crisis de comida en el 2016 pasé días enteros sin comer más de una vez al día pero no dejé de creer nunca en la música y en que podría lograrlo. Lamentablemente el “creer” no era suficiente, no sé si es que no tenía suerte o que, porque a pesar de los buenos comentarios que recibía constantemente no lograba entrar a ninguna orquesta profesional, hasta que en el 2017 audicione y quedé en la Orquesta Filarmónica Nacional, y todo mejoró por un tiempo. Si, por un tiempo, porque a pesar de que mi situación económica se estabilizó, el país no lo hizo… Tuve que recurrir a tener dos trabajos más para poder estar “bien”, y la pasión que sentí durante toda mi vida por este maravilloso arte comenzó a diluirse…

Dejé de tocar porque me gustaba y lo hacía solo porque era mi trabajo, cosa que no está mal, pero había dejado de apasionarme. El punto más bajo de todo esto comenzó en el 2019, donde dejé de hacer repertorio académico por completo y caí en un fuerte conflicto acerca de que era lo que quería realmente. Me planteé muy seriamente dejar la música y hacer otra cosa que fuese más lucrativa, después de todo ya no disfrutaba la música como antes, pero al mismo tiempo, ¿Cómo iba a dejar la música? ¿Cómo iba a dejar mi pasión más grande y lo que me había dado tanta felicidad y plenitud en la vida? Dejar la música sería como abandonarme a mí mismo a la suerte, una vida sin música me parece sencillamente inconcebible, pero no tenía esperanzas, hasta que… Apareció mi amado Ensamble Multiverso. Creo que de esto también he hablado un par de veces, pero Multiverso somos una agrupación de rock sinfónico que comenzó como un proyecto sencillo para hacer covers de clásicos del rock y openings de anime, pero ahora esto va mucho más allá y descubrimos que tenemos un enorme potencial para ser una banda legendaria y no aspiramos menos de eso. Lo mismo que sentía tocando Tchaikovsky, Mahler y Shostakovich, hoy lo siento tocando Suena, Victoriana, o Proyecto Ruido, algunas de nuestras canciones propias. Si, puedo decir que Multiverso revivió mi pasión por la música.

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Pero gracias a Hive descubrí otra pasión: escribir. Primero que nada tengo que decir que ni remotamente me considero un profesional en la escritura o en el análisis de videojuegos/películas/series o animes. Escribir acerca de las cosas que más me apasionan me ha hecho descubrir una capacidad que no sabía que tenía, el análisis de obras es algo que siempre me llamó la atención pero que nunca me atreví a hacer, gracias a Hive di el primer paso en esta aventura y aparte de descubrir que no soy tan malo para esto, también me hizo revivir la pasión por los videojuegos y el anime. He rejugado una gran cantidad de videojuegos para analizarlos por acá y hacerlo me hizo recordar porque siempre disfruté tanto de este mundo. Tal ha sido mi experiencia que espero algún día no tan lejano comenzar a estudiar periodismo para poder dedicarme a esto de manera 100% profesional y hacer publicaciones en todas las plataformas posibles con la más alta calidad. Y obviamente ser una estrella de rock junto a Multiverso.

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Greetings, Hive!

A couple days ago, merely by chance, I came across a post by @ochitoalreves in which she talks about what she is passionate about, and it turns out that this post is part of an initiative of the @aliento community and @eddiespino. This topic aroused a deep interest in me because, I could say that these last two years of my life have been an emotional roller coaster in all senses (friendships, work, professional vocation, love, etc.) and I came to think on many occasions that the things that gave me life at a time, no longer did, and that I should find new passions. I can't say that I've reached the end of that roller coaster, but things have been relatively calm which has given me the time to think about all of this and I think I've found a more than valid answer to this dilemma.

So without any further ado, let's start!

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It’s more than valid to say that my first passion, my first hobby, my first entertainment, were video games, so much so, that the rest of my passions are a direct consequence of them, but let's not get ahead of the facts. I've told many times this story, but the first approach I had to video games (or at least that I remember) was with The Legend of Zelda: Ocarina of Time, it was simply an experience that defined the path I would follow for the rest of my life. From that moment on I begged my mom to buy me my own console, and so it was, in December of that year (I don't remember exactly, maybe 2000 or 2001) my mom bought me my first two consoles, a Game Boy Color and a PlayStation One. I had everything, I couldn't wish for more, I played countless wonders that today are classics of the industry and as I played I became more interested in works that went beyond simple entertainment, that's how I discovered Final Fantasy, Chrono Cross, The Legend of Zelda, the Tales of saga, among many others that I honestly don't remember. I got more and more excited about this world and thanks to the fact that I learned to appreciate videogames soundtracks I also learned to appreciate instrumental music, and that's where another of my great passions comes from: music.

Unfortunately my constancy in the world of video games has not been the best, I would say that the main reason for this is, the fact that Venezuela has always been an economically complicated country, and by the time I was 17 years old and started working, it began various political and economic crises that didn’t allow me to save money to buy current video game consoles, so there are many new games (and not so new) that I haven’t been able to enjoy due to how complicated it can be to buy a console here, although being honest I do not lose hope that sooner rather than later I’ll improve my economic situation and catch up with all the games I have pending. Another reason that kept me a bit away from gaming is the adult life: work, pay debts, work, have friends, work, take care of your mental health, work, have a girlfriend, work, help your family, work, keep paying debts and keep working... you know what I mean. There even came a time when I thought that the passion for video games was over, but fortunately it wasn't...

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My second passion (somehow also derived from videogames) is anime. In one of my first posts here in Hive I talked about it, how I met this world and what I love about it, so much that it has become a very recurrent topic in my blog. It's hard to explain but anime has something that no other kind of audiovisual entertainment has, or at least it causes something in me that no other movie or series does, I don't know if it's the way feelings are portrayed in this art, or how its recurring stories about heroism make me feel the light of hope in the darkest moments of my life, but whatever it is, the fact is that watching anime is one of the activities I enjoy the most in my life. Just like video games, for a period of my life I stayed away from anime, and although it was for a superficial reason, the truth is that I'm more than happy to have picked up this habit again and to be able to take it to another level thanks to Hive.

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As I said a few lines ago, thanks to the fact that I learned to appreciate instrumental music by listening to the soundtracks of my favorite videogames I got interested in music, so my mom enrolled me in a music school that had place at her work. To make a long story short, since I knew that I could work and live from music I decided that it was what I wanted to dedicate the rest of my life to, I started to study hard my instrument, the tuba, and I had many incredible experiences playing in different youth and professional orchestras in the country. Tchaikovsky, Mahler, Shostakovich, were names that I was excited to hear because it was synonymous with playing works of incredible magnitude and importance to the history of music. I learned the language of music, and by "language" I don't mean theory and solfège, no... I mean expressing what is inside your soul through an instrument, just as the great composers expressed themselves through their symphonies, we reinterpreted their feelings and transformed them into something new but unrepeatable. And maybe when reading all that you might think that everything has always been perfect... Unfortunately, it wasn’t. On this side of the pond music (and art in general) has always been incredibly discredited, telling my family that I wanted to dedicate myself to music was almost like telling them that I had committed a murder, the support was null or almost null, except for my beautiful mother who always believed in me. The road was long and hard, I got to dedicate whole days to 8 hour study sessions, I did nothing but play and think about playing, as I raised my level of playing I also raised my level of demand because I aspired to nothing less than success, during the food crisis in 2016 I went whole days without eating more than once a day but I never stopped believing in music and that I could make it. Unfortunately "believing" wasn't enough, I don't know if it's that I wasn't lucky or what, because despite the good comments I constantly received, I didn't manage to get into any professional orchestra, until in 2017. I auditioned and got into the National Philharmonic Orchestra, and everything got better for a while. Yes, for a while, because even though my economic situation stabilized, the country didn’t... I had to resort to having two more jobs to be able to be "ok", and the passion I felt throughout my life for this wonderful art began to dilute....

I stopped playing because I loved it and was doing it just because it was my job, which isn't bad, but I had stopped being passionate about it. The low point of it all started in 2019, where I stopped doing academic repertoire altogether and fell into a strong conflict about what I really wanted. I very seriously considered quitting music and doing something else that was more lucrative, after all I didn't enjoy music like I used to, but at the same time, how was I going to quit music? How was I going to quit my biggest passion and what had given me so much happiness and fulfillment in life? Leaving music would be like abandoning myself to fate, a life without music seems simply inconceivable to me, I had no hope, until... My beloved Ensamble Multiverso appeared. I think I've talked about this a couple of times too, but Multiverso is a symphonic rock band that started as a simple project to do covers from rock classics and anime openings, but now it goes much further and we discovered that we have a huge potential to be a legendary band and we don't aspire less than that. The same I once felt playing Tchaikovsky, Mahler and Shostakovich, I feel it today playing Suena, Victoriana, or Proyecto Ruido, some of our own songs. Yes, I can say that Multiverso revived my passion for music.

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But thanks to Hive I discovered another passion: writing. First of all I have to say that I don't even remotely consider myself a professional in writing or in the analysis of videogames/movies/series or anime. Writing about the things I'm most passionate about has made me discover an ability I didn't know I had, the analysis of works is something that always caught my attention but I never dared to do, thanks to Hive I took the first step in this adventure and apart from discovering that I'm not so bad for this, it also made me revive my passion for video games and anime. I've replayed a lot of videogames to analyze them here and doing so made me remember why I always enjoyed this world so much. Such has been my experience that I hope someday not so far away to start studying journalism to be able to dedicate myself to this in a 100% professional way and make publications in all possible platforms with the highest quality. And obviously being a rock star with Multiverso.

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