De seguidores a Líderes

Todos somos líderes. Pero antes de ser líderes todos fuimos seguidores en algún momento y cuando somos seguidores sufrimos por el abuso de poder y exceso de autoridad.

En muchos grupos siempre tiene que haber un líder, El líder debe poner límites para que sus seguidores no se confíen e intenten cruzar la delgada línea que los divide entre jefe y subordinado. ¿Pero no creen que la autoridad y el poder son dotes que un líder no debería adoptar?

Entiendo que un líder debe tener autoridad para guíar a su grupo y que existen diferentes y diversas maderas de guíar un grupo. El profesor debe enseñar y formar a sus alumnos con el conocimiento lo mejor que pueda. El padre debe educar a su hijo y eneñarle lo que es correcto. El militar del más alto rango debe dirigir a su ejército y así proteger y servir a su nación. Pero siempre existe el momento, en el que, cuando el líder tiene una pizca de poder se corrompe y cuando llega ese momento la autoridad se vuelve opresión.

Un claro ejemplo de eso es Adolf Hitler, un simple ser humano que cuando se unió al servicio militar en la Primera Guerra Mundial no era nada más que un mensajero, que cruzaba froneras y peligros para llevar mensajes (valga la redundancia) al frente de batalla e incluso a la líneas enemigas. Cuando se convirtió en El Führer, el terror y todo lo que conllevó eso cuando tomó un poco de poder. Y digo poco porque Hitler no era más que un teniente, ni siquiera tenía el más alto rango y todo lo que hizo fue tanto impresionante como aterrador.

Por esa razón siempre nace El Boycott, el Motín, la insubordinación o la rebelión (como le quieran decir) de ciertos individuos en el grupo. Esto se da cuando el liderazgo pasa a ser control. No puedes quejarte porque te hace parecer malagradecido por lo que han hecho por ti. No puedes enojarte o reaccionar mal ante la situación, porque siempre te van a recordar lo que sacrificaron por ti y que lo poco que le restrubuyes a esono es suficiente. No puedes opinar, ya que tienes a un líder que juzga tus acciones sin tomar en cuenta tu declaración.

Porque para el líder es más fácil mantenerte controlado que dejarte pensar y ver las cosas desde tus perspectiva. Entonces las ordenes se vuelven pesadas y sólo las acatas para complacer al líder y ya no porque sea tu deber hacerlo. Empiezas a ver que mucho de lo que haces es poco por no decir nada para otros. Empiezas a cuestionarte ¿Para esto me educaron? ¿Me formaron sólo para obedecer sin criterio alguno? ¿Acaso soy yo la que está equivocada? Si estoy haciendo lo correcto y sé lo que tengo que hacer ¿Por qué siento que estoy perdida?

Con esto no estoy diciendo que eliminen la autoridad o lo que crucen los límites dictaminados por esta. Ya que si no hay autoridad, no hay orden. Y si no hay orden, inmediatamente surge el caos. La autoridad es importante y el poder es un don. Un don que conlleva una gran responsabilidad porque es algo que hay que saber ejercer. Porque todo ese cuestionamiento, todo ese cambio radical en tu líder, todo ese sobreesfuerzo fue tu entrenamiento para convertirte en él líder de tu propio grupo algún día. Ya sea que formes una familia o que tengas una empresa.

Comprende que no siempre serás el seguidor. Algún día te tocará liderar y tendrás tus propias reglas y tú propio criterio Y llevarás a tu grupo de manera diferente, siempre teniendo en cuenta tu experiencia como seguidor. Y sólo en ese momento sabrás lo que tu líder tuvo que pasar para convertirse en uno y entenderás hasta cierto punto porque tomó las decisiones que tomó en su momento, porque se dirigió de manera abrupta hacía ti cuando empezaste a reberlarte o cuando comenzaste a pesar de manera diferente a la de él o ella.

Pero cuando llegue tu momento de liderar, tu líder tendrá que aprender y entender que ya creciste y que tu experiencia como líder no debe y no tiene que ser exactamente igual a la de él o ella. Tiene que entender que a pesar de que te enseñó todo lo que sabes harás las cosas a tu manera y sabrás fomentar todo eso cuando lo veas necesario porque es TU experiencia no la de él o ella.

Por eso vuelvo y repito no estoy diciendo que pases por alto la autoridad de tu líder, ni que a la primera oportunidad le Boycotees sus proyectos a futuro. Más bien que aprendas de él o ella. Aprende lo bueno y lo malo para que cuando llegue tu momento de liderar, no cometas los errores que tuvo y forstalezcas aquellas enseñanzas mas emblemables.