Hola @dagmardeeke , Amo estos ositos, los aprendí a comer en la Isla de Margarita, en un tiempo fue "puerto Libre" , quiere decir que traían muchos productos importados libres de impuestos, así que muchas de estas gomitas llegaron para quedarse en Venezuela. Me encantan y puedo comer una bolsa entera.
A mí me trae recuerdos de mi infancia los tubitos de leche condensada y ovomaltina, también vendían en las bodegas de mi pueblo unos anillos en formas de chupeta que uno se ponía en los deditos y se los comía, otra chuchería que nunca más vi eran unos caramelos en forma de polvo que cuando te los comías explotaban en la lengua. De hecho escribí esto y volví inmediato a esas etapas de mi vida .
Gracias por compartir toda esta increíble información sobre Haribo y seguro que voy a comprar una bolsita de ositos dorados porque me provocó, jajajaja. Un abrazo
Estimada @zullyscott , qué bonito saber que también has podido disfrutar de estas famosas gomitas.
Me encantó conocer a través tuyo la OVOMALTINA. La busqué en internet y me encantó el concepto. Puedo imaginar que es una golosina riquisima. Algo que me resulta muy gracioso a mí es que a las golosinas las nombren chucherías en Venezuela. Para nosotros en México, una cuchería es un objeto, que no cuesta mucho, pero que regalamos o compramos por un valor sentimental.
Lo que es interesante es que así como compartimos entre nuestros países muchos dulces similares, hay otros que son muy distintos. Qué divertido comer estos polvos de dulce que chsiporrotean en la lengua. También se comercializan acá.
Vaya, jamás creí que podría contribuir a la venta de los Gummibärchen, qué bien que la publicación te provocó comprarlos. Disfrútalos mucho!!!
Gracias por leerme