My point of view — Why try to be nice ┃ Mi punto de vista — Por qué tratar de ser amable

     Este es un planteamiento que me he hecho a lo largo del tiempo.

     Sé que lo adecuado, lo bueno, sería que nos sintiéramos inclinados a ser bondadosos, considerados y empáticos con la gente que nos rodea. Eso sería lo ideal.

     Pero hay personas que pasamos por sucesos que nos dañan emocionalmente, o personas que han tenido problemas para manejarse en un contexto social desde siempre, por alguna u otra causa.

     ¿Qué tiene que ver esto con el trato que le damos a quienes nos rodean?

     Muchísimo.

     Por experiencia propia y debido a toda la información que leído al respecto de parte de especialistas en el tema, cuando afrontamos situaciones traumáticas (y no, no necesariamente, me refiero a una violación sexual), o profundamente dolorosas, o cuando pasamos por una depresión muy fuerte, puede que experimentemos una inmensa apatía hacia muchos asuntos que antes eran importantes para nosotros.

     Entre esos asuntos está la empatía natural hacia los sentimientos de los demás.

     En mi caso, pasé mucho tiempo con problemas para sentir emociones. Cualquier tipo de emoción, ya fuera miedo, tristeza, ansiedad, alegría, amor... Cuando pensaba en mis emociones solo había una cosa: vacío.

     Cuando pasas mucho tiempo así, es fácil que se te olvide que la mayoría de la gente que te rodea sí que siente cosas. Por ejemplo, se pueden sentir heridos con tus palabras o acciones.

     ¿Qué hago para intentar ser amable con quiénes me rodean, independientemente de mi circunstancia en ese momento?

     Pero sí que puedo hacer algo para no empeorarlo. No escribo desde un estado mental optimista o desmesuradamente positivo, es obvio.

     En el mejor de los casos, podré alegrar escasamente unos minutos de la vida de alguien hasta que se acuerde de todo lo que tiene por resolver.

     No sabemos quién es la persona que está pasando por un mal momento. A veces, quienes parecen fuertes y alegres, extrovertidos y en buena posición, pueden estar escondiendo situaciones que los agotan. No lo puedo saber, pero sí que puedo evitar ser uno más que lo hunda en ese pozo.

     He descubierto que, a veces, la mejor manera de demostrar amabilidad y empatía es callar. ¿Cuántos comentarios inútiles e imbéciles te han hecho que te han desanimado, así sea un poco? Hay unos que nos derrumban. Pues... Si no tengo nada bueno que decir, me reservo mis palabras.

     Básicamente, mi estrategia de amabilidad es evitar empeorar la situación. Es pasivo, lo sé. Pero a veces menos es más.

     Si no nos sentimos en condiciones para apoyar emocionalmente a quienes nos rodean, decirles palabras constructivas que los edifiquen, o ayudar de maneras prácticas a nuestro prójimo... Es válido. Solo no hagamos lo contrario, entonces.

     Una de las fases de inmadurez por la que pasamos en la vida es la de:

     "No me importa lo que digan".

     Ooh... Pero sí que nos importa. Quizá nos importe muy poco, claro, pero en el momento en que estemos mal, el recuerdo de ese gesto o de esa frase nos golpea un poco más fuerte. Nos afecta, en algo nos afecta.

     Creo que los seres humanos no estamos hechos para ser inmunes a lo que nos rodea. Por más que seamos o intentemos ser neutrales o lógicos.

     En fin... Voy a intentar ser amable, o al menos, ser cortéz. Una sonrisa triste es mejor que ninguna sonrisa. Es un avance.

-𝓭𝓯𝓻𝓮𝓲𝓽𝓮𝓼𝓹