Hola Elizabeth! Leyendo tu publicación, no pude dejar de sentirme identificada con una situación parecida que viví con mi niña mayor, cuando ella tenía unos 3 años. Ella está diagnosticada TEA nivel leve, con personalidad tímida. Los especialistas o quienes trabajan en sitios destinados a tratar con pacientes, deben tener más cuidado con lo que hacen, dicen y cómo lo dicen, para no crear mayores consecuencias. Al final, es Amelie -aun sin hablarlo- la que se lleva esa no muy grata experiencia de la visita a terapia.