Imagina que tienes dos botellas de coca-cola. Agitas con fuerza ambas. Una la abres justo después (ya sabes qué ocurrirá). La otra la dejas un tiempo y después la abres. Observarás que no ocurre nada especial. 😕
Lo mismo con las emociones. Si abrimos la boca cuando estamos enojados, podemos provocar un desastre. Mejor esperar y controlar lo que ocurra. 🤐