Cuando hayamos repetido el ejercicio y sintamos que el niño diferencia los verbos y reconoce la acción que debe hacer cuando se le indique alguna de ellas daremos el siguiente paso.

Tomaremos la esponja y le pediremos que, con su mano derecha haga el movimiento siguiendo la instrucción, la cual sera "abrir o cerrar" la mano según se le indique. De igual forma lo haremos con la mano izquierda.

Paso final del ejercicio. En esta oportunidad le pediremos que realice los ejercicios alternando ambas manos pero con la pelota. Recordemos que la pelota debe ser tan suave como la esponja al apretarla para que el ejercicio realmente funcione y no les cause molestia.

En este punto, les recuerdo que siempre va a ser mejor si al trabajar en la mesa tenemos preparados con anticipación el ejercicio y los materiales que vamos a requerir , que en nuestro caso será:

La meta de este ejercicio es aprender a utilizar la tijera y mejorar el control de la motricidad fina y nos propondremos como objetivo, cortar tiras de papel de forma aleatoria.

Lo primero que haremos será tomar con antelación unas hojas de papel, doblarlas a la mitad y tomamos una para nosotras. En ambos lados dibujaremos lineas rectas con unos 5cmts de distancia entre ellas con el fin de que puedan recortar con mayor soltura.

Continuamos presentando la actividad al niño, para ello colocaremos su mitad de la hoja con las líneas dibujadas y la tijera frente a él y con nuestra mitad le mostraremos lo que debe hacer y como debe hacerlo, tomando en consideración el agarre de la tijera, la direccionalidad del corte y la posición de la mano con la que sostiene la hoja; y recortaremos justo sobre la línea.

Seguidamente le daremos el papel y pondremos en su mano la tijera asegurándonos de que la tome correctamente al tiempo que moldeamos la mano que tiene la hoja. Si es necesario hacemos los primeros cortes, apoyándolo con nuestra mano.

En la misma medida que sintamos seguridad en sus cortes, podremos ir retirando nuestra ayuda.

Un ejercicio que es recomendado para los niños entre 3 y 5 años y por ende, aún mas sencillo, pero a pesar de serlo, es impresionante lo que les permite alcanzar si se realiza con frecuencia. Solo necesitaremos dos envases grandes sin tapa con capacidad de 1 kg, arroz y una cuchara medidora grande.

Nuestra meta, además de reforzar la motricidad y la concentración, también será trabajar la coordinación de movimientos, el orden y la limpieza al trabajar.

El objetivo que nos trazaremos será, trasegar el arroz que se encuentra en un envase al otro, manteniendo la mesa de trabajo limpia y ordenada.

El primer paso siempre sera nuestro de manera que al vernos, el niño logre entender lo que va a hacer y como lo va a hacer. Por eso nuestros movimientos deben ser lentos y seguros.

Meteremos la cuchara medidora en el recipiente del arroz y poco a poco lo verteremos en el otro. Esta acción la repetiremos 5 veces y luego le pediremos que haga lo mismo.

Recoredemos que si estamos trabajando este ejercicio tomando en consideracion diferentes ángulos necesitamos estar seguros de que se realice correctamente. No es echar el arroz en el otro envase y luego correr a hacer otra actividad sin importar como lo estamos haciendo, necesitamos también que el proceso sea ordenado y pulcro, así que tomaremos el tiempo que amerite. No olvidemos celebrar cada logro o intento, aunque este sea fallido. Démosle ánimo para que siga intentándolo.