Es necesario conocernos, y esto implica saber que cosas nos hacen sentir bien y cuales cosas no, ya que al saberlo, podemos utilizarlo a nuestro favor para fortalecernos, para motivarnos, para estar mejor en general.
Desde hace algún tiempo he procurado hacer ese autoanálisis, con la intención de buscar mi mayor bienestar, ya que me di cuenta de que había cosas que en definitiva no me agradaban pero "debía cumplir" con eso por cortesía o por evitar quedar mal con otras personas, pero empecé a preguntarme: ¿qué vale más?, ¿mi paz mental o cumplir con los demás?, lo que al final evidentemente que la respuesta fue clara.
Sé que vivimos en una sociedad donde se le da mucho peso al que dirán, y siempre me pareció absurdo esto, pero a medida que interactuamos con distintos grupos de personas, que convivimos en distintos espacios y que nuestra vida avanza, indudablemente que surgen nuevas formas de ver la vida y con esto un nuevo enfoque en las prioridades, lo que me llevó a definir que mi tranquilidad debe ser mi prioridad.
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Entonces, aquí entra uno en una especie de conflicto con uno mismo, porque pensaba, de alguna manera, que asumir una actitud como de decir "si no quiero ir, no voy", así otros piensen que es un desprecio, podría ser una actitud egoista, pero ¿realmente es así?
No creo que lo sea, porque el problema es que de cierta manera a todos nos han formado con eso en mente de que debemos ser condesencientes con todo y con todos, incluso si va en contra de lo que realmente queremos, y siendo así, implica que no deberíamos decir que no a una invitación a un evento, por ejemplo. Pero ¿está mal si no quiero, si prefiero quedarme en casa descansando, o si prefiero ir a sentarme en una panadería a tomarme un café y reunirme con alguien en especial?.
Debo asumir que todos, o al menos la mayoría ha estado en una situación similar, y cosas como estas les han pasado por la mente, pero insistiré, no creo que sea un problema decir que no, cuando un no es lo que queremos decir.
Claro, sé que hay sus matices en este sentido, por ejemplo, si eres padre o madre, puede que quizas no quieras salir de casa, pero un hijo se va a graduar, aunque lo más seguro es que me dirá alguien que sea padre o madre que sería algo que no se perdería, pero solo hablo de este contexto para ejemplificar que hay situaciones que son difíciles de darles un no por respuesta.
Pero si que hay situaciones en las que no tenemos esa obligatoriedad, y aún así no podemos decir que no, a veces por el que dirán, y es aquí donde vuelvo al inicio, debemos velar por nuestra tranquilidad mental, pienso que es lo más importante, porque si esta no está bien, nada más allá lo estará. Entender que lo que pasa en nuestra mente repercute en toda nuestra vida es elemental para tomar decisiones conscientes en pro de nuestra salud y bienestar integral.
Espero haber sido lo más claro posible en este aspecto. Aprovecho la oportunidad de desearles un bonito fin de semana.
Nada como estar en paz y en tranquilidad, en reaprender estas conductas humanas y desde la tranquilidad, decir no o decir si, todo depende de la situación, estar en armonía con nosotros.
Es eso lo ideal, lo que debe ser. Comparto su opinión, sea si o no lo que decidamos, al final, debe generarnos tranquilidad lo que hemos de hacer. Agradecido por el comentario
@tipu curate 8
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