Indudablemente que definir la salud desde lo que es: “un estado de completo bienestar físico, mental y social” y no desde lo que no es “ausencia de afecciones o enfermedades." Pasa por comprender que el ser persona es un concepto que abarca al ser integral y no solo la parte física, somos mucho más que un cuerpo también somos mente, espíritu, alma y energía. Por lo que la definición de la Organización mundial de la salud aún se queda corta, sin embargo, hoy en día, dicha definición, se acerca a lo que realmente podemos comprender como significado de ser una persona saludable.

Los amigos de la comunidad @holos-lotus en este mes de celebración de la salud nos han hecho un cuadro de propuestas para compartir nuestros conceptos, ideas, prácticas sobre el tema, acá te dejo el link de las bases del concurso. Aprovecho la oportunidad para invitar a participar al amigo @irvinc y a la amiga @doriscova8.

Entre las propuestas, se encuentra la de @morito13, quien partiendo de la definición de salud que aporta la OMS nos invita a reflexionar sobre nuestra salud, aquí mi participación al Concurso: Mes de la salud, el bienestar y la concienciación sobre una vida saludable.

Soy saludable, lo soy

Ser saludable está relacionado con nuestro estilo de vida, con los hábitos, actitudes y acciones que tenemos y nos hacen sentir que poseemos buena salud. Cada uno lleva consigo una carga genética que puede influir en su salud, sin embargo, estudios científicos demuestran que aún cuando hay ciertas enfermedades llamadas “hereditarias” al desarrollarlas o padecerlas este factor tiene menos del diez por cierto de peso de incidencia, mucho mayor peso tiene los factores relacionados con el estilo de vida que llevamos, los hábitos que tenemos y los factores ambientales donde nos desarrollamos, que se lleva un gran peso de un 80% Ver.

De allí que cuando hablamos de una vida saludable los dos elementos donde se hace mayor hincapié son: la alimentación y los hábitos que cultivamos. En cuanto a la alimentación parto del principio que se puede “comer de todo” siempre y cuando sea comedida, evitar los excesos, manteniendo los lineamientos de una alimentación balanceada y algunos criterios en la preparación de los alimentos para consumirlos de la manera más sana posible. Algunas de estos criterios son:

1.- Evitar alimentos fritos y en línea general utilizar poco aceite en las diversas preparaciones.

2.- Cocinar con baja sal

3.- Controlar la ingesta de azúcar y harinas.

4.- Tomar agua

Entre los hábitos que cultivo para estar y sentirme saludable tengo:

1.- Realizar largas caminatas

2.- Hacer ejercicios de estiramientos

3.- Practicar por lo menos tres veces, durante el día, la respiración consciente y realizar ejercicios de mindfulness.

A la pregunta: ¿Te consideras una persona saludable? mí respuesta sin dudar es una: ¡Soy saludable, lo soy! Es una afirmación que parte de mi programación neurolingüística y que con ella va el mensaje que le envío a mis células, órganos, mente., que me programa para sentirme en estado de paz interior, de sosiego, de bienestar conmigo misma y en mi relación con los demás, considero que con ella fortalezco mi salud integral.

Por otra parte dentro de mis hábitos de salud se encuentra el trabajar, en consciencia plena mis pensamientos y con ellos el manejar las emociones ya que comparto la idea que las emociones están estrechamente vinculadas a nuestra salud , pienso que sirve de poco tener buenos hábitos alimenticios, cuidar el cuerpo físico con ejercicios y que tus pensamientos no los puedas manejar y te lleven por caminos “catastróficos”, produciéndote, ansiedad, estrés, tristezas, rabias y miedos, lo cual, de entrada, es la negación de la salud.

Saber canalizar nuestras emociones, expresarlas de la manera más conveniente, ponerles límites o darles rienda suelta nos permite tener una mejor relación con nosotros mismos y los demás contribuyendo con ello a nuestra salud mental, espiritual y física, sacando un mayor provecho a nuestra energía vital. Todos hemos tenido la experiencia de sentir como las emociones nos suman o restan energía.

En lo personal, trabajo con constancia en ello, profundizando en el conocimiento y práctica de que son mis pensamientos y emociones: yo las creo, las produzco, las acepto, las vivo, las siento, por lo cual también puedo llevarlas por donde quiero y no dejarlas que ellas me lleven por donde deseen.

Por otro lado tenemos los factores externos, planteados de la siguiente manera: ¿La falta de comodidad y deterioro en tu calidad de vida pueden afectar tu salud? Si, ciertamente que tanto las comodidades como la calidad de vida en general nos afecta todos los pilares que conforman la salud. Por ejemplo no disponer de los recursos económicos para adquirir los alimentos o más grave aún que no exista el bien (llámese alimento, medicina, o equipo) deteriora la salud tanto en lo físico como en lo mental y hasta social.

Sin embargo, también allí podemos plantearnos ¿Hasta dónde lo permito? Y no se trata de querer tapar el sol con un dedo ni de evadir las realidades que te impactan sino que por la propia salud mental, nuestra actitud ante esa realidad hará que nos afecte más o menos.

Cuando he sentido que las situaciones externas están sobrepasando mis capacidades de respuestas he tomado varias acciones que me permitan proteger mi salud, entre ellas:

*No entrar en pánico

*Me enfoco fuertemente en lo que si tengo y no en las carencias

*Saco mi kit completo de estrategias y herramientas del crecimiento personal, coaching, yoga, mindfulness…

*Me vuelvo súper proactiva partiendo de la pregunta potenciadora: ¿Dónde estoy y dónde quiero estar? y a partir de allí, me monto en un plan de acción.

El solo hecho de mover mi energía en este sentido hace que me diga con mayor convicción, sentimiento, fe y creencia: Soy saludable, lo soy.

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