@iriswrite, nos trae una invitación para que conversemos acerca de un tema muy interesante y común, que creo que no se menciona mucho. Y me alegra que ella lo traiga al frente para que lo analicemos y aprendamos mucho más sobre las particularidades de ser, "Ser humano".
Amor de los padres hacia sus hijos: ¿igual o diferente?
Así reza el título de la publicación de @iriswrite, y me gustaría abordarlo desde los dos puntos de vista en que lo vivo. Como hija y como mamá.
Como hija:
Del matrimonio de mis padres nacimos 4 hijos. Yo soy la mayor y durante 5 años fui hija, sobrina y nieta, única. Experimenté lo de ser consentida en un 100%. Cuando tenía 5 años nació mi primer hermano. Me lo presentaron, me dijeron: "Mira Lili, este es tu hermanito" y lo amé desde ese mismo instante. Lo agarré para mí. Era mi muñequito para jugar y jugar. Recuerdo una frase que me dijo mi mamá: "Ahora somos cuatro y todo lo que tenemos es de los cuatro" Yo me estaba comiendo una salchicha y le pregunté "¿Hasta esta salchicha es de los cuatro?" me dijo que si yo quería, la podía compartir, pero que esa era mía, pero si en algún momento, solo tuviéramos una salchicha, entonces la cortaríamos en 4 trozos para compartir.

Con mi hermano y mi mamá.
Aquello nunca se me olvidó, tal vez a mi mamá sí, pero en mi mente quedó guardado ese mensaje de que éramos cuatro y todo era de los 4. Dos años después de que llegara mi hermano, nació mi hermanita. Y cinco años después llegó mi hermano menor. Entonces fuimos seis y aprendimos que todo era de los seis.
Todo. Incluyendo el amor de nuestros padres.

Mi mamá con sus cuatro hijos. Yo no sé hacia dónde me quedé mirando ja,ja,ja.
He visto y he experimentado diferencias en la forma en la que nuestros padres nos tratan, pero no en la forma en la que nos aman. ¿Me explico? Ellos nos aman igual, pero nos tratan diferente.
Como hija mayor, siempre he sentido el amor de mis padres, y de igual forma he visto la entrega y el amor hacia cada uno de mis hermanos. Somos cuatro y cada uno tiene su propia forma de ser, gustos particulares y maneras de comportarse. Mis padres prácticamente se adaptan a cada una de nuestras personalidades y disfrutan de cada uno de nosotros.
Pudiera decir que a mi hermano menor lo han consentido, pero es que yo misma lo he consentido. Quizás porque es el menor y los demás lo adoptamos como nuestro, creo que yo más, porque él nació cuando yo tenía 12 y me encargué muchas veces de cuidarlo, bañarlo, alimentarlo, etc. Entonces, por ser el pequeño, ha sido, quizás, el que más cuidado recibió de los más grandes. Hoy en día es un hombre y obviamente se cuida por sí solo, pero basta que le pase algo, para que nos tenga a todos pendientes de él.

Mi mamá y mis hermanos menores.
Siento que el amor sin condiciones que hemos recibido de nuestros padres, influyó mucho en que no nos sintamos desplazados o menos queridos. Desde pequeños mi mamá nos enseñó a comprender, que somos "hermanos" que somos familia y que eso pesa más que cualquier cosa. Es algo así cómo los tres mosqueteros, pero en este caso somos cuatro mosqueteros.
En casa los abrazos son para todos, los elogios se escuchan hacia cualquiera de nosotros, y los regaños también. Nos educaron en amor y respeto a los cuatro por igual y nos enseñaron a celebrar los logros, regalos y recompensas de cualquiera de los cuatro.
Soy mamá y los amo a los tres:
Cuando nació mi hija mayor, pensé que nunca amaría a nadie como la amo a ella. Nos costó, tanto y tanto, quedar embarazados, que sentí que mi amor era inmenso y únicamente para aquella bebita que nacía de mí.
Dos años después le preguntaba a mi mamá y a mi cuñada (que ya tenía dos hijos) si era posible que yo pudiera amar tanto a otro hijo, así como amaba a mi hija mayor. Ambas me respondieron que esperara a que llegara el día y vería cuán grande sería mi amor por los seres que habían nacido de mí.
Y así fue. Desde el primer momento en que vi a mi pequeña hija en la ecografía, teniendo ella apenas 10 semanas de gestación, la amé con cada célula de mi ser. Luego traerla al mundo, tenerla en mis brazos, verla crecer y disfrutar de cada una de sus ocurrencias, ha sido de los mejores placeres de mi vida.
Con dos niñas y mi corazón, a punto de explotar de tanto amor por ellas, llegó a nuestras vidas mi tercer bebé. Mi hijo Álvaro. Si ya sentía mi corazón gigante y henchido de amor, imagínense con mi pequeño terremoto. Amo profundamente a mis tres hijos, son, así suene cliché, lo más grande y hermoso que tengo.
Los amos inmensamente a los tres y los trato de manera diferente a cada uno. ¿Por qué? Porque cada uno es diferente al otro. El más pequeño necesita una atención diferente porque está aprendiendo lo que sus hermanas ya saben. La mayor recibe un trato diferente porque está en una etapa diferente a sus dos hermanitos. Y la menor recibe un trato diferente, porque también está experimentando su propia fase de su niñez. Cada uno recibe amor, respeto, cariñitos, y son muy consentidos.

Con mis tres niños.
Así como me enseñaron a mí, les enseño a mis hijos a amarse y a respetarse. A celebrar las buenas nuevas del otro. A compartir y a disfrutar de ese compartir. Pelean, como todo niño, se contentan una y otra vez, se abrazan cuando llegan a casa y tienen rato que no se ven, se hacen regalos, se guardan trocitos de dulce si alguno no está. Entienden que una salchicha puede alcanzar para los cinco, porque nosotros somos cinco.
Reconozco lo inmensamente afortunada que soy y agradezco a Dios cada día por ello. Desde que soy madre, entiendo perfectamente el amor incondicional que se tiene hacia los hijos y comprendo la magnitud del amor que sienten mi madre y mi padre, por nosotros, sus cuatro mejores creaciones.
«Te pareces tanto a mí..." Me pusiste a cantar. Qué bonito es hablar del amor y coincidir en las miradas.
Y el día que conozcas tus nietos y sientas que los amas de manera inmediata.
Disfruté cada línea. Hermoso.
Que hermosas las dos
Gracias!
De tal palo tal astilla, de tal madre tal hija, voy aprendiendo e imitando lo bueno. Te amo Má.
Que bonito leerte, tienes mucho amor, admiración y respeto por tus padres y tus hijos. Esas miradas dulces solo pueden ser frutos del cariño. Un abrazo y encantada por tu texto. 🧡
@lilianajimenez por favor ubica el link en mis comentarios un abrazo
Claro! voy, se me pasó por alto.
Gracias, gracias, soy afortunada y lo valoro.
Es hermoso leer tu experiencia y ver como cada uno tiene algo especial que aportar.
Gracias por tus apreciaciones. Somos afortunados.
Beautiful family
thanks a lot
Welcome
Hola Liliana,
Que belleza leerte, me has dejado una sonrisa dibujada en mi rostro, el amor se puede tocar, se puede sentir en tus palabras.
Gracias. La verdad al releer mis escritos, me doy cuenta de lo afortunada que soy, por eso agradezco día a día por las personas valiosas que me rodean. Abrazos.
-La abundancia habita en la gratitud-... Bendiciones para ti y los tuyos.
Amor del bueno, como dice Yordano, los amamos con intensidad, pasión, protección, sin dosificación, pero atendiendo sus requerimientos. Me encantan, bendiciones. 😊
Así es, los amamos con todo lo que implica amar. Y a cada uno con sus diferentes formas de ser. Abrazos, gracias por venir.
Disfruté al máximo leerte, sin dudas es así de grande el amor incondicional. Los cinco dedos de las manos son diferentes y los necesitas por igual porque conforman un todo. Una familia es un todo. Bendiciones para ti y tu familia.Gracias por este regalo.🤗
Tengo una anécdota, dónde una abuela de mis sobrinos un día me dijo que los hijos son como los dedos de las manos, cada dedo es diferente y de ningún dedo seríamos capaces de prescindir. Amén por tus bendiciones. Abrazos.
🤗🌹❤️
Que bella publicación mi amiga, esto es hermoso de verdad, leer y conocer ese amor como hija, como madre, esto es muy agradable, la sensación única de amar desde que llegan al vientre, sin tener preferencia pero siempre sembrando valores, los hijos nos llenan nos dan alegría un amor que va mucho más allá de lo imaginado.
Pero como no amar y querer de tan hermosa manera, si esto también va en esa crianza cargada de amor que viste desde niña en tus padres.
Todo influye en todo eso bonito recibido, fue un enorme gusto leer esta publicación, cargada de todas las emociones que siempre queremos encontrar en los post.
Muchos éxitos en todo lo que hagas.
Así es querida Santa, desde que sabemos que están en nuestro vientre les amamos infinitamente. Abrazos.
Así es y así lo decretamos un millón de veces en el nombre de Dios.
Palante.
Amén! Bendición.
Díos te bendiga mucho con salud perfecta.
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