Era común que en aquel entonces, las emociones no formaran parte de la conversación diaria, y estas debían ocultarse porque se corría el riesgo de mostrarse débil o vulnerable ante el mundo. No significaba que los padres fuesen malos o indiferentes, o peor aún, que no amaran a sus hijos, sencillamente carecían de las herramientas emocionales que se conocen hoy en día.
Es importante el proceso de hacer las paces con nuestro "niño interior" y de esta manera, poder relacionarnos de forma sana con nosotros mismos, con nuestra pareja, padres, hijos y con los demás.
Gracias por compartir este post. Saludos.
Sí, es como dices, se sobreentendía que expresar emociones era indicio de debilidad, es el tipo de ideas que se van transmitiendo sin que tengan ningún basamenteo real, pero así funciona a veces el "sentido común". Afortunadamente en este tiempo se ha entendido la importancia del mundo emocional, eso sin duda es beneficioso para las nuevas generaciones. Muchas gracias por pasar y por enriquecer la publicación con tu comentario, estimado @manuelgil64. Que estés bien. Un fuerte abrazo desde Maracay.