¿Estamos siendo empáticos, educados y respetuosos con los otros, a la hora de emitir nuestras opiniones?

Es que una cosa es una opinión solicitada y otra muy distinta cuando la gente es metiche, que te den su "opinión" sin pedirla, ellos se sienten felices como que hicieron la labor del día, con una autoridad casi suprema de que tenían que decirte tal cosa porque sí, desde pequeña me enseñaron a ignorar tal como dice aquél dicho: A palabras necias oídos sordos... así que cuando suceden este tipo de circunstancias les digo: ¡Gracias! sigo con mi vida y ya, a menos que quizás haya dicho algo que pudo haber resonado en mi y me quedo con eso para buscar de mejorar.

Ahora si nos ponemos del otro lado, que seamos nosotros quienes damos la opinión, es un tema delicado también, he aprendido con el tiempo que la prudencia es el mejor consejero si me tocaran estos tres casos sería algo así:

Lucía es madre soltera y tiene una hija de 15 años, quien le ha dicho que está enamorada de un chico de 21 años. Lucía ha decidido dejar que el joven visite a su hija, porque es preferible que se vean en su casa y evitar que lo hagan en la calle.

R= Imagino que Lucía es mi vecina, pienso que está bien, no le digo nada hasta que ella me cuente por su cuenta y si me pide opinión le digo que está bien, que ella como madre sabrá darle los consejos apropiados para su hija.

Julia, quien está a punto de culminar sus estudios de secundaria, tiene una gran indecisión entre estudiar derecho o filosofía.

R= ya he conocido a varias Julias con una situación similar y le diría que disfrute su juventud y que estudie la que mas desee primero que luego podrá sacar la segunda carrera que quiera y seguirá especializándose en ambas, el conocimiento es infinito, nunca se pierde y que el tiempo le dará razón.