Hispalitario 13| The Orphan~La huérfana [Esp &Eng]

Spanish

La huérfana

El viento entraba y salía de la habitación haciendo ruidos espeluznantes. El suelo comenzó a temblar y el viento que alguna vez fue suave de repente se convirtió en una tormenta violenta. Pasó un fuerte viento que vino con fuertes lluvias. Escuché gritos a lo lejos y vi que el edificio de la plaza del pueblo se vino abajo casi de inmediato. Estaba tan sorprendido cuando también vi los cultivos que el granjero Peg había plantado durante todo el año siendo aplastados por el viento violento. La nube era muy oscura y un poderoso trueno retumbó en el cielo.

Miré y vi una tormenta en forma de embudo retorciéndose.

"¡Corre John! ¡Es un tornado!" Río, me gritó mi amigo.

"¡Va a destruir todo el pueblo! ¡Corre para salvar tu vida!" Él continuó

"No creo que sea un tornado, es más grande que un tornado, ¿un huracán tal vez?" Sugerí.

"No te quedes ahí sugiriendo, vámonos de aquí" me gritó y de inmediato salimos corriendo.

Llegamos al piso de abajo de nuestro departamento cuando el techo del edificio se cayó, recordé que olvidé algunos de mis objetos de valor y quise regresar cuando Rio me gritó desde la distancia que recuperaríamos lo que quedaba de nuestro cosas si la tormenta se calma y podemos salir vivos de aquí. Cuando estábamos a punto de avanzar, un viento violento golpeó de nuevo y justo cuando estaba a punto de golpearnos, nosotros-

"¡John! Baja al comedor para almorzar ahora"

Arrhhh… Mi madre, también conocida como la reverenda hermana Justina Mary, siempre interrumpe el clímax de mi programa. Ahora tendré que hacer una pausa para continuar más tarde. Empecé a bajar las escaleras y cuando bajé, vi a mamá soltando una carcajada casi de inmediato.

"Deja de correr por las escaleras John, sé que interrumpí tu mundo de fantasía otra vez pero has estado jugando durante casi cuatro horas y no has almorzado" me sonrió con amor y adoración en sus ojos.

"Pero mamá, ya no soy un niño pequeño, ¡tengo diez años! Y ni siquiera tenía tanta hambre" gemí y luego ella me levantó y me colocó en el mostrador pellizcando mis mejillas.

"Es gracioso cómo cuando crecen un poco dicen que ya no son niños pequeños. Bueno, siempre serán mi niño pequeño, ¿de acuerdo?"

era la verdad Siempre seré su niño pequeño. La reverenda Hermana Justina Mary o Hermana Mary, como la llamaba la mayoría de la gente, era la propietaria y fundadora del orfanato Great Children's. He estado aquí desde que tenía cinco años y puedo decir que Sister Mary es absolutamente la mejor. Ella nos cuida muy bien, nos provee y nos da lo que necesitamos, y ni siquiera se queja en absoluto. A menudo, ella saldría de su camino y de su zona de confort solo para hacernos felices.

"¿Qué vamos a tener pa-"

"Buenas tardes, pequeño John" Estaba tan absorto en el hecho de que no tuve la oportunidad de completar mi programa que no me di cuenta de la otra persona en la sala. Me giré y la miré bien. La he visto por el orfanato. Ella compraba cosas y traía cosas como ropa, juguetes, alimentos y otras necesidades. Me pregunto qué quería ella por aquí.

"Buenas tardes, señora", respondí cortésmente mientras mamá me enseñaba.

"¿Conoces a esta dama aquí?" Mamá cuestionó y negué con la cabeza. Solo la he visto por ahí. No he tenido tiempo de preguntar por ella o hablar con ella pero la he visto en raras ocasiones mirándome fijamente. Me hace sentir incómodo al principio, pero luego me distraigo con mis juguetes una vez más.

"Bueno, ella es Lady Laura y te adoptará del orfanato" Estaba tan sorprendida. Fue realmente difícil encontrar padres adoptivos en el orfanato y, aunque tenía diez años y era joven, todavía entendía este hecho. La mayoría de los niños que fueron adoptados eran los que suelen ser interactivos y alegres. Principalmente paso tiempo solo creando diferentes escenarios en mi cabeza y también creando un espectáculo y tocando solo para mí solo para que puedas imaginar mi sorpresa cuando escuché que me adoptarían.

Estaba tan feliz y al mismo tiempo triste porque tendré que dejar a la Hermana Mary. Ella había sido la mejor figura materna para mí y nunca en mi vida la olvidaré. Almorcé y seguí las instrucciones de la Hermana Mary de empacar mis cosas de mi habitación.

Mientras hacía las maletas, derramé algunas lágrimas porque esta había sido mi habitación durante cinco años y ahora tenía que pasar a otra vida y no regresar. Arrastré mi maleta por las escaleras y cuando bajé, otros niños corrieron hacia mí y me abrazaron. Era una tradición que se guardaba en el orfanato para niños que iban a ser abrazados por otros. Era como una forma de decir tus últimos adioses.

Me volví hacia la hermana Mary y vi que tenía lágrimas en los ojos. Al ver esto, también comencé a llorar. Seguramente la extrañaría. Era la persona más amable que había conocido en mi vida. Ella también fue paciente y, en general, fue la mejor. Fue difícil despedirme de ella, pero lo hice con éxito y me dirigí a mi nuevo hogar.