El pensamiento de la muerte es algo en lo que menos intento pensar, suelo relajarme, trabajar, dedicar tiempo a mi familia y amigos. Ejercitar, comer bien, darme mis gustos cuando se puede y cuando no, solo prosperar para en cualquier momento poder darme mis lujos, pero la muerte vuelve a aparecer en mi vida, mi padre falleció y eso es algo que me ha perturbado, trato de no pensar en su partida, solo en lo bueno que él era, aún así mi mente no deja de pensar en esa partida que ha marcado tanto mi vida.
Ya han pasado 7 años, tengo una hijita, a quien él no pudo conocer, intentó enseñarle a ella todo lo que él me enseñó a mí, intento ser la mejor persona que puedo ser, imitarlo a él, es mi manera de honrar su memoria, todo para no pensar en la muerte, pero una vez más ese pensamiento se apiada de mí, me lastimé muchas veces para olvidar todo el dolor y pena que su partida me ha dejado, pero aún así no es suficiente para mi, una noche, me encontraba sola, atrapada en mi tristeza y desesperación, mire mi alrededor, la hojilla con que mi esposo se rasura estaba en el gabinete del baño, la tomé y sin pensar me corte, una y otra vez, sin parar, hasta que vi la sangre derramar, de repente, ya no supe más de mí.
Despierto, estoy en un bosque, visto un vestido rosa pastel, es uno de mis preferidos, elegante y hermoso, pero ¿Por qué lo traigo puesto? Además ¿Qué hago aquí? O mejor aún ¿Dónde estoy? Es un bosque oscuro, aterrador, de repente comienzo a oír risas y como el sonido de caballos relinchando, a lo lejos veo una luz verde, muy brillante, venía de un carruaje empujado por una especie de caballos, pero son caballos esqueléticos con un poco de carne en su cuerpo, un caballo zombi me atrevería decir, ¿Qué demonios es eso? Pensé, sobre el carruaje iban dos sujetos, que ese aspecto espectral como de películas de terror, siguen su camino, no se dan cuenta de mi presencia, algo me motiva a seguir su camino, pensando en que podría encontrar alguna salida de este bosque. Los sigo, pero lo que menos conseguí fue una salida, me llevaron directo a una especie de castillo, nebuloso y oscuro, a penas y se podía detallar.
A mi alrededor comencé a ver una horda inmensa de hombres y mujeres en proceso de descomposición, algunos a penas podían caminar, otros tenían un poco más de energía, pero su aspecto era aterrador. Me escondí en la multitud intentando escapar, pero la fuerza de ellos era más poderosa y terminé dentro del castillo, si ya todo lo que venía viendo era aterrador, pues lo que había aquí adentro era inimaginable.
Dentro era el verdadero infierno, una verdadera pesadilla, algo muy sádico e impensable. Jaulas de acero encerraban en su interior a personas, las cuales torturaban con fuego, azotaban con látigos de cuero y mazos con clavos en la punta, los gritos eran desgarradores, no podía evitar llorar a ver tanto dolor y sufrimiento, esto era inhumano, ¿Dónde estoy? ¿Qué hago aquí?
Oí llegar a alguien, quién grito y paralizó a toda esa horda de zombis, volteo a ver, no podía creerlo, su aspecto, su color, su voz, era el en persona, un hombre con cuernos en su cabeza, piel roja ojos enormes totalmente negros, su cuerpo irradiaba fuego, era gigante, con colmillos en vez de dientes, garras en manos y pies, soy capaz de decir que era el diablo y ese lugar el mismo infierno. Él estaba molesto, tras de el venían dos más, con aspecto similar a él, pero más pequeños, trataban de conversar, pero este enloqueció y comenzó a golpear todo y a comerse a los zombis en su camino, la sangre, los huesos, los gritos eran desgarradores, solo pensé en huir, estaba muerta de miedo, pero mi intento de huida fue afectado cuando abrí la puerta y tras de ella se encontraba uno de estos zombis, que en realidad ya era todo esqueleto, hizo un ruido, escandaloso, fuerte que alerto a los otros a ir tras de mi, de repente me vi bajo una horda de zombis rasgando mis vestimenta e intentado comerme, pero el diablo gigante se acercó a ellos y con un manotazo los empujó a todos y luego me tomo entre sus garras, me acerco a su rostro y con un fuerte rugido, perdí el conocimiento.
Desperté, me encontraba atada en una especie de equis de madera, estaba toda rasguñada, con moretones, sangre derramada de cortadas que los zombis dejaron en mi piel, era un lugar oscuro, solo, hasta que lo vi, allí estaba él, observándome con esos enormes ojos negros, con baba deslizándose por su barbilla, solo nos veíamos, hasta que comenzó a hablar, con una voz ronca, escalofriante, que te provocaba el llanto de la nada.
“La muerte ya no es tan tentadora, saber que este es tú destino si tu misma te lo provocas, recibo solo gente malvada, con el corazón negro, con pensamientos impuros, no simples mortales que no saben controlar su mente, a esos los aborrezco, me dan asco, no soportan después ni dos minutos aquí, la muerte es más tentadora en su mundo, pero aquí ya es otra cosa. Tú padre no lo encontrarás en las tinieblas, tengo reglas, hacer sufrir a los que han hecho sufrir, su alma es mas sabrosa para mí, pero, tú no me sirves a mi, tú solo eres una minoría que merece un destino peor, pero yo no pongo las reglas aquí.”
Un nuevo grito me dejo inconsciente, poco tiempo volví a despertar, pero ya no estaba en ese lugar, ya los zombis no se encontraban, estaba en un cuarto de hospital, mis brazos totalmente cubiertos con gaza y a mi esposo dormido en mi regazo, tomando mi mano, se notaba en su rostro que había estado llorando. ¿Qué había pasado? ¿Ese lugar en el que estuve era real? Todo era muy confuso, mi pareja despertó, me contó que me encontró tirada en el baño, estaba bañada en sangre, corrió conmigo al hospital, tenía una semana inconsciente, pensaban que no resistiría, que había perdido mucha sangre, que ya me daban por muerta.
El que yo viva era un verdadero milagro, algo inexplicable, eso me hace pensar en ese lugar, en todo lo que vi, en lo que esa bestia me dijo, me sorprende también a mi haberme librado de ese lugar, pero saber que eso es lo que le espera a los que hacen daño y a los que se hacen daño, es traumático, mis pensamientos de la muerte me hacían creer que estaría mejor si dejaba este mundo, pero no, el castigo era terrible si yo acudía por mis mismos medios para irme de aquí. La depresión puede ser un arma de doble filo, si se ignora y se deja actuar solo.
Death, something so certain, but at the same time so unexpected and not at all desired. It is hard to believe that one is born alone to die at any moment, many plan to live to the fullest, as if it were the last day, take advantage of every moment, every minute and not let go.
The thought of death is something I try to think about less, I usually relax, work, spend time with my family and friends. Exercise, eat well, give myself my treats when I can and when I can't, just thrive to at any time I can give myself my luxuries, but death appears again in my life, my father passed away and that is something that has disturbed me, I try not to think about his departure, only about how good he was, still my mind does not stop thinking about that departure that has marked my life so much.
It has been 7 years now, I have a little daughter, whom he could not meet, I tried to teach her everything he taught me, I try to be the best person I can be, to imitate him, it is my way to honor his memory, everything to not think about death, but once again that thought takes pity on me, I hurt myself many times to forget all the pain and sorrow that his departure has left me, but still it is not enough for me, one night, I was alone, trapped in my sadness and despair, I looked around, the blade with which my husband shaves was in the bathroom cabinet, I took it and without thinking I cut myself, again and again, without stopping, until I saw the blood spill, suddenly, I didn't know me anymore.
I wake up, I'm in a forest, I'm wearing a pastel pink dress, it's one of my favorite, elegant and beautiful, but why am I wearing it? Besides, what am I doing here? Or better yet, where am I? It's a dark forest, scary, suddenly I start hearing laughter and like the sound of horses neighing, in the distance I see a green light, very bright, it was coming from a carriage pushed by some kind of horses, but they are skeleton horses with some flesh on their body, a zombie horse I dare say, what the hell is that? I thought, on the carriage were two guys, that spectral aspect like horror movies, they follow their way, they do not notice my presence, something motivates me to follow their path, thinking that I could find some way out of this forest. I follow them, but the least I got was a way out, they took me straight to a kind of castle, misty and dark, you could hardly detail it.
Around me I began to see a huge horde of men and women in the process of decomposition, some could barely walk, others had a little more energy, but their appearance was terrifying. I hid in the crowd trying to escape, but their strength was more powerful and I ended up inside the castle, if everything I had seen was already terrifying, what was inside was unimaginable.
Inside was the real hell, a real nightmare, something very sadistic and unthinkable. Steel cages enclosed people inside, who were tortured with fire, whipped with leather whips and mallets with nails on the tip, the screams were heartbreaking, I could not help crying at the sight of so much pain and suffering, this was inhuman, where am I? What am I doing here?
I heard someone arrive, who screamed and paralyzed all that horde of zombies, I turned to see, I could not believe it, his appearance, his color, his voice, it was him in person, a man with horns on his head, red skin, huge eyes totally black, his body radiated fire, he was giant, with fangs instead of teeth, claws on hands and feet, I am able to say that he was the devil and that place was hell itself. He was upset, behind him came two more, with similar aspect to him, but smaller, they were trying to talk, but he went crazy and began to hit everything and eat the zombies in his way, the blood, the bones, the screams were heartbreaking, I only thought of running away, I was scared to death, but my attempt to flee was affected when I opened the door and behind it was one of these zombies, I suddenly saw myself under a horde of zombies tearing my clothes and trying to eat me, but the giant devil approached them and with a swipe he pushed them all away and then took me in his claws, he brought me close to his face and with a loud roar, I lost consciousness.
I woke up, I was tied in a kind of wooden X, I was all scratched, with bruises, blood spilled from cuts that the zombies left on my skin, it was a dark place, alone, until I saw him, there he was, watching me with those huge black eyes, with drool sliding down his chin, we only saw each other, until he began to speak, with a hoarse voice, chilling, that caused you to cry out of nowhere.
Death is no longer so tempting, to know that this is your destiny if you provoke it yourself, I receive only evil people, with black hearts, with impure thoughts, not simple mortals who don't know how to control their minds, I loathe them, they disgust me, they can't stand even two minutes here, death is more tempting in their world, but here it's something else. Your father you will not find him in the darkness, I have rules, to make suffer those who have made suffer, their soul is more palatable to me, but, you do not serve me, you are only a minority that deserves a worse fate, but I do not set the rules here. "
A new scream left me unconscious, soon I woke up again, but I was no longer in that place, the zombies were no longer there, I was in a hospital room, my arms completely covered with gauze and my husband asleep in my lap, holding my hand, I could see in his face that he had been crying. What had happened? Was that place where I was was real? Everything was very confusing, my partner woke up, he told me that he found me lying in the bathroom, I was bathed in blood, he ran with me to the hospital, I had been unconscious for a week, they thought I would not resist, that I had lost a lot of blood, they thought I was dead.
That I was alive was a true miracle, something inexplicable, that makes me think of that place, of everything I saw, of what that beast told me, I am also surprised that I got out of that place, but to know that this is what awaits those who do harm and those who hurt themselves, it is traumatic, my thoughts of death made me believe that I would be better off if I left this world, but no, the punishment was terrible if I went by my own means to leave this place. Depression can be a double-edged sword, if ignored and left to act alone.
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