Source: photo by Edgar Chaparro on Unsplash
Descubrí el baloncesto con 13 años. Yo quería hacer algún deporte más aquel curso (ya hacía karate y estaba pensando si volver a un equipo de fútbol) cuando algunos compañeros de clase me dijeron que estaban pensando en formar un equipo de baloncesto. Yo nunca había jugado ni me había llamado la atención, pero... ¿un deporte al que jugar con todos mis amigos dos o tres veces por semana? No podía decir que no.
Nadie sabía nada. Eramos patéticos. Una vez llegamos a perder un partido por 138-0, sí, lo estás leyendo bien: ¡¡¡138-0!!! Lo pasábamos muy bien, aunque a mitad de temporada el problema se hacía evidente: algunos no aguantábamos perder. Logramos ganar algún partido en la segunda fase de la temporada y llegando final de año tocaba decidir si seguir jugando por diversión en la liga escolar o intentar dar el siguiente paso.
🎶 ¡Buscando en el baúl de los recuerdos! UoOoh 🎶
El siguiente paso era claro: jugar en Federación. Un amigo y yo hicimos la prueba en un equipo federado. Nos admitieron y lo que parecía ser el pico resultó ser el pie de la montaña...
Intentaré dejar el resto de las batallitas para un segundo episodio. ¡No olvides votar y comentar si te ha gustado!
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