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Hola muy buenas compañeros de la comunidad Hive, en esta oportunidad les traigo este cuento de romance espero que lo disfruten.

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En la escuela

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Era un día normal para nuestro protagonista llamado Marcos, quién era el peor alumno de su clase y en esta ocasión ese alumno va a tener mucha suerte.

Marcos: -Saludando a sus amigos- Hola amigos ¿como les va?

Jesús: Bien Marcos y ¿a ti?

Marcos: Bien Jesús, ¿nos vamos ya para las clases o nos vamos para el restaurante?

Jesús: Vamos para el restaurante.

Carolina: Hola chicos ¿como están?

Jesús: Bien ¿y tu?

Carolina: Bien, ¿y tu Marcos?

Marcos: Bien Carolina, ¿Para dónde vas?

Carolina: Dicen que en nuestra clase abra 2 nuevos estudiantes, uno es mujer y el otro es un hombre, ¿tu a donde crees que voy?

Marcos: Pues a clases ¿no?

Carolina: Si, voy a ver si lo que dicen de esos 2 nuevos integrantes es cierto.

Jesús: ¿Que dicen Carolina?

Carolina: Dicen que ambos son realmente hermosos, que la mujer es casi una Diosa, o por lo menos así dijeron los hombres de la clase B y que el hombre es realmente bello, lo del hombre me lo dijeron las mujeres de la clase B también, ellos ya los conocieron.

Jesús: Marcos.

Marcos: Jesús.

Jesús: ¿Estás pensando lo mismo que yo?

Marcos: Si tu estas pensando en ir para el salón a averiguar si es verdad lo de la mujer, entonces si estamos pensando lo mismo.

Jesús: Muy bien ya que pensamos lo mismo, vamos.

Marcos y Jesús se fueron hasta su salón de clases, solo para observar como la nueva estudiante estaba entrando al salón de clases.

Jesús: Marcos, esa debe ser la nueva estudiante.

Marcos: Si es la nueva estudiante, esta hermosa.

Jesús y Marcos no esperaron y entraron rápidamente al salón de clases, ellos se sentaron en sus respectivos asientos y justamente al lado de Marcos toco la chica nueva, quién lo miraba cada vez que podía.

Marcos: -Levantándose- Hola ¿eres la nueva estudiante de la que todos estaban hablando?

Sabrina: S-Si, soy la nueva estudiante, mucho gusto -Estirando su mano-

Marcos: -Tomando la mano de Sabrina- Mucho gusto mi nombre es Marcos Sagairi ¿Y el tuyo?

Sabrina: Mi nombre es Sabrina Ikene, un placer conocerte.

Profesora: Muy bien chicos vamos a empezar la clase de hoy, primero que nada quiero que se presenten los 2 nuevos estudiantes que entraron hoy a este instituto, por favor Sabrina, Roger, pasen a presentarse con sus nuevos amigos.

Sabrina: Hola a todos mi nombre es Sabrina Ikene y tengo 16 años, espero que les caiga bien.

Roger: Hola a todos mi nombre es Roger Ikene, tengo 16 años y si se lo preguntaban, si, si soy el hermano de Sabrina.

Profesora: Bien Roger, Sabrina, vayan a sus asientos por favor.

Sabrina: Si, profesora.

En la hora de comer

Sabrina: ¡Marcos!

Marcos: Dime Sabrina.

Sabrina: Marcos, ¿me acompañas al restaurante?, es que no se donde queda.

Marcos: Vale, vamos para el restaurante.

Sabrina y Marcos se fueron para el restaurante, donde estaba el hermano de Sabrina, Roger esperando a su hermana para comer con ella.

Roger: Ya llegaste Sabrina, vamos a comer en esa mesa de allí -Señalando una mesa que estaba a 2 metros de distancia de donde estaban ellos-

Sabrina: Lo siento hermanito, pero hoy voy a comer con Marcos un amigo del salón.

Roger: ¿Marcos? ¿ese no es el chico que consideran el peor estudiante?

Sabrina: Según lo que eh escuchado, si lo es.

Roger: No te juntes mucho con el, cuando mucho le dices hola y ya, esa clase de chicos son una mala influencia, siempre andan en peleas y con personas malas.

Sabrina: Hable con el y no parece ese tipo de persona, por eso lo considero mi amigo.

Roger: Cuando ese tal Marcos te haga daño no me digas que no te lo advertí -Saliendo hacía la mesa donde estaban chicas de su salón-

Marcos escucho lo que le dijo Roger a Sabrina, y se alejo de ella, a lo que Sabrina volteo para decirle a Marcos que comieran juntos, el ya no estaba por ninguna parte.

Sabrina: ¡¿Marcos?! ¿que se hizo? -Sabrina se acerco a Jesús quién era un desconocido para ella, pero ella sabia que el debía conocer a Marcos- Hola.

Jesús: ¿Eh? Hola ¿como estás?

Sabrina: Bien, ¿no sabes donde podría estar Marcos?

Jesús: ¿Marcos? ¿el no estaba aquí?

Sabrina: El estaba conmigo pero a lo que voltee ya no estaba, ¿no sabes a donde podría estar?

Jesús: La verdad no, espera lo busco -Levantándose de la silla- si quieres puedes comer aquí mientras lo busco.

Sabrina: Vale, por cierto soy la nueva estudiante, mi nombre es Sabrina Ikene.

Jesús: ¿Eh? no me había presentado perdón, mi nombre es Jesús Caley, un placer en conocerte Sabrina.

Sabrina: Lo mismo digo.

Jesús salio del restaurante en busca de su amigo Marcos, Jesús recorrió toda la escuela y no encontraba a Marcos, entonces Jesús recordó el lugar que le había dicho Marcos donde el iba cada vez que se sentía solo o que se sentía triste. Jesús se fue hacía ese lugar rogando para no encontrar a Marcos allí, ya que si Marcos estaba allí, le tuvo que haber pasado algo malo, Jesús al llegar al lugar pudo ver como Marcos se escondía en un rincón.

Jesús: ¿Marcos? ¿Qué estás haciendo hay?

Marcos: Jesús ¿Nadie te siguió?

Jesús: ¿Por qué alguien tendría que seguirme?

Marcos: Perdón es que pensé que Sabrina te había seguido.

Jesús: ¿Por qué tendría que haberme seguido Sabrina? ¿Te estás escuchando?

Marcos: Si, si me estoy escuchando.

Jesús: ¿Qué paso? ¿Por que te viniste para este lugar donde vienes cada ves que te sientes mal?

Marcos: Es que escuche al hermano de Sabrina decirle a ella que yo soy una mala influencia para ella y que nada mas ella debería de responderme al saludo y mas nada.

Jesús: ¿Y ella que dijo?

Marcos: Dijo que ella no me veía como ese tipo de persona.

Jesús: Ves tienes esperanza.

Marcos: Pero ¿que hago si su hermano tiene razón con eso?

Jesús: Con lo de que ¿tu eres mala influencia para ella?

Marcos: si con eso.

Jesús: Tu mismo sabes lo que eres y como te comportas si tu quieres podrías cambiar un poco para que su hermano vea que no tiene razon acerca de ti.

Marcos: Tienes razón voy a cambiar un poco para que su hermano vea que no tiene razón sobre lo que le dijo a ella.

Jesús: Bien, ahora vamos que tenemos todavía un día por delante.

Marcos: Si, tienes razón todavía tenemos un día por delante y un buen tiempo para que yo cambie mi forma de ser.

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