Entre los filósofos por los que guardo un especial aprecio se encuentra el español José Ortega y Gasset, quien naciera el 9 de mayo de 1883. Ortega y Gasset fue un pensador muy crítico, cuyos trabajos –ensayos, artículos, conferencias, seminarios– favorecieron particularmente al renacimiento intelectual que vivió España durante las primeras décadas del siglo XX, llegando a influir en los escritores de la Generación del 27, ese conjunto de escritores que renovó definitivamente la poesía española (Jorge Guillén, Pedro Salinas, Luis Cernuda, Federico García Lorca, por solo nombrar cuatro de ellos). Fue un catedrático universitario, de una formación muy amplia y sólida, en la que destacan el conocimiento e influencia de filósofos como Nietzsche, Husserl y Heidegger. Fue un gran difusor del pensamiento filosófico y la creación literaria, labor que se concretó en la fundación de publicaciones periódicas como la famosa Revista de Occidente (1923-1936, bajo su dirtección). Estuvo siempre muy comprometido con el republicanismo y la democracia, y por ellas luchó, viéndose obligado a abandonar España al iniciarse la Guerra Civil en 1936.

Ortega y Gasset en una fotografía tomada en Aspen (Estados Unidos) en 1948 -
Fuente - Dominio público

Su obra es muy extensa, por lo que ha sido reunida en diez tomos. Entre sus principales libros podemos citar: Meditaciones del Quijote (1914), El tema de nuestro tiempo (1923), España invertebrada (1921), La deshumanización del arte (1925), La rebelión de las masas (1930), Ideas y creencias (1940).

Ha sido muy difundida una frase de Ortega y Gasset, que incluyera en Meditaciones sobre el Quijote, que de forma completa dice:”Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”. La “circunstancia” es para el filósofo español la realidad material y espiritual, inmediata y mediata, que condiciona la vida del individuo, y a la que este debe atender, pues si no se hunde con ella. Esta idea inicial atraviesa su pensamiento y la podemos ver más adelante en dos nociones claves: perspectiva y razón vital.

La perspectiva es la percepción e interpretación que tenemos individualmente de la realidad, que la constituye, por lo tanto, varía en cada individuo. No es casual que Ortega y Gasset tenga en tan alto valor a la obra de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, texto literario fundacional del perspectivismo.

La razón vital se interrelaciona esencialmente con lo anterior. La vida es la realidad radical, que toma la forma que la perspectiva le dé; ella constituye la finalidad de cada ser humano, y, por supuesto, puede ser muy cambiante. La razón deberá acompañar y atender ese proceso que es la vida, siempre en transformación, para saber orientarse. Parece muy conocido, pero esto fue dicho hace unos 100 años, muchísimo antes de cualquier texto de autoayuda.

A continuación reproduciré dos fragmentos de su obra y los comentaré brevemente.

Portada de uno de los libros fundamentales de Ortega y Gasset - Fuente

De El tema de nuestro tiempo:

No hay cultura sin vida, no hay espiritualidad sin vitalidad, en el sentido más terre a terre que se quiera dar a esta palabra. Lo espiritual no es menos vida ni es más vida que lo no espiritual.

Afronta el pensador español las falsas dicotomías que han atado la lógica occidental durante tanto tiempo. Aquí una de las centrales: inútil para nuestra existencia seguir manteniendo esas aporías que llevan a una contraposición sin sentido entre falaces supuestos: lo espiritual y lo no espiritual. Como dirá el poeta venezolano Rafael Cadenas: “todo está inserto en lo insondable”.

De Ideas y creencias, de su ensayo “Corazón y cabeza”:

(…) las raíces de la cabeza están en el corazón. Por esto es sumamente grave el desequilibrio que hoy padece el hombre europeo entre su progreso de inteligencia y su retraso de educación sentimental. Mientras no se logre una nivelación de ambas potencias y el agudo pensar quede asegurado, garantizado por un fino sentir, la cultura estará en peligro de muerte.

Implicado con lo anterior, Ortega y Gasset irrumpe contra otra falaz separación: razón y sentimiento. Advierte sobre lo que era una tendencia poderosa en su tiempo: la supremacía del racionalismo (que continuó durante décadas posteriores), y aboga por un restablecimiento de lo sentimental, en el mejor sentido de la palabra (lo afectivo, lo anímico), que no solo coexista con lo racional, sino que se fusionen. Hay un hermoso libro del psicoanalista jungiano, James Hillman, mucho posterior, que en su título condensa este sentido: El pensamiento del corazón.

Referencias:

Ortega y Gasset, José (1975). El tema de nuestro tiempo. España: Edit. Espasa-Calpe.
Ortega y Gasset, J. (1976). Ideas y creencias. España: Edit. Espasa-Calpe.
https://es.wikipedia.org/wiki/Jos%C3%A9_Ortega_y_Gasset
Complementarias:
Cadenas, Rafael (1983). Anotaciones. Venezuela: Ediciones Fundarte.
Hillman, James (1999). El pensamiento del corazón. España: Edit. Siruela.

Gracias por su lectura.

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