Una de las palmeras que tenemos en el campo es sencillamente impresionante... o más bien, impresionantemente alta. No sé exactamente lo que mide, pero si sé que cuando miras hacia arriba, simplemente tienes que levantar la vista muchísimo.
No es que sea más o menos bonita que las demás, es solo que sobresale tanto que seguro que es la que todo el mundo se queda mirando. Más aún cuando el cielo está tal y como veis en la foto, tremendamente azul y libre de nubes, momento en el que parece que está tan cerca del cielo que en cualquier momento va a aparecer un alienígena entre sus grandes hojas...