Al Final del Día

Todo el día te pensé
y al llegar a tu lecho
me encuentro tu piel suave
sobre sábanas de seda
ansiosa por esa caricia dulce
que enciende tu deseo
y hace brotar de tu ser
los más dulces sonidos.

Sonidos que producen locura
sonidos que generan pasión.

Mis caricias te recorren toda,
y en nuestra boca,
una batalla sin cuartel se libra
entre dos serpientes lujuriosas
que encienden sensaciones
que humedecen cuevas
otrora secas.

Una daga encendida
atraviesa el umbral de tus deseos
y esta locura de desenfrenada pasión
nos envuelve en un éxtasis profundo.

Nuestro movimiento,
cual danza frenética,
nos lleva a un climax
que hace desaparecer paredes
solo somos tu y yo
en un cielo encendido
en que la seda de tu lecho
nos cubre suavemente
mientras un grito silencioso
nos invita al amor
a la pasión
y al desenfreno.