Este jueves, después de meses de evitar las tentaciones de los carbohidratos y el azúcar, me di el gusto de visitar una cafetería. ¡Y qué buena decisión fue! Tuve un día larguísimo en el trabajo, y ya necesitaba un respiro. Aproveché para conocer un lugar nuevo en mi ciudad que tenía rato en mi lista: Café Libros a la Carta, un sitio súper acogedor donde el café y los libros se mezclan perfectamente.

Desde que entré, me encantó el ambiente. Puedes sentarte a leer allí mismo o llevarte un libro a casa mientras disfrutas de su oferta gastronómica. Comencé con un café expreso bien cargado (porque, sinceramente, lo necesitaba), y después me lancé por algo que llevaba tiempo antojada: un frapuchino delicioso. Estaba espectacular, tanto en sabor como en presentación.

Para acompañarlo, pedí una pizza napolitana con queso mozzarella. Aunque la masa estaba un poco dura para mi gusto, estaba rica y cumplió con su cometido. Esa fue mi "comida trampa" del día, y no me siento culpable porque justo después fui al gimnasio para mi entrenamiento de glúteos, que requería bastante energía. ¡Así que, balance perfecto!

Espero que la próxima vez no pasen tantos meses antes de volver a disfrutar de una experiencia así. ¿Y ustedes? ¿Cuándo fue la última vez que se dieron un gustico así? ¡Les leo!

English Version

This Thursday, after months of avoiding the temptations of carbs and sugar, I treated myself to a coffee shop. And what a good decision it was! I had a very long day at work, and I needed a break. I took the opportunity to visit a new place in my city that had been on my list for a while: Café Libros a la Carta, a super cozy place where coffee and books blend perfectly.

From the moment I walked in, I loved the atmosphere. You can sit and read right there or take a book home while enjoying their gastronomic offer. I started with a well-charged espresso (because, honestly, I needed it), and then I went for something I had been craving for a while: a delicious frapuchino. It was spectacular, both in taste and presentation.

To go with it, I ordered a Neapolitan pizza with mozzarella cheese. Although the dough was a little hard for my taste, it was tasty and did the job. That was my "cheat meal" for the day, and I don't feel guilty because right after I went to the gym for my gluteal workout, which required quite a lot of energy. So, perfect balance!

I hope next time it won't be so many months before enjoying such an experience again. What about you guys, when was the last time you indulged like this? I'll read you!

Source
All the photos are taken and edited on Snapseed by me.
Translated with DeepL.com (free version)

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