Sergio Pitol: un gran narrador que piensa la escritura

Considerado uno de los más importantes narradores hispanohablantes de la segunda mitad del siglo XX y de parte del XXI, el mexicano Sergio Pitol, nació en Puebla el 18 de marzo de 1933 y falleció el 12 de abril de 2018 en Xalapa. Acerca de él, el reconocido escritor español —cuentista, novelista y ensayista, como Pitol— Enrique Vila-Matas expresó la siguiente valoración: "El mejor escritor en lengua española de nuestro tiempo... El maestro perfecto".

El escritor mexicano Sergio Pitol - Fuente

Fue autor de una obra narrativa de primera, que incluye colecciones de cuentos y novelas, de varios libros de ensayo y de memorias, toda producción literaria de altísimo nivel. Uno de sus libros que más me atrajo es El arte de la fuga, publicado en 1996, una obra híbrida que combina lo autobiográfico, ensayístico, narrativo, etc., en un repaso de sus recuerdos, sus autores y libros preferidos, los artistas, las experiencias en ciudades extranjeras durante su extensa experiencia como diplomático (Francia, Italia, Polonia, Hungría, República Checa, Rusia, China...). Un libro fascinante, que hace
honor a su título: entre la polifonía, el contrapunto y la variación.

Además de ser profesor de renombradas universidades como la UNAM (de donde egresó en Derecho), destacado traductor de escritores de varias lenguas, fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y distinguido con muchos premios, entre ellos: Premio Nacional de Literatura 1983, Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo 1999, Premio Miguel de Cervantes 2005 y Premio Internacional Alfonso Reyes 2015.

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Como ya indiqué, ejerció el ensayo con suma ductilidad, bien como texto independiente o como componente de otras obras. Me interesa destacar parte de su concepción de la escritura creativa —lo que podría llamarse su Ars Poetica—, particularmente la narrativa, citando algunos fragmentos extraídos de sus textos.

De "El sueño de lo real":

Uno, de eso soy consciente, no busca la forma, sino que se abre a ella, la espera, la acepta, la combate. Pero siempre es la forma la que vence. Cuando no es así el texto está podrido.

(...)

El tono, la trama, el diseño de los personajes son obra del lenguaje. Mi acercamiento a los fenómenos es parsimoniosamente oblicuo. Existe siempre un misterio al que el narrador se acerca pausada, morosamente, sin que a fin de cuentas logre despejar del todo la incógnita propuesta. (...) Escribir me parece un acto semejante al de tejer y destejer varios hilos narrativos arduamente trenzados donde nada se cierra y todo resulta conjetural.

De "El oscuro hermano gemelo":

No concibo un novelista que no utilice elementos de su experiencia personal, una visión, un recuerdo proveniente de la infancia o del pasado inmediato (...), para luego incorporarlos a uno o varios personajes. (...) No se trata de un ejercicio meramente autobiográfico; novelar a secas la propia vida resulta, en la mayoría de los casos, una vulgaridad, una carencia de imaginación.

(...)

Un novelista es alguien que oye voces a través de las voces. (...) Esas características, y unas cuantas más, hacen que su vida mantenga una notable semejanza con la de los dementes, lo que para nada lo angustia; agradece, por el contrario, a las Musas, el haberle transmitido esas voces sin las cuales se sentiría perdido. Con ellas va trazando el mapa de su vida. Sabe que cuando ya no pueda hacerlo, le llegará la muerte, no la definitiva, sino la muerte en vida, el silencio, la hibernación, la parálisis, lo que es infinitamente peor.

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De "Chejov, nuestro contemporáneo"

Todo escritor deberá desde el inicio ser fiel a sus posibilidades y tratar de afinarlas, tener el mayor respeto al lenguaje, mantenerlo vivo, renovarlo si es posible; no hacer concesiones a nadie, y menos al poder o a la moda (...)

De "¿Un Ars Poetica?":

Escribir ha sido para mí, si se me permite emplear la expresión de Bajtín, dejar un testimonio personal de la constante mutación del mundo.

No son textos para comentar, sino para que los usuarios de #Hive —se dediquen o no a escribir textos narrativos, o sean solo lectores de ellos— puedan incorporarlos a su reflexión sobre el hecho creativo, pues se trata de los pensamientos que vienen del acendrado viaje de un maestro, como lo fue Sergio Pitol.

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Referencias:

Pitol, Sergio (1996). El arte de la fuga. México: Ediciones Era.
Pitol, Sergio (2007). Soñar la realidad. Una antología personal.. España: DeBolsillo.
https://es.wikipedia.org/wiki/Sergio_Pitol

Pueden leer aquí parte del discurso de recepción del Premio Cervantes.

En este enlace, acceso a algunos cuentos suyos.

Gracias por su lectura.

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