¿Verdaderamente "libre como el viento"?

in EmpowerTalent2 days ago


A ver, paremos un segundo. La pregunta es: ¿Qué significa ser libre? A primera vista, parece sencilla, ¿verdad? Pero ¡uf!, esconde una complejidad que ha traído de cabeza a filósofos, poetas y pensadores desde tiempos inmemoriales. La libertad es así, un concepto escurridizo, como el viento: lo sientes, sí, pero no lo ves; lo vives, claro, pero entenderlo del todo... eso es otra historia.

Decimos, con mucha facilidad, que alguien es “libre como el viento”. Pero, pensemos un momento: ¿es el viento realmente libre, o solo sigue las leyes invisibles —pero leyes, al fin y al cabo— de la atmósfera? Y si trasladamos esta idea a nosotros, a los humanos, ¿nuestras acciones nacen de verdad de nuestra voluntad? ¿O responden más bien a fuerzas, tanto de fuera como de dentro, que apenas logramos reconocer?

Si somos sinceros, muchas veces creemos que actuamos libremente, pero basta con mirar con un poquito de honestidad qué nos empuja, qué nos motiva, para que asalten las dudas. Las decisiones de cada día —desde qué desayunas hasta qué te pones o qué opinas de algo— parecen cosa tuya. Pero ¡ojo!, están superinfluenciadas por la cultura, cómo te educaron, tus hábitos, lo que espera la gente a tu alrededor… Como bien apuntaba Spinoza, y no era tonto el hombre: “El alma humana no tiene libre albedrío absoluto, sino que está determinada necesariamente por otro ente a querer esto o aquello”. Viéndolo así, ¿y si eso que llamamos libertad no es más que una especie de espejismo? Una bonita fábula que nos contamos para sentir que llevamos el timón de nuestra vida, cuando en realidad, ¡quién sabe!, quizás solo somos hojitas a merced de corrientes que ni siquiera vemos.


De mi álbum digital.

Pero si no somos del todo libres al actuar, ¿dónde se esconde entonces esa libertad de verdad, esa que tanto anhelamos? Quizás, y siguiendo la pista, esté en el terreno del pensamiento. La mente… ese sí que parece el único espacio donde, aparentemente, podemos escapar a cualquier control externo. En ese rincón íntimo, privado, puedes imaginar lo que quieras, soñar sin filtros, cuestionarlo todo, crear mundos enteros... sin límites a la vista. Nadie, repito, nadie puede prohibirte pensar en la justicia, en la rebeldía, en el amor más loco, o incluso en la nada más absoluta. Borges lo capturó genial al decir: “La realidad no es sino una idea, y bastante inestable”. Así, la mente se planta como el último refugio. Piensa en alguien preso: su cuerpo está encerrado, sí, ¡pero su pensamiento puede volar a través de universos infinitos! Lo sé, lo viví.

Claro que, siendo realistas, ni siquiera nuestros pensamientos están completamente limpios de influencias. ¡Qué va! Al final, somos un mix de todo lo que hemos leído, escuchado y vivido. Las ideas no surgen por arte de magia, ¿verdad? Germinan, se alimentan, de todo eso que ya llevamos dentro. Incluso esos sueños que sientes tan tuyos llevan la marca de la persona que has sido y de la gente que te rodea. Entonces, volvemos a la carga: ¿puede un pensamiento considerarse realmente libre si, aunque ocurra en tu cabeza, está tan condicionado por lo de fuera? ¿Es nuestro de verdad, o solo el eco sofisticado de un montón de voces ajenas?

Y a pesar de todo este lío, hay algo, una pequeña chispa terca dentro de nosotros, que se resiste a creer que todo está ya escrito. Quizás la libertad no sea algo que tienes o no tienes, algo absoluto. Sino más bien una lucha constante por conquistarla, un camino sin fin. Sartre, con esa intensidad suya, lo dejó caer: “El hombre está condenado a ser libre”. ¡Toma ya! Como diciendo: no hay manera de escaquearse, toca asumir la responsabilidad de lo que elegimos, por muchas paredes y límites que nos encontremos.

Tal vez, solo tal vez, la libertad no esté en poder hacer exactamente lo que te dé la gana, sino en algo mucho más sutil y poderoso: en ser capaz de darte cuenta de qué quieres de verdad, y sobre todo, por qué lo quieres. Esa conciencia, ese ejercicio continuo de mirarte por dentro, podría ser ese camino hacia una autonomía más auténtica y profunda.

Así que ahí estamos, dando vueltas. Como ese viento del principio, que parece ir a su rollo, pero sigue rutas secretas. El ser humano, moviéndose sin parar entre el impulso y la cabeza, entre lo que le viene dado y lo que decide forjar. ¿Somos libres? ¿Lo seremos alguna vez? O la gran pregunta, la que de verdad importa: ¿qué diablos significaría serlo realmente?




𝗘𝗻𝗰𝘂𝗲𝗻𝘁𝗿𝗼 𝗱𝗲 𝗧𝗮𝗹𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀: «¿?»

Portada de la convocatoria.



CRÉDITOS:



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Dedicado a todos aquellos escribas que contribuyen, día a día, a hacer de nuestro planeta, un mundo mejor.



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tu publicación me sacudió por completo. Siempre había repetido eso de “libre como el viento” sin detenerme a pensar qué tan cierta es esa frase. Pero ahora, después de leerte, me doy cuenta de lo complejo que es realmente el concepto de libertad. Me hizo cuestionar si de verdad estoy tomando decisiones propias o si simplemente estoy reaccionando a todo lo que me ha moldeado desde afuera. La idea de que la verdadera libertad está en reconocer por qué quiero lo que quiero, me dejó pensando muchísimo. Gracias por esta sacudida tan necesaria en este momento de mi vida.

your post completely shook me up. I had always repeated that “free as the wind” without stopping to think how true that phrase is. But now, after reading you, I realize how complex the concept of freedom really is. It made me question if I'm really making my own decisions or if I'm just reacting to everything that has molded me from the outside. The idea that true freedom is in recognizing why I want what I want, left me thinking a lot. Thank you for this much needed jolt at this time in my life.

Buena vibra acompañan tus palabras. Precisamente allí, en reconocer que somos una partícula influenciada por tantas fuerzas invisibles, pero que sabemos que allí están; es donde inicia la verdadera liberación. Me llena tu comentario. Un abrazo lleno de bendiciones.

Gracias por responder mi comentario 😊. Realmente resoné con tu reflexión, especialmente con la idea de que la liberación no es un acto inmediato, sino un proceso de conciencia. Recibo tu abrazo con gratitud, y te mando otro grandototote lleno de luz 🙏✨

Thank you for responding to my comment 😊. I really resonated with your reflection, especially with the idea that liberation is not an immediate act, but a process of consciousness. I receive your hug with gratitude, and send you another grandototote full of light 🙏✨.

Hola @amigoponc, es bastante complejo lo de la libertad, depende del cristal con que se mire. Me gusto tu enfoque.

Sin duda alguna, venimos llenos de patrones desde la niñez, pero más allá de eso, la libertad está en el momento en que tomo decisiones las que sean, que inclusive pudieran ir en contra de patrones establecidos, pero que me hagan sentir y vivir en bienestar. Cuando honro mis compromisos, respeto las normas de convivencia, cuando no tengo rabo de paja, entre otras cosas, eso me hará libre.

Cuando estudio, me preparo y trabajo por mis sueños,y no tenía que esperar por los demás para tomarme un café, para darme mis gustos, como muchas otras cosas más. Lamentablemente, las cosas han cambiado e intentan coartar nuestra libertad, pero cada día debemos trabajar y colocar nuestro granito de arena para recuperarla, y tener mejor calidad de vida.

Me encanto leerte.