
Hello, dear community! I hope you're enjoying quality time with your loved ones. Today I want to share an experience that filled us with joy and family togetherness: our visit to Club Campestre La Lagunita, located on Via Perijá in Zulia state.
This charming recreational space welcomed us with open arms and offered us a day full of fun, laughter, and unforgettable memories. From the moment we arrived, the natural and relaxing atmosphere enveloped us. Surrounded by vegetation and with facilities designed for the enjoyment of the entire family, La Lagunita became the perfect setting for our little adventure.
One of the things we liked most was the accessibility of the place. For just $5 per person, we had access to all the club's recreational areas, including table games, air-conditioned rooms, and green areas. To use game equipment such as pool balls and cues, we only needed to leave our ID as a guarantee, which we thought was a practical and safe measure.

Although I decided to be a spectator this time, it was a true pleasure to watch my husband, my sons-in-law, and one of the little ones enjoy several rounds of pool. The excitement grew with each play, and amid jokes and friendly challenges, the undisputed winners were my sons-in-law, who demonstrated their skill and strategy.

The heat began to take its toll, so we decided to move to the VIP lounge, a climate-controlled space that offered us a refreshing respite. There, we found a table tennis table, and it was the perfect moment for my husband to ask for a rematch against my son-in-law Miguel. This time, with air conditioning and fewer distractions, he managed to become the absolute champion of the day.

My daughter María and her boyfriend also joined in a game, though without competition, simply for the joy of sharing. Meanwhile, the rest of us took the opportunity to relax, chat, and enjoy cold drinks. It was a moment of genuine connection, where every smile and knowing glance strengthened the bond that unites us as a family.

These types of getaways remind us how important it is to disconnect from our routine and reconnect with those we love. Club Campestre La Lagunita not only offered us entertainment but also the opportunity to make memories we will cherish forever.

Thank you for joining me on this little trip. I hope we can soon share more family adventures and continue celebrating the beauty of being together.
The pictures are of my authorship taken with my Samsung A 12 cell phone
Text translated with the translator Deepl
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Hola, querida comunidad! Espero que estén disfrutando de momentos valiosos junto a sus seres queridos. Hoy quiero compartirles una experiencia que nos llenó de alegría y unión familiar, nuestra visita al Club Campestre La Lagunita, ubicado en la vía Perijá, estado Zulia.
Este encantador espacio recreacional nos recibió con los brazos abiertos y nos ofreció un día lleno de diversión, risas y recuerdos inolvidables. Desde el momento en que llegamos, el ambiente natural y relajado nos envolvió, rodeado de vegetación y con instalaciones pensadas para el disfrute de toda la familia, La Lagunita se convirtió en el escenario perfecto para nuestra pequeña aventura.
Una de las cosas que más nos gustó fue la accesibilidad del lugar. Por tan solo $5 por persona, tuvimos acceso a todas las áreas recreativas del club, incluyendo los juegos de mesa, salones climatizados y zonas verdes, para utilizar los implementos de juego como bolas y tacos de pool, solo era necesario dejar la cédula como garantía, lo cual nos pareció una medida práctica y segura.
Aunque yo decidí ser espectadora en esta ocasión, fue un verdadero placer ver a mi esposo, mis yernos y uno de los pequeños de la casa disfrutar de varias partidas de pool. La emoción crecía con cada jugada, y entre bromas y desafíos amistosos, los ganadores indiscutibles fueron mis yernos, quienes demostraron tener buena puntería y estrategia.
El calor comenzó a hacerse sentir, así que decidimos trasladarnos al salón VIP, un espacio climatizado que nos ofreció un respiro refrescante. Allí encontramos una mesa de tenis de mesa, y fue el momento perfecto para que mi esposo pidiera la revancha contra mi yerno Miguel. Esta vez, con aire acondicionado y menos distracciones, logró convertirse en el campeón absoluto del día.
Mi hija María y su novio también se animaron a jugar una partida, aunque sin competencia, simplemente por el gusto de compartir. Mientras tanto, el resto de nosotros aprovechamos para relajarnos, conversar y disfrutar de bebidas frías. Fue un momento de conexión genuina, donde cada sonrisa y mirada cómplice reforzaba los lazos que nos unen como familia.
Este tipo de escapadas nos recuerdan lo importante que es desconectarse de la rutina y reconectar con quienes amamos. El Club Campestre La Lagunita no solo nos ofreció entretenimiento, sino también la oportunidad de crear recuerdos que atesoraremos por siempre.
Gracias por acompañarme en este pequeño viaje. Espero que pronto podamos compartir más aventuras familiares y seguir celebrando la belleza de estar juntos.
Las fotografías son de mi autoria tomadas con mi teléfono móvil Samsung A 12
Texto traducido con el traductor Deepl

Thank you so much