Bitácora del miércoles

Amanecer en Madrid, desde el balcón, soñando con quedarme o seguir de largo. La lenta entrada de los rayos solares no parecen calentar la carne, ni los viejos huesos, alumbran cálidos y valientes ante tanto frío. Ya todos se fueron a trabajar, me quedó con mis pensamientos.

Debo disfrutar quedarme quieta, tranquilamente vigilante del balcón en el cuarto piso. El frío lo facilita todo, no quedan ganas de asomarse por mucho tiempo. Veo vidas apuradas en su caminar, diminutas desde aquí arriba.

Hoy ha sido un día con sol rojizo, parece tan chiquito desde está distancia. Lo observó un rato y me alimento de él, jamás pensé en necesitarlo tanto. Cómo puedes estar allí y no calentar ni un tanto.

Te estaré extrañando aunque esté del otro lado otra vez. Te buscaré en el mar cuándo te ocultes dejando todo apagado.

Todas las fotografías tienen marca de agua y fueron tomadas con mí móvil Realme 5 pro.