Angeles y Demonios: Las puertas del averno

in GEMS4 years ago (edited)

Prólogo

Cuando los planetas se alinean cada 200 o 300 años. Las puertas del infierno quedan abiertas, por un breve instante cientos de aperturas hacia el mundo quedan libres, en ese tiempo cientos de demonios y criaturas del bajo mundo escapan, para hacer del mundo su propio averno. Es por ello, que cada que esto ocurre renacen los guardianes, guerrero de luz avocados a controlar y erradicar este mal.

Esta historia, relata el amor prohibido que surge entre uno de los guerreros y un ser del bajo mundo.

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Capitulo I

El despertar - Parte I

*Narra Samuel:

Recuerdo estar en un trance por mucho más de 1000 años cuando escuche el llamado. Mi corazón se aceleró, supe inmediatamente que el momento había llegado después de tanto tiempo.

-Otoniel: ¡Parece que llegas tarde Samuel!

-Samuel: Acudí en cuanto escuche el llamado.

-Otoniel: No hay de qué preocuparse, ya la mayoría de entradas están cerradas y los que quedaron rezagados ya fueron devueltos a donde pertenecen.

-Samuel: ¡Entonces, fueron muy poco los que lograron cruzar!... –piensa- Si la situación está controlada ¿Por qué recibí el llamado?

-Otoniel: : En realidad llegamos tarde, a estas alturas ya las criaturas deben estar ocultas o en un cuerpo humano para no ser detectados.

-Samuel: Jeje… -Con una pequeña sonrisa dice- Pan comido Oto, solo hay que buscar un cuerpo capaz de recibirnos.

-Muciel: Siento interrumpir, ¿¡Siempre tan confiado e Samuel!? Recuerda que aunque tenemos la bendición de los cielos si nos hiriesen y llegáramos a morir en este mundo, perderíamos una parte de nuestro poder y caeríamos en un sueño de más de 1000 años.

-Samuel: Esta bien. -Dice entre dientes- No es necesario que me lo recuerdes.

-Otoniel: Busquen un cuerpo digno. Nos encontraremos en una hora, en el coliseo romano. Sean precavidos.

1 hora después.

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-Muciel: Vaya, típico de ti. ¿¡Alguien bien parecido e Samuel!? Jajaja.

-Samuel: Pues, no está mal. ¿Y tú que Muciel? No te quedas atrás, tienes trasero de mujer por si no lo has notado.

-Muciel: ¡Que dices idiota!

-Otoniel: Basta. –Dijo en voz alta- ¡Recuerden por qué fuimos llamados! Sepárense y busquen algún indicio y por favor, sean precavidos.

2 horas más tarde.

-Otoniel: ¿Encontraste algo Samuel?

-Samuel: No mucho. Un par de demonios, pero no fueron la gran cosa, ya los devolví. Por cierto, ¿Y Muciel?

-Otoniel: Pensé que vendría contigo. Ya tendría que haber llegado… Algo no va bien.

-Samuel: Donde se habrá metido ese idiota…

Comenzamos a buscar a Muciel, buscamos por una extensa zona, hasta que por fin, logramos sentir su presencia y la de algo más.

-Samuel: ¿Sientes eso verdad?

-Otoniel: Siento su aura pero… ¡Se está debilitando!

-Samuel: ¡Vamos corre!

-Otoniel: : ¡Ese imprudente! Le dije que fuera precavido.

Esa fue entonces, la primavera vez que la vi. La verdad no parecía un demonio, no desprendía ningún tipo de aura negativa. Al contrario, su aura era calma. Parecía un humano común y corriente. Sin embargo, quienes estaban a su alrededor si desprendían un aura fétida, mientras que Muciel, en el suelo tirado sangrando… Alce mi espada he hice una estocada de luz para separar a las criatura de Muciel.

-Drol: ¡Vaya, vaya! Entonces tu salvador si te quiere.

-Mogol: A segundos de una larga siesta. Es una pena.

-Samuel: Ustedes, háganse atrás y no serán devueltos.

-Mogol: Que te parece Drol. Algo engreído este guardiancito. ¿No serás como tu amigo verdad?

-Drol: Solo alardeo de su poder por ser un guardián y míralo -mientras se dibujaba un sonrisa-. Casi no vive para contarlo de no ser por ustedes.

-Samuel: No les da vergüenza, ¿2 contra 1?

-Mogol: ¡Fue tu amiguito quien nos atacó!

-Drol: ¿Vergüenza dices? Somos demonios, eso no está en nuestro repertorio de palabras.

-Samuel: Por supuesto, solo son criaturas despreciables, nuestras órdenes son devolver a todo aquello que haya logrado cruzar. Su destino es ser devueltos a donde pertenecen.

Culminando mis palabras, una mirada de odio se fijó en mí. Era de esa chica. Al parecer mis palabras no le simpatizaron; Tenia el cabello de color plata, como una noche de luna llena. Una mirada penetrante con unos fuertes ojos de color rojo ambar. Su piel era de un tono grisáceo, para matizarse en la noche. Y tenía unas pequeñas pecas en las mejillas, como estrellas en la noche; Su cuerpo aunque oculto por los harapos que cargaba. Dibujaba una forma esbelta y voluptuosa.

-Siris: Así que, por tus ordenes ¿No pertenecemos a este lugar? –Dice con una pequeña mueca en el rostro-.

-Samuel: La verdad no, ustedes son criaturas del bajo mundo. No deberían estar aquí. –con una mirada fija a ella-.

-Siris: Que prejuicioso. Por el simple hecho de venir de arriba eres prepotente y arrogante. ¿Cómo te llamas?

-Otoniel: Su nombre no tiene importancia. Somos quienes te llevaremos de vuelta al averno. Pero, si tanto te interesa. Su nombre es Samuel, uno de los 4 celestiales.

De pronto, la mira de esa chica cambio. Al escuchar mi nombre su rostro cambio…

-Siris: ¡Que interesante! Fuiste tú quien asesino a…

Mentalmente.–Padre: No es momento para eso.

-Siris: Lo siento –Le dice a la voz en su cabeza-. Me necesitan en otro lugar. Ya saldaremos cuentas. ¡ATACA Drol!

-Drol: Nunca he asesinado a un ser de luz. ¿¡Dicen que duermen mucho no!? –Mentalmente-. Debo hacer tiempo para que la señorita escape.

-Otoniel: Si fueras un demonio de un rango alto tal vez, tendría en cuenta tu advertencia. –mientras sonríe-.

Al verse superado por Otoniel y Samuel. La criatura decidió abalanzarse contra Muciel.

-Otoniel: Vamos, eso es incluso bajo para ti.

-Samuel: Retenlo un poco más Oto. Una sola estocada con el poder de la luz y no tendremos más problemas.

-Drol: Vamos. ¿¡2 contra 1!? jajaja

-Samuel: ¡Vuelve a donde perteneces!

Otoniel detuvo a la criatura mientras Samuel lo atravesaba con su hoja de luz, liberando al humano y sellando al demonio.

-Drol: -Mentalmente- Señorita, espero haberle dado suficiente tiempo...

-Otoniel: En medio de la conmoción los otros dos escaparon.

-Samuel: No irán muy lejos. Por el momento curemos a Miciel. –piensa-. Esa chica me recuerda…

-Muciel: Ahg… Pensé que no lo contaría… Gracias Samuel, gracias Otoniel.

-Samuel: Guarda tu aliento. Casi te matan por idiota.

-Muciel: Pero no lo hicieron.–Mientras sonreía-.

En ese momento, una lanza de un tono oscuro atravesó a Miciel en el pecho. Dejando un gran cráter en el suelo.

Continuara...

Bueno mi gente bella esto es todo por esta vez, gracias por leer, recuerden que continua, lo que viene es uffss jajajaja. Saludos y muchas gracias por leer.

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